Noche del 19 de marzo de 2016. Un autobús regresa de las fallas de Valencia con decenas de estudiantes Erasmus. Su destino es Barcelona, después de un viaje organizado por la Universitat de Barcelona. A la altura de Tarragona, cerca del municipal de Freginals, el vehículo descarrila, toca la valla de la parte derecha de la carretera y cruza la mediana. Entonces choca con un turismo que llega en el sentido contrario. El accidente es terrible. Al volcar, se rompen los cristales y pierden la vida 13 estudiantes. Todas eran extranjeras: siete chicas son italianas, tres austriacas, una francesa, una alemana y otra de Uzbekistán. Otras 23 resultan heridas.
El accidente del caso Freginals ocupa durante días las primeras páginas de los principales periódicos europeos. En entredicho está el sistema de seguridad vial de España, la organización del viaje por parte de la Universitat de Barcelona, los horarios del mismo y el trato de la Fiscalía a las peticiones de justicia de los familiares de las víctimas. La investigación judicial determina que el conductor no había bebido ni estaba bajo el efecto de drogas. Todo apunta al cansancio, aunque los juzgados empiezan a dar carpetazo al asunto. Una, dos y tres veces el caso viene archivado. No hay culpables ni indemnización.
Todo parecía perdido, Sin embargo, ahora, cinco años después de aquel accidente y en medio de la indignación de las familias, la Fiscalía ha vuelto a presentar un escrito al juzgado número 3 de Amposta, que ha iniciado el procedimiento abreviado previo al juicio oral. La Fiscalía aporta esta vez elementos novedosos recogidos de la caja negra del vehículo accidentado. Es la crónica minuto a minuto del viaje del autobús Continental.
30 minutos de maniobras injustificadas
Según la documentación de la que dispone la Fiscalía, y a la que ha accedido Vozpópuli, la tragedia ocurrió pasadas las 5.50 de la madrugada. El accidente tiene lugar después de una serie de maniobras algo extrañas por parte del conductor, un profesional con muchos años de kilómetros a sus espaldas. Durante la media hora anterior al choque, realiza frenadas, aceleraciones y desaceleraciones injustificadas.
Son más de 70 aceleraciones y desaceleraciones sospechosas que se alternan desde las 4.29 horas de la madrugada. Para la Fiscalía es la prueba de que el conductor había empezado a perder el control del vehículo. El cansancio condicionaba sus reflejos, y de ello la Fiscalía quiere analizar si existen responsabilidades en ámbito penal.
Los hechos que se consideran son los de 13 delitos de homicidio por imprudencia y otros 24 de lesiones. El ministerio fiscal pide cuatro años de cárcel y seis años sin poder conducir para el único imputado. Pero también quiere obligar a la compañía de autocares y a la empresa de seguros a que indemnice a los familiares de las víctimas. La petición del fiscal, que se formalizó hace un mes, coincide con el triste quinto aniversario del fallecimiento de 13 jóvenes, que habían llegado a España para disfrutar de una estancia de estudio y diversión.
Después del accidente, el gobierno del expresident Carles Puigdemont decretó dos días de luto. Sin embargo, los familiares de las víctimas han criticado a lo largo de esos años lo que consideran una inacción de las autoridades españolas en la investigación del asunto. El hecho de que todas las víctimas sean extranjeras puede haber condicionado el desarrollo procesal.
Acto en recuerdo de la tragedia de Freginals
Los familiares han hecho llegar sus requerimientos también a los representantes públicos de sus países. En Italia, por ejemplo, han apelado directamente al presidente de la República. El sábado 20 de marzo, una delegación de la embajada italiana, liderada por el embajador Riccardo Guariglia, se trasladará a Barcelona donde se celebrará una misa en recuerdo de las estudiantes italianas fallecidas. Algunos familiares estarán presentes en el acto para recordar a las víctimas y pedir responsabilidades.
Pio Foncillas
Uno de los mayores errores que hemos cometido en los últimos tiempos, ha sido la penalización de los accidentes. El Derecho Penal clásico partía del concepto de dolo, que daba lugar a la penalización de la conducta, y los accidentes, donde no concurre, daban lugar a un reproche pero no de tipo penal, sino Civil o administrativo. Pero el fracaso de la Administración, para evitar tales conductas las ha ido llevando a una penalización, tan absurda, cuanto injusta. Los accidentes de tráfico son un buen ejemplo, del fracaso de la política, llevado a la penalización de las conductas, como la prisión por deudas (Delito FIscal). Deberíamos repasar nuestro Código,. antes de que alguien se de cuenta, como en UK, que una conducta política inadecuada conlleva 15 años de cárcel efectiva (Barcenas), y un homicidio 4. Nuestro Ordenamiento padece la indigencia intelectual y formativa de nuestros políticos, y eso, además de injusto, es terriblemente perjudicial para todos.