El último contacto oficial entre el Gobierno y la Generalitat tuvo lugar a primeros de este mes cuando la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría almorzó con Josep Duran Lleida, portavoz de CiU en el Congreso. Por esas fechas se aireó una visita de Artur Mas a la Moncloa que nunca existió. Fue el propio Duran quien este fin de semana, en el transcurso de una cena informal con la comisaria europea Viviane Reding, comunicó a los comensales que el actual bloqueo en las conversaciones entre el Estado y el Gobierno catalán dejará paso a nuevos contactos en las próximas semanas, muy posiblemente antes de las elecciones europeas. Moncloa no ha emitido ningún comentario sobre esta posibillidad.
Rajoy no celebra un encuentro con Mas desde final del verano pasado, antes de que el presidente de la Generalitat anunciara oficialmente la fecha y la pregunta de la consulta secesionista que su Gobierno pretende plantear a la sociedad catalana. Después de este paso, el presidente del Gobierno considera que ya no hay demasiado ámbito de diálogo con CiU.
Soberanía y financiación
La reanudación del diálogo no tiene fecha prevista pero versará en torno a la soberanía, probablemente sobre aspectos de financiación, el monotema interminable, según confirmaron fuentes de CiU en Madrid a este diario. El comentario de Duran no fue acompasado de gesto alguno por parte de la Moncloa ni de la Generalitat. Coincidió, eso sí, con la visita oficial que el Príncipe de Asturias y de Girona lleva a cabo estos días a Cataluña con motivo de la celebración del Congreso Mundial de Móviles, inaugurado este lunes en la Ciudad Condal y que congrega a más de veinte mil personas del sector.
Mas compartió mesa con don Felipe en la cena oficial del domingo en el Palacete Albéniz y ayer se encontraron dos veces en el recorrido por la Feria. La casualidad propició que la foto oficial del Príncipe con Mas tuviera lugar en el stand de España, ante un descomunal mapa de la geografía española. Minutos después, la comitiva se trasladó al stand de Cataluña y se repitió la fotografía, ya ante un mapa de la comunidad catalana mucho menor.
Los mensajes de Mas
A lo largo de estas horas de la gran Exposición del mundo de las telecomunicaciones, Artur Mas ha tenido la oportunidad de emitir varios mensajes ante visitantes diversos. El más comentado fue el de la cena inaugural en el que ante decenas de directivos del sector, insistió en las teorías soberanistas sobre Cataluña como nación y su lugar en el mundo. La comisaria Reading, luxemburguesa, que en su día fue galardonada con la Cruz de San Jordi por su labor en pro del catalán en la UE, también terció en el asunto y apeló a ambas partes a "negociar con mentalidad abierta y sin líneas rojas".
"¿Líneas rojas?", respondió desde Génova una reaparecida Dolores Cospedal, después de cuatro semanas ausente de la rueda de prensa de los lunes. Cospedal recordó que todos los países tienen "líneas rojas" que son sus leyes y su Constitución. En ese mismo sentido va a pronunciarse este martes en el Congreso de los Diputados el presidente del Gobierno durante su discruso del Debate de la Nación. Mariano Rajoy insistirá en los planteamientos que ha defendido hasta la fecha, es decir, que está dispuesto a hablar con Mas lo que sea necesario pero que no puede negociar sobre la soberanía nacional, ya que es algo que no está en su mano puesto que es potestad de todos los españoles.
En este asunto el PP y el PSOE van de la mano, aunque formalmente muestren algunas discrepancias. Pero Rajoy y Rubalcaba coinciden en la imposibilidad de que se apruebe un referendum secesionista en Cataluña. Otra cosa es que el primer partido de la oposición plantee la posibilidad de revisar la Constitución para incluir elementos propios de un Estado Federal. Algo con lo que jamás estará de acuerdo la Generalitat ya que nada tan ajeno a los postulados de un partido soberanista como un estructura federal del Estado.