Un hombre de 50 años con apariencia de turista del este adinerado y especialista en fingir infartos para evitar pagar la cuenta después de disfrutar suculentas comidas en altos restaurantes, ha vuelto a los calabozos tras una nueva detención. Conocido como el 'gastrojeta' para la Policía Nacional de Alicante, este individuo ha arrestado esta vez por varios hurtos de carteras y tiendas comerciales en Benidorm.
Se trata de su vigésimo tercer arresto y consiguiente noche en la celta para en un año, motivadas todas ellas por pequeñas estafas en locales de la zona turística de la comunidad valenciana, sobre todo en Alicante. Allí, el 'gastrojeta' simulaba sufrir infartos previos a recibir la cuenta para llenarse el estómago de comida y salir sin pegar ni un céntimo. El último en profanarse ha sido este martes 2 de enero a las 15:25 horas, cuando huía de un local de venta de artículos chinos siendo perseguido por el vendedor, recoge EFE.
La última jugada del 'gastrojeta'
Aunque a primera vista causa la impresión de ser "el típico turista ruso", en realidad es un ciudadano lituano que no habla español, aunque sí parece que lo entiende; y sin domicilio conocido. También se sabe que está en Alicante desde, al menos, el mes de noviembre de 2022, cuando se le arrestó por primera vez.
El 'gastrojeta' actuaba tanto comidas como en cenas e incluso en su historia se reflejan comandas propias de "tapeo". Exigía comer arroces con bogavantes o entrecots con el denominador común de acompañarlos con varios whiskys, siempre 'White Label' para ser específicos. Por ejemplo, el pasado 21 de septiembre, un juzgado de Alicante decretó la prisión provisional por reincidencia tras un juicio rápido por no pagar una comida por valor de 34,85 euros para, al ser descubierto, tirarse en medio de la puerta fingiendo un infarto.
Cuando tras pasar dos noches en los calabozos de la Policía Nacional le preguntó el juez si admitía su reinicidencia, este individuo sin domicilio conocido se limitó a sonreír. Fue entonces enviado a prisión varias semanas.
Sin embargo, las dos últimas capturas, ambas a mediados de diciembre, tuvieron un modus operandi diferente: estas dos fueron motivadas por hurtos y en una de ellas, concretamente, por tratar de llevarse una botella de whisky valorada en 28,10 euros.
En cambio, la última jugada de este ciudadano lituano de 50 años le ha situado en Benidorm y ha puesto en el foco el robo de carteras y de centros comerciales de la localidad valenciana. A las 15:25 horas de la tarde del 2 de enero, el 'gastrojeta' era detenido nuevamente tras huir de un local de venta de artículos chinos siendo perseguido por su vendedor.
Una patrulla policial les interceptó y comprobó que este había sustraído un chaleco y un vaper, todo con valor de 30,49 euros, aunque en el registro a sus pertenencias se descubrieron otros enseres presuntamente también robados en el acto. Entre ellos una tarjeta de crédito que constaba como sustraída el 29 de diciembre a las 21 horas en una bolera de Benidorm.
Una vez trasladado a los calabozos de la comisaría de la Policía Nacional de Benidorm, el 'gastrojeta' se ha acogido a su derecho a no declarar, como hace habitualmente tras ser arrestado por unos delitos que siempre son considerados 'leves'.