Las super estrellas tienen fama, dinero y encima suelen tener un físico envidiable. Tener la vida casi resuelta acaba por aburrirles y optan por convertirse en ‘el cuerpo del delito’. Protagonizar altercados de todo tipo, como en botica, les acaba conduciendo a dar con sus huesos… y sus músculos, en la cárcel. Y es que en cuestión de delitos no importa lo famoso que seas: ni esposas recubiertas con brillantes de Swarovski, ni limusinas policiales. El arresto es el mismo que para cualquier ciudadano. Hoy repasamos nueve ejemplos de ‘malotes’ que se pasaron de la raya durante este 2014.