El juez que investiga en la Audiencia Nacional el caso Tándem, Manuel García-Castellón, deberá decidir si, tal y como le reclama la Fiscalía anticorrupción, llama a declarar como imputado al expresidente de BBVA Francisco González (FG) por los delitos de cohecho y revelación de secretos al contratar al comisario jubilado José Manuel Villarejo para labores de espionaje.
Si al final decide investigar la actuación de FG, el magistrado y el ministerio público tendrán que aclarar la veracidad de las grabaciones en las que el excomisario y el ex jefe de seguridad de BBVA Julio Corrochano reconocen que Francisco González estaba al tanto de los encargos realizados al clan policial mafioso.
Vozpópuli recaba estos y otros interrogantes que FG tendrá que aclarar ante una eventual declaración en la Audiencia Nacional. Como, por ejemplo, que explique quién del banco tomó la decisión de contratar a Villarejo.
Antonio Béjar
Antonio Béjar, uno de los exdirectivos imputados del banco, ha declarado que el máximo responsable de la contratación de Villarejo fue Francisco González. Por eso este último deberá explicar si esto es cierto, y si sabía que Villarejo hacía estos trabajos de forma incompatible con su condición de funcionario público. Es decir, al margen de la ley y en numerosas ocasiones recurriendo a otros policías y a medios policiales.
FG también deberá ser interrogado sobre si estaba al corriente de las cantidades millonarias que el excomisario cobró por realizar trabajos durante trece años para el banco. En concreto, habría ingresado más de 10 millones de euros.
Estos encargos iban, siempre según fuentes de la causa, desde supuestas tareas de espionaje para frustrar la entrada en el banco de la constructora Sacyr, hasta frenar la presunta extorsión de la asociación de consumidores Ausbanc, pasando por buscar el dinero de morosos como las constructoras Martinsa y Prasa.
Área de Riesgos
Otra incógnita que deberá resolver el expresidente de BBVA se refiere a si tuvo conocimiento de que el ex jefe del Área de Riesgos y Recuperaciones Inmobiliarias, Antonio Béjar, ordenó importantes pagos a Villarejo.
Uno de ellos se habría realizado después de que Villarejo descubriera que el exdueño de Colonial Luis Portillo tenía dinero en el extranjero, fuera del alcance del banco, con el que mantenía una importante deuda.
En la causa, el juez García-Castellón ha admitido, en consonancia con la Fiscalía anticorrupción, la personación como acusación particular del presidente de Ausbanc, Luis Pineda. Y por eso FG también podría ser interpelado sobre si conocía o si encargó las pesquisas que realizó Villarejo sobre esta asociación de consumidores y su dirigente.
En un mes Pineda deberá sentarse en el banquillo como presunto cabecilla de una red de extorsión contra bancos, entre los que se encontraba el propio BBVA, que en verano decidió retirar su acusación contra este empresario. El presidente de Ausbanc, por su parte, ha denunciado que su causa en realidad fue originada por una falsa investigación de Villarejo encargada por FG.
OPA de Sacyr
Otro interrogante que González deberá despejar se remonta al inicio de la relación entre BBVA y Villarejo, en 2004. Ese año el excomisario encarcelado aseguró, según una grabación, a su compañero en la Policía, Enrique García Castaño, conocido con el alias de El Gordo, que Francisco González estaba al tanto de su espionaje a los dueños de Sacyr para impedir una OPA contra la cúpula del banco.
En la misma grabación interceptada por la Policía, cuyo contenido fue adelantado por Vozpópuli, Villarejo explica a García Castaño que FG también estaba al tanto de la investigación realizada por el primero sobre la vida privada del exministro Miguel Sebastián.