La Fiscalía de la Audiencia Nacional solicitará en la querella que presente contra el ya suspendido presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, por el beso propinado a la jugadora de la selección española Jenni Hermoso, que el instructor se dirija a Australia -donde se produjo el hecho- para conocer su la conducta también tiene reproche penal en ese país.
Así lo señalan fuentes fiscales a Europa Press, que añaden que para que la causa prospere en España es necesario que se de el requisito de doble incriminación, es decir, que el hecho sea susceptible de ser penado en ambos países. Cabe recordar que el beso que dio Rubiales a Hermoso se produjo durante la entrega de las medallas del Mundial de fútbol en Sidney.
Por otro lado, las mismas fuentes consideran que dado que el hecho y el autor están determinados, no habría que practicar muchas más diligencias más allá de tomar declaración ante el juez instructor a la jugadora de la absoluta y al propio Rubiales.
El 23.2 de la LOPJ
Que la querella que ya prepara la Fiscalía sea viable depende de que encaje en lo que estipula la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPD) en su artículo 23.2. En él, se acota que los tribunales españoles conocerán de los delitos que hayan sido cometidos fuera del territorio nacional, siempre que los responsables sean españoles -es el caso de Rubiales- y concurra que el hecho sea punible en el lugar en el que se produjo -Sidney-.
Además, ese artículo señala que el acusado no debe haber sido absuelto, indultado o penado en el extranjero ( y si lo ha sido, que no haya cumplido condena); y que el agraviado -Hermoso- o el Ministerio Fiscal interpongan querella ante los tribunales españoles.
En relación a esto último, este miércoles precisamente trascendió que Hermoso ya ha declarado en la sede de la Fiscalía General del Estado (FGE) y que ha formalizado su denuncia contra Rubiales. Según confirmaron fuentes fiscales Europa Press, Hermoso presentó la "denuncia expresa" el martes 5 de septiembre, y la Fiscalía de la Audiencia Nacional anunció que presentará querella a la mayor brevedad posible.
Fue el pasado 28 de agosto cuando la Fiscalía de la Audiencia Nacional decidió abrir diligencias de investigación preprocesales en relación a ese hecho al entender que podría ser constitutivo de un delito de agresión sexual. Además, en ese mismo decreto, la teniente fiscal, Marta Durántez, anunciaba que se dirigiría a la jugadora de la absoluta para ofrecerle emprender acciones legales.
Este paso de la Fiscalía se producía a la vista de las "manifestaciones públicas" realizadas por la jugadora, de las que deducía que sostenía que el acto sexual sufrido por la misma y llevado a cabo por Rubiales no fue consentido. "Atendido el momento extraprocesal en el que nos encontramos y lo inequívoco de sus declaraciones, es preciso determinar la trascendencia jurídica de las mismas", apuntaba Durántez.
Nessun dorma
Rubiales, yo sí te creo. ¡Vaya grupo de arpías las de la selección! Ya se cargaron a Vilda.
Miguel1960
El problema aquí es que, con toda seguridad, Australia tiene tipificado el delito de agresión sexual en su código penal, pero la conducta de Rubiales allí no tendría relevancia jurídica alguna, y muchísimo menos la de una agresión sexual. Ahí debe estar atento el abogado defensor a la hora de hacer la consulta a la jurisdicción australiana.
Chasnik
La respuesta de Nueva Gales del Sur debe ser enérgica y contundente, del tono "Y a mí qué me contáis?... Pringaos" Escrita en lenguaje jurídico, naturalmente
00_andurinha
Urenga, yo tengo la décima quinta, que me regaló un amigo. Un saludo.
Urenga
Andurinha, efectivamente, tengo un precioso ejemplar de la edición 14ª del "Diccionario de la Lengua CASTELLANA" de 1914 que era de mi bisabuelo. CASTELLANA.
00_andurinha
Me corrijo a mí mismo: "a mí", con tilde en la "i", por ser pronombre.
00_andurinha
Me parece que está Usted confundido respecto de Cela y de otras cosas. Personalmente me parece bien que se denomine español al idioma que se habla en toda la parte española de la Península Ibérica y en el resto de países que en su día estuvieron bajo el mando o la influencia de España, o de alguno de los antiguos reinos de habla castellana que había en la Península Ibérica. Lo que no tiene discusión es que la RAE publicó en el año 1925 la Décima Quinta Edición del Diccionario de la Lengua Española, en cuyo prólogo (allí llamado Advertencia) se aclara que hasta entonces se había denominado Diccionario de la Lengua Castellana. Pienso que Cela no fue responsable de lo ocurrido en las catorce ediciones anteriores, ni de que algunos usemos indistintamente la denominación "castellano" o "español" para referirnos al idioma que en este momento, a Usted y a mi, nos está sirviendo para intercambiar opiniones.
AGACHERO
Qué asco de país. Qué se dilapiden recursos públicos, (tan escasos y necesarios), para esta "mamarrachadas" dice de la catadura moral de las Instituciones del Estado.
KATAPUM
A ver si más de une se queda con un palmo de narices...