El director ejecutivo de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex), Fabrice Leggeri, ha asegurado este jueves que "no estamos en mitad de una crisis migratoria", fue peor la vivida en 2015, aunque reconoce que España, "por primera vez", está en la primera línea de migración de la UE.
En un encuentro con varios medios en Algeciras (Cádiz), donde ha acudido para supervisar las operaciones Indalo y Minerva, Leggeri ha puesto de manifiesto que en lo que va de año se han registrado 75.000 entradas ilegales en la Unión Europea y lo ha comparado con la cifra de 1,8 millones que se alcanzó en 2015.
Además, en 2018 el número de migrantes que entró en la UE fue un 43% más bajo que el año pasado, y las interceptaciones en la valla de Ceuta y de Melilla han descendido un 70%, aunque reconoce que "la presión migratoria es fuerte".
"No estamos en tan mala situación", ha afirmado Leggeri, quien no obstante sí ha advertido que en España se está produciendo un incremento en la llegada de inmigrantes.
De hecho, el director del Frontex ha destacado que el cambio de los flujos migratorios desde Libia a Marruecos ha convertido desde junio a España "por primera vez, en la primera línea de la migración" en la Unión Europea. Los nacidos en Marruecos, Guinea y Mali suman el número más alto de llegadas a España este año.
Cambio de ruta
En este sentido, ha apuntado a que el Frontex ha detectado un cambio de la ruta desde Libia a Italia hacia la que comunica Marruecos con España. De hecho, en los ocho primeros meses de este año, 26.500 personas fueron detectados en esta nueva ruta, lo que supone más del doble que el año pasado y menos de cinco veces que en 2016.
Leggeri explica este hecho porque la ruta vía Marruecos es considerada más segura y corta que la que atraviesa Libia, una información en la que "las redes sociales juegan un papel importante", ya que "los migrantes que llegan a Europa ofrecen información acerca de las rutas y de los precios".
Un "modus operandi" específico usado por los marroquíes es el cruce del estrecho de Gibraltar en moto acuática. El precio pagado por este tipo de cruces es un poco mayor (aproximadamente, 3.000 euros) y supone el transporte de dos migrantes en el mismo viaje.
Incremento de menores
El Frontex ha detectado también un incremento en el número de los menores marroquíes, un 50% más que en 2017. Aquí se da la circunstancia de que pueden pagar a las mafias después de llegar a Europa", "otra oportunidad para abusar de los menores en Europa, porque necesitan obtener el dinero para pagarles".
El aeropuerto de Casablanca ha llegado a ser uno de los puntos principales de entrada en Marruecos, desde el que pueden llegar a España en una semana. Se usa por migrantes de Guinea, Senegal, Costa de Marfil y Mali, principalmente, por la entrada libre sin visado a Marruecos. Las nacionalidades detectadas por esta vía son de Liberia, Gambia, Mauritania, Ghana, Sri Lanka y Bangladesh.
Fabrice Leggeri pone de manifiesto el apoyo que el Frontex proporciona a España, un país al que ha destinado 24 millones de euros en materia de migración.
Otro apartado importante es el de los retornos a los países de origen, al que el Frontex ha dedicado 53 millones de euros. Leggeri señala que, entre 2017 y 2018, ha ayudado a España en 28 operaciones de devolución, y que el 10% de los retornados ha sido a través del Frontex.