El próximo 18 de febrero podrán ejercitar su derecho al voto casi 2.700.000 gallegos, pero no todos ellos, ni de lejos, residen en Galicia. De hecho, casi medio millón, 476.514 exactamente, tienen fijado su domicilio de forma permanente en el extranjero, a veces en países que distan varios miles de kilómetros de su tierra, según reflejan los últimos datos del Censo de Residentes Ausentes (CERA).
Ese alto volumen de emigrantes gallegos representa cerca del 18% del censo total, y todos los partidos tienen muy claro que su voto puede resultar decisivo a la hora de decantar el gobierno de la Xunta en el último momento, cuando ya se ha realizado el recuento provisional y los sufragios procedentes del exterior pueden provocar un ligero pero trascendental 'baile' de escaños.
Eso ya le ocurrió a Manuel Fraga en las elecciones autonómicas de 2005, en las que se quedó a un solo escaño de conseguir la mayoría absoluta, fijada en 38 asientos parlamentarios. El PP confío hasta el último momento en que el voto de la diáspora otorgaría la tan deseada acta a Fraga, pero finalmente tuvo que conformarse con los 37 obtenidos, los populares perdieron la mayoría absoluta y el timón de la Xunta pasó a manos del 'gobierno bipartito' conformado por el PSOE y el BNG.
Dos novedades muy importantes se registrarán en esta ocasión con el voto CERA. Así, el Instituto Nacional de Estadística refleja un sensible incremento de los residentes extranjeros con derecho a sufragio, cuatro mil más que en las últimas elecciones generales, de forma que el peso electoral de la diáspora gana cada vez más enteros, si bien el cambio realmente significativo viene motivado por el hecho de que los interesados en participar en las elecciones ya no tendrán que solicitar el voto rogado.
Es decir, podrán ejercitar su derecho sin necesidad de realizar los engorrosos trámites que empezaron a exigirse en 2011 ante las sospechas de fraude y de manipulación.
Gallegos en Argentina, Cuba y Brasil
Esta facilidad para ejercer el derecho al sufragio traerá consigo, sin duda, que la participación crezca de una forma muy notable el 18-F en lo tocante al voto exterior, que empezó a caer en picado en cuanto se establecieron las citadas restricciones hace ya más de una década. Hasta entonces, lo habitual era que votase por correo en torno al 30% de los gallegos emigrados, porcentaje que se desplomó por debajo del 4% en las elecciones autonómicas de 2012 y aún más en los comicios de 2016 y 2020.
Por circunscripciones, la provincia de La Coruña es la que registra un mayor número de electores en el exterior, 164.8421; seguida de Pontevedra, con 138.182; Ourense, con 103.832, y Lugo, con 69.658.
En cuanto a los países que acogen a un mayor número de gallegos con derecho a voto, Argentina se mantiene a la cabeza con mucha diferencia sobre los demás. En la quinta provincia residen algo más de 166.000 potenciales electores, mientras que en Cuba y Brasil, los siguientes en la lista, suman algo más de 90.000. Uruguay computa 37.165 y en Suiza, el país europeo que acoge a un mayor número de emigrantes, tienen su domicilio habitual 34.114 electores gallegos.