Tenso y polémico. Así definen algunos vocales el Consejo que este jueves propuso a Dolores Delgado como fiscal de Memoria Democrática. Este órgano asesor, citado para estudiar cerca de una decena de nombramientos, evidenció la fractura y el malestar que ha generado la elección del fiscal general entre la mayoría de vocales que lo integran; hasta el punto que uno de ellos advirtió de que se estaba metiendo a la Fiscalía en campaña electoral.

Fuentes presentes en el cónclave explican a Vozpópuli que se vivieron más de tres horas especialmente tensas que terminaron por provocar que siete de los doce vocales del Consejo decidieran no participar. A las 9.30 horas dio comienzo la reunión en la que los seis vocales de la Asociación de Fiscales (que son mayoría en el órgano) pidieron que no se efectuara la votación de la plaza de fiscal de Memoria Democrática, a la que optaba Delgado.

Ni paralizar ni abstenerse

Este grupo, junto con el presidente de la APIF, acudió al Consejo concienciado de que iban a exponer sus reticencias para celebrar la votación de la plaza que ocupará Delgado. El Consejo partía con un ambiente cargado porque en los días previos, desde que el fiscal general decidiera adelantar el cónclave, se había requerido insistentemente que se suspendiera esta designación. Incluso se llegó a reclamar la dimisión de Álvaro García.

El motivo esgrimido era que había que estudiar si Delgado estaba incursa en causa de incompatibilidad del artículo 58.1 del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal por las actividades en materia de Derechos Humanos de su pareja, Baltasar Garzón. Los siete vocales insistieron en que había que retirar este nombramiento del orden del día por lo menos hasta delimitar si había conflicto de intereses por las actividades de la Fundación Internacional Baltasar Garzón (FIBGAR).

El fiscal general defendió la experiencia de Delgado en materia de Derechos Humanos y crímenes de guerra y dijo que no veía incompatibilidad por las actuaciones de su pareja, el juez Baltasar Garzón

Al término del Consejo, los vocales justificaban su postura en un comunicado: la Fundación propone investigar las desapariciones del franquismo y la no aplicación de la Ley de Amnistía, explicaron. Además, alegaron que la FIBGAR elabora informes cuyos postulados han sido fundamento de la Ley de Memoria Democrática hasta el punto, sostienen, de que la creación de la Fiscalía de Sala deriva de sus recomendaciones.

Recusación de Delgado a un vocal

Pese a ello el fiscal general del Estado desoyó la petición y siguió adelante con el orden del día. Además, puso sobre la mesa una carta de Dolores Delgado en la que, en su condición de candidata, pedía recusar al vocal Salvador Viada. Las fuentes consultadas por este medio aseguran que pidió apartar al presidente de la APIF de la votación alegando "enemistad manifiesta" del fiscal hacia ella.

Viada es uno de los vocales críticos con el nombramiento de Delgado. De hecho fue el que pidió su aplazamiento y la abstención del fiscal general y de la jefa de la Inspección, María Antonia Sanz Gaite. En respuesta a lo planteado por Delgado, Viada solicitó tiempo para estudiar la recusación pero el fiscal general rechazó la solicitud y mantuvo el orden del día.

Este vocal ya había reclamado a García Ortiz que no participara en la deliberación del nombramiento de Delgado por los vínculos que tiene con ella. Para empezar cuando Delgado llegó a la Fiscalía General del Estado, en enero de 2020, le nombró fiscal jefe de la Secretaría Técnica (cargo de máxima confianza del fiscal general). Cuando ya le sucedió en el cargo, García Ortiz la propuso para fiscal de Sala de lo Militar del Supremo; un movimiento que conllevó su ascenso a la máxima categoría de la carrera fiscal y que está recurrido en el Tribunal Supremo.

Pese a los argumentos esgrimidos, el fiscal general dijo que ni se iba a apartar ni iba a retirar este asunto del orden del día. Al respecto alegó que no había motivo alguno para hacerlo. Por ello se procedió a estudiar las candidaturas. Delgado competía para la plaza contra otros tres candidatos; sin embargo no había duda de cual sería el criterio del fiscal general; máxime porque la decisión del Consejo no es vinculante.

"Hubo una tensión tremenda"

Así pues se procedió al estudio pero antes, los ocho fiscales críticos anunciaron que no iban a participar ni intervenir en este informe. Delgado obtuvo el apoyo de cuatro de los 12 vocales. Tres de ellos son miembros natos del Consejo. Se trata del fiscal general, la 'numero dos' de la Fiscalía, María Ángeles Sánchez Conde, y la jefa de la Inspección, María Antonia Sanz Gaite. Estas dos últimas fueron ascendidas bajo el mandato de Delgado.

A los tres miembros se les sumó un vocal de la UPF, la asociación progresista a la que perteneció la exministra de Justicia. El otro vocal de la UPF apoyó al candidato Juan Calparsoro Damián. Terminado el trámite, Álvaro García se pronunció en el sentido previsto. Propuso a su exjefa y mano derecha apelando a su currículum y a su experiencia en casos sobre crímenes contra la Humanidad y violación de Derechos Humanos.

Del mismo modo también declinó incompatibilidad alguna por su relación con Garzón. Según expuso a los allí presentes, se estudiará caso a caso conforme entren en la Fiscalía para analizar si, efectivamente, concurre conflicto de intereses o no.

Con todo, las explicaciones de García no convencieron a los vocales críticos. Uno de ellos incluso llegó a avisar de que, actuando de manera unilateral sin escuchar las peticiones del Consejo, estaba "metiendo a la Fiscalía en campaña electoral". "Hubo una tensión enorme", aseguran las fuentes consultadas a este medio.

El Consejo también estudió la designación del nuevo fiscal de Sala de Delitos de Odio (figura para la que se ha propuesto al fiscal Miguel Ángel Aguilar García), y otras plazas más. Se prevé que las propuestas reciban el plácet del Consejo de Ministros el próximo martes para su posterior publicación en el BOE.

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