El expresidente del BBVA Francisco González declaró ante el juez de la Audiencia Nacional que la reunión en el complejo policial de Canillas en la que presuntamente se gestó el plan de actuar contra Ausbanc mediante una denuncia anónima se produjo a petición del entonces director de la Policía, Ignacio Cosidó. El banquero dijo no recordar si en la cita se habló de esa cuestión, pero no lo descartó: "A lo mejor se habló".
“Yo acudí a una comida en Canillas a invitación del director general de la Policía, me invitó dos veces. Yo tenía una agenda muy ocupada como para ir a comer a Canillas”, dijo González en su declaración a la que ha tenido acceso Vozpópuli. Se refería a Ignacio Cosidó, director general de la Policía entre 2012 y 2016 bajo el Gobierno de Mariano Rajoy. Tras dejar el Cuerpo, ejerció como portavoz del Senado del PP ya bajo la dirección de Pablo Casado hasta el pasado julio.
El banquero, que está siendo investigado por los encargos que le hizo al comisario José Manuel Villarejo, dijo que la comida era institucional y que en ella había "gente importante de la Policía", incluido Cosidó. Por parte del BBVA también estaban el jefe de seguridad y ex comisario de Cuerpo, Julio Corrochano, y el responsable de Asuntos Jurídicos Eduardo Ortega. El complejo policial de Canillas, en Madrid, es la sede en la que se ubican los servicios centrales de la Policía Nacional.
"Era institucional"
“Era institucional, había gente importante de la Policía, estaba Corrochano y Eduardo Ortega. El banco tenía una parte tecnológica y la Policía quería que le ayudásemos”, se justificó Francisco González. Ofreció estas explicaciones en sus respuestas a la Fiscalía anticorrupción, que le preguntó expresamente acerca de si en esa comida, celebrada en 2015, se gestó la estrategia de canalizar una investigación contra Ausbanc y su presidente Luis Pineda.
“¿Usted cree que se va a hablar de esas cosas y que yo como presidente del banco voy a hacer eso?”, replicó González, quien se mostró airado en varias fases del interrogatorio hasta el punto de que el juez Manuel García Castellón le tuvo que indicar en varias ocasiones que no se enojara con el fiscal. El representante del Ministerio Público le mostró un documento redactado por el directivo del banco responsable de Asuntos Jurídicos que acudió a la comida de Canillas.
Bajo el nombre de “Relatorio”, Eduardo Ortega, dejó por escrito el plan surgido de esa comida que pasaba por presentar una denuncia anónima contra Pineda, quien había extorsionado presuntamente al banco. El propio Ortega redactó la denuncia que terminó presentando -según el documento- el comisario Villarejo ante la UDEF de la Policía Nacional.
"A lo mejor se habló"
“No me consta a lo mejor se habló, pero son detalles técnicos, para mi fue una comida institucional”, contestó González ya sin descartarlo al ver el escrito. “Yo le digo lo que sé: esa comida nace de una llamada del director general de la Policía a mi secretaria donde me invitaba a comer porque al señor Cosidó nos había presentado un amigo común tiempo atrás. Yo no tenía ninguna gana. No tenía ningún interés para mí”.
Las investigaciones en torno a Villarejo han determinado que el polémico excomisario investigó para el banco a Pineda a cambio de varios pagos anuales que ascendían a 500.000 euros. El juez del caso considera que en esas pesquisas se vulneraron los derechos del expresidente de Ausbanc.
Pineda se encuentra desde hace días juzgado en la Audiencia Nacional. La Fiscalía pide para él 118 años de cárcel por diversos delitos, entre ellos extorsión. Ha pedido, de momento sin éxito, la suspensión del proceso y la anulación de la causa alegando que fue víctima de una investigación ilegal por la que llegó a ser detenido e ingresado en prisión.