España

Los funcionarios temen que una nueva coalición de Sánchez suponga la liquidación de Muface

Sumar, al contrario que Podemos en 2019, sí lleva en su programa el desmantelamiento del modelo Muface, y es el socio clave de Pedro Sánchez

  • Sede de Muface

Muface se acerca más al precipicio de la desaparición. A su precaria situación económica hay que añadir el resultado electoral del 23-J. A medida que se empieza a dibujar una coalición de Pedro Sánchez con Sumar y los partidos independentistas más se diluye el futuro de la mutualidad general de funcionarios. Es un temor que se ha instalado entre los funcionarios, ya que el partido de Sumar sí lleva en su programa la liquidación de Muface, algo que no ocurría en el programa de Podemos de 2019 y que no se incluyó en el pacto de Gobierno.

La mutualidad ofrece asistencia sanitaria a más de 2 millones de funcionarios, de los cuales el 73% elige un proveedor de la sanidad privada. Esto último es lo que más disgusta a Yolanda Díaz y Sumar, que en su programa electoral se expresaban con meridiana claridad: "Inclusión, dentro de la cobertura sanitaria universal, de las personas que reciben actualmente prestación sanitaria bajo mutuas de prestación sanitaria privada (MUFACE-MUGEJU-ISFAS). Integraremos a dicha población, de forma paulatina, escalonada y programada, bajo la prestación sanitaria del sistema sanitario público. Asimismo, se eliminará la posibilidad de que las entidades locales realicen aseguramientos privados colectivos para sus empleados públicos".

El peso de Errejón, clave

Aunque la investidura de Pedro Sánchez parece ahora complicada, en plazas más complicadas hemos visto torear al presidente del Gobierno. En el seno del PSOE, de hecho, ven muy probable la investidura de Sánchez. El nombramiento de un presidente socialista pasa por un pacto obligatorio con Sumar, al igual que ocurrió con Podemos en 2019.

Uno de los elementos con más peso en esta alianza de partidos es Íñigo Errejón y Más País. De hecho, el madrileño suena como ministrable de Yolanda Díaz, algo que no hace ninguna gracia a sus antiguos compañeros de Unidas Podemos. La liquidación de Muface es una apuesta directa de la formación de Errejón, y fue el primer partido de España en incluir esta propuesta en un programa electoral. De hecho, la promesa electoral de Sumar es una calcomanía de la que apareció en el programa de Más País hace cuatro años. Desde Comisiones Obreras aseveran a este periódico su confianza en que "un gobierno formado con mayoría del PSOE no permita tal atropello".

Precariedad económica de Muface

La coyuntura política ya supone un nubarrón importante en el clima de Muface, pero la situación económica provocada por el concierto que firmaron las mutuas privadas (Adeslas, Asisa y DKV) con el Ministerio de Hacienda y Función Pública va camino de ser una amenaza aún mayor. Fuentes de las aseguradoras confirman a Vozpópuli que "en los dos últimos años, entre las 3 aseguradoras, las pérdidas han sido de 340 millones de euros". Una cifra que podría crecer a los más de 500 millones el año que viene.

La situación es tan insostenible que hay aseguradoras como DKV que dan por hecho su marcha si no se hace una inyección financiera sustancial en la mutualidad. "Estamos financiando un modelo que si no se revisa en profundidad para que sea sostenible dejará de existir", alerta esta misma aseguradora.

Consecuencias del fin de Muface

Muchos creen que la desaparición de Muface solo afectaría a sus beneficiarios, los funcionarios. Nada más lejos de la realidad. La liquidación de esta mutualidad engordaría las listas de espera a nivel nacional y aumentaría el gasto en 800 millones de euros, según cálculos del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS).

La atención sanitaria a los mutualistas pasaría de costar 2.230 millones de euros a 3.030 millones. El efecto en las listas de espera sería demoledor. En estos momentos, el Ministerio de Sanidad calcula que un español espera de media 122 días (más de 4 meses) para recibir la operación quirúrgica prescrita, y 95 días (3 meses) para ser visto por un especialista. Si la sanidad pública asume la atención de los más de dos millones de mutualistas y beneficiarios de Muface que pasarían a formar parte de la seguridad social, el IDIS calcula que las listas de espera crecerían 30 días. Es decir, habría que sumar otro mes de espera para ser operado por la pública (5 meses) y para ser visto por un especialista (4 meses).

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