Fue una "sugerencia", pero muy significativa en un colectivo, el de los presos de ETA, en el que la más mínima disidencia se paga con la marginación. Un grupo de reclusos de la banda armada hizo llegar a la dirección de la organización terrorista una propuesta en el que planteaba la necesidad de 'sustituir' a los seis portavoces del autodenominado Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK en sus siglas en euskera) para convertir en "rotativo" este órgano cuyo principal objetivo es que los más de 500 reclusos etarras cumplan las directrices de la banda. Así se desprende de uno de los documentos intervenidos por la Guardia Civil el pasado miércoles en la 'Operación Jaque' que ha permitido desmantelar el llamado 'Koordinazioa Taldea' (KT) o 'frente de makos' y detener a sus ocho integrantes que presuntamente servían de correa de transmisión entre la dirección de la banda armada y sus presos.
El 'frente de makos' propuso a la dirección de ETA hacer oídos sordos a la petición del grupo de reclusos de renovar a los integrantes de la jefatura del EPPK nombrados en abril de 2012
El auto del juez Eloy Velasco en el que ordenaba el ingreso en prisión de todos ellos, entre ellos los señalados como principales cabecillas del KT, los abogados Arantza Zulueta y Jon Enparantza, destaca que entre las 30 cajas de documentación y material informático intervenidas en el bufete de la calle Elcano, de Bilbao, donde se reunían los arrestados se encontró una comunicación que un miembro de dicho 'frente de makos' identificado con el alias de 'Masta' había dirigido recientemente a la cúpula de ETA. En él, el presunto miembro de la organización planteaba una serie de "sugerencias a la dirección de la organización terrorista sobre la línea de acción del EPPK pidiéndo su aprobación o visto bueno", así como las "planificaciones" para hacer los 'ongi etorri' o actos de bienvenida a los etarras que estaban siendo excarcelados después de que el Tribunal de Estrasburgo hubiera echado por tierra la 'doctrina Parot'. Junto a ello, 'Masta' había incorporado un escrito de la dirección del colectivo de presos etarras y de otros miembros de la banda encarcelados en los que éstos pedían a los jefes etarras en la clandestinidad que hicieran oídos sordos a la propuesta de "un grupo de presos" para convertir el órgano que ejerce la dirección del EPPK en "rotativo".
La petición de renovación realizada por este "grupo de presos" disidentes, cuyo número no se cuantifica, es significativa dada la identidad de los actuales integrantes de la dirección del EPPK, que fueron elegidos por la banda en abril de 2012, pocos meses después del anuncio de su "cese definitivo" de la violencia. Entre ellos hay varios que en su día fueron máximos jefes de ETA o de sus 'comandos', como Mikel Albizu, 'Antza', Soledad Iparragirre 'Anboto' y Jon Olarra Guridi. De hecho, 'Anboto', que es la compañera sentimental de Mikel Albizu, fue la persona encargada de poner la voz al último comunicado del colectivo con el que recientemente se abría la puerta a que los miembros de la organización terroristas encarcelados para que pudieran acogerse a los beneficios penitenciarios de manera individual. Junto a ellos, se encuentran la integrante del 'comando Madrid, Anabel Egües, el que fuera miembro de la Mesa Nacional de Batasuna Xabier Alegría, y Lorentxa Gimón, destacada miembro de la banda en territorio francés. A todos ellos los expertos de la lucha antiterrorista los encuadra en el sector 'duro' de la organización.
'Zuzendaritza'
Los seis conforman la denominada 'zuzendaritza' (dirección, en euskera) de la organización terrorista dentro de las cárcel y que es denominada en la documentación ahora intervenida con las siglas MBLT. Este órgano, junto al 'bitartekari' o grupo de intermediación ('BT' en sus siglas) forman la "estructura de dirección del EPPK", la cual supuestamente seguía recibiendo las directrices de la organización terrorista a través de los ocho detenidos la pasada semana. Según el auto del juez Eloy Velasco hecho público ayer, los cabecillas de los presos para los que un grupo de compañeros pide el relevo tendría como objetivo "favorecer el control desde el exterior que ejerce el KT a través de la dirección del EPPK en el interior, de tal forma que todo aquel preso que decida abandonar la disciplina de ETA o condenar su actividad deja de recibir el apoyo económico, jurídico, social y sanitario que recibía hasta ese momento". El magistrado destaca que, por ello, todos aquellos que se acogían a la llamada 'vía Nanclares' de reinserción estaban condenados al "ostracismo y expulsión de ETA".
En un documento intervenido en septiembre, un miembro del 'frente de makos' ya reconocía que parte de los presos y de la izquierda abertzale discrepaban de la línea 'dura' marcada para el colectivo
La información intervenida a los ocho detenidos del 'frente de makos' demuestra que los jefes etarras en la clandestinidad ejercían un férreo control de los reclusos de la banda a través de estos órganos y que, incluso, éstos no se libraban de su reprimendas. Así, el juez Velasco revelaba en su auto que en una primera fase de la operación, desarrollada en pasado mes de septiembre y que concluyó con la desarticulación del grupo de apoyo a los reos llamado Herrira, un integrante de este último, Jesús María Aldumberri, tenía en su poder el documento 'KTri 2010' en el que se señalaba que el Comité Ejecutivo de ETA (zuba) se había dirigido "riñendo" al "rector" de los comunicados de los presos -supuestamente la abogada Zulueta- por adelantarse a la dirección de la banda en asuntos como el tratamiento que debía darse a las víctimas del terrorismo en uno de estos pronunciamientos públicos. El documento también acusaba al KT de haber fijado por su cuenta las posiciones del colectivo sobre "la doctrina Parot, la negociación, las entrevistas del EPKK con los equipos de tratamiento penitenciario y las reuniones con agentes políticos y sociales".
El magistrado menciona en su escrito numerosos documentos más intervenidos en poder de Aldumberri y otros implicados para demostrar el estrecho control sobre los reclusos ejercido supuestamente por el KT a través de los seis portavoces del EPPK. Así, recoge detalles de uno titulado 'Para los responsables 2' y que fue elaborado en mayo de 2012 para su difusión y debate entre los miembros del colectivo. Sin embargo, este escrito tenía 'trampa', ya que contemplaba únicamente el contenido de la ponencia elaborada por el sector 'duro', y en la que se apostaba por la "lucha armada (Mugarri)" y cerraba la puerta a las vías de reinserción individual. El mismo documento remarcaba que era ETA la que iba a solucionar la situación de los presos "negociando con el Gobierno". Los miembros del KT y la dirección del EPPK ocultaron entonces otra propuesta, supuestamente elaborada por la izquierda abertzale, que abría otras posibilidades a los reclusos y descartaba el regreso a las armas. En un tercer documento intervenido al mismo miembro de Herrira en su ordenador, y que éste había borrado, se reconocía que esta organización contaba "con la confianza de ETA y el KT, pero no con la de todos los presos ni toda la izquierda abertzale".