De crímenes menores a salir en la lista de los fugitivos más buscados de España. Así ha sido la trayectoria de Luis Martínez Calleja. Los amigos de este joven de la zona del Pozo del Tío Raimundo en Puente de Vallecas le pusieron el mote de 'morro-coño' y 'morro-pato' por la cicatriz que tenía en su boca. Comenzó con robos en 'chinos' y pasó a los alunizajes, su historia ha sido relatada por su entorno a Vozpópuli.
Todo el mundo recuerda a Luis en la zona cercana a la Cervecería Bar Córdoba en El Pozo. Los vecinos le han visto crecer y como poco a poco su vida se ha truncado hacia la delincuencia. "Sus padres son muy buenos pero los hijos les han salido muy malos", asegura una mujer.
Siempre se le ha visto en el barrio desde que era un "canijo" aunque ya se le veía que era un "liante". "Es muy problemático siempre se estaba pegando con todo el mundo y siempre quería andar buscando problemas", explica una persona de su entorno.
Nunca tuvo mucha afición por las clases en el colegio ni el instituto. Comenzó muy rápido con los pequeños hurtos. Con apenas 12 ó 13 años empezó a robar pequeñas cantidades en los 'chinos' del barrio. Una circunstancia que era vista como "algo normal".
Una cicatriz de un accidente de moto
Ya de adolescente perfeccionó y profesionalizó sus técnicas para ganarse la vida. Quedaba en la estación de Cercanías de El Pozo del Tío Raimundo con gente a través de Mil Anuncios o Wallapop. No les pagaba y les robaba los móviles o los objetos por los que habían negociado. Siempre cosas fáciles de poder colocar en el mercado negro para ganar dinero.
No tenía un mote conocido como delincuente profesional pero sus amigos le llamaban 'morro coño' o 'morro pato'. ¿El motivo? Sufrió un accidente de moto y se le quedó como señal una cicatriz en el labio. Ese recuerdo fue uno de los detalles más llamativos de la imagen publicada por la Policía Nacional. "Llama la atención su cicatriz en el labio superior", agregaba la lista de los más buscados.
La mayoría de edad hizo que Luis arriesgara más para obtener más beneficios. "Cuando salía de fiesta con su hermano y un amigo robaban coches para no tener que volverse andando al barrio. Algunas veces esos coches se los quedaban varios días", explican desde su entorno.
Esos vehículos le abrieron la puerta para convertirse en un especialista alunicero. En la actualidad tenía siete señalamientos judiciales en vigor. Entre otros por quebrantamiento de condena y por tener pendientes causas delictivas.
Fue visto hace poco en El Pozo
Su oficio delictivo era conocido en Vallecas pero nadie sabía la magnitud de la repercusión de su vecino. Es más, pese a estar fugado desde 2014, hace menos de un mes que fue visto en El Pozo en compañía de amigos. "No se podía pensar que estaba en la lista de los fugitivos", detallan.
El nombre de Luis saltó a los medios de comunicación el 9 de marzo de 2014, cuando se encontraba interno en el Centro Penitenciario de Madrid I (Alcalá Meco). Hasta ese día era un delincuente más al que habían detenido las fuerzas y cuerpos de seguridad. Ese domingo aprovechó un traslado al hospital de Alcalá de Henares para fugarse.
Todo ocurrió muy rápido y por sorpresa. Luis, que por entonces tenía 22 años, estaba acompañado de tres agentes en la zona del aparcamiento del centro sanitario. En un momento dado salió corriendo y se subió a la moto de un amigo que le estaba esperando.
Buscaban una plantación de marihuana
Ahora, con 29 años, fue detenido la tarde del pasado miércoles por la Guardia Civil en una finca de la localidad madrileña de Serranillos del Valle. Llevaba tiempo escondido en domicilios de familiares y amigos. Hace varias semanas, los agentes del Área de Investigación de Navalcarnero cercaron sus pasos en este lugar, ubicado entre Batres y Serranillos del Vallecas. Estaban buscando plantaciones de marihuana e identificaron a este prófugo.
on el apoyo de la Unidad de Seguridad Ciudadana de Madrid y del servicio Aéreo. Las pesquisas comenzaron hace varias semanas cuando los agentes observaron movimientos extraños en una finca ubicada entre Batres y Serranillos del Valle. En la tarde de este miércoles, los guardias establecieron un dispositivo y detuvieron al joven. Consiguieron evitar que se fugara y que intentara agredir a los agentes.
Esta actuación policial se une al arresto la semana pasada de otro de los miembros de la lista de fugados. Manuel Bellido Moreno era considerado el mayor falsificador de España y que fue detenido la semana pasada en la zona madrileña de San Blas.
Un ciudadano reconoció su cara al ser publicada en los medios de comunicación y facilitó su lugar de residencia en Madrid. Tras conocer su supuesto paradero se estableció una vigilancia en torno al domicilio, y en el momento en que el fugitivo salió del mismo los agentes procedieron a su detención.
Sin embargo tuvieron que refugiarse en el portal del edificio y esperar la intervención de refuerzos de la UPR ya que vecinos del inmueble en San Blas comenzaron a increparles y trataron de impedir activamente el arresto. Su búsqueda estaba solicitada por ocho juzgados, incluida una orden de extradición internacional.
La lista se acorta
Estas dos actuaciones vienen a raíz de que la semana pasada la Policía Nacional publicó una lista con el rostro de los diez fugitivos más buscados en España y pedía la colaboración ciudadana para dar con ellos. Para dar con su paradero, los agentes han habilitado una dirección de correo electrónico específica, losmasbuscados@policia.es para que los ciudadanos que crean tener algún dato que pueda conducir a su localización lo comuniquen a los investigadores de forma confidencial. También se puede llamar al 091 si se ve alguno de los rostros de la lista de fugitivos.
Son asesinos, pederastas, proxenetas, narcotraficantes, vendedores de armas... Son algunos de los delitos que han cometido estos diez fugitivos que son considerados los más peligrosos que podrían estar en España. Algunos de ellos llevan escondidos en nuestro país desde hace más de 15 años. Ya solo quedan ocho.