España

La Generalitat Valenciana camufló 1.100 millones de déficit a través de empresas de grandes eventos

La política de grandes eventos de la Generalitat Valenciana no ha servido sólo para exhibir la Comunidad. También le ha permitido ocultar su déficit real. Según los datos de la Sindicatura de Cuentas, los sucesivos gobiernos valencianos crearon una red de sociedades públicas con capacidad de endeudarse sin que su agujero contabilice como parte del déficit público. En total, la red de 46 sociedades creadas por el govern han camuflado un agujero de 9.000 millones de euros en deudas todavía pendientes de pago y que no figuran en la contabilidad oficial del déficit.

La política de grandes eventos de la Generalitat Valenciana no ha servido sólo para exhibir la Comunidad. También le ha permitido ocultar su déficit real. Según los datos de la Sindicatura de Cuentas, los sucesivos gobiernos valencianos crearon una red de sociedades públicas con capacidad de endeudarse sin que su agujero contabilice como parte del déficit público. En total, la red de 46 sociedades creadas por el govern han camuflado un agujero de 9.000 millones de euros en deudas todavía pendientes de pago y que no figuran en la contabilidad oficial del déficit.

La Generalitat Valenciana (que evitó la insolvencia ante Deutsche Bank por el adelanto de fondos provisto por el gobierno central) ha creado a lo largo de la última década tres sociedades con agujeros millonarios: la Sociedad de Parques Temáticos (SPTCV), que incluye los contratos de Fórmula 1, Terra Mítica o la Ciudad de la Luz, se endeudó en 310 millones de euros después de que el govern le concediera otros 650 millones de los presupuestos públicos. La operación se repitió con el circuito de competición de motociclismo (que sacó del capítulo del déficit casi 8 millones de euros) y con la Ciudad de las Artes y las Ciencias (CACSA) que, pese a haber recibido 1.868 millones de fondos públicos, asumió casi 500 millones de deudas más que tampoco computaron como déficit. En total, casi 900 millones de deuda oculta a fecha de 2010 (cuando se registraron las últimas cuentas ante la Sindicatura) que quienes auditan las cuentas públicas estiman a día de hoy en 1.100.

La legislación estatal contempla la posibilidad de crear empresas públicas para aquellas sociedades cuyos ingresos comerciales permitan financiar, al menos, la mitad de sus costes. Pero la Generalitat Valenciana sumó a esa legislación la suya propia: modificó la Ley de Hacienda Pública de la Generalitat mediante un Decreto Legislativo de 26 de junio de 1991 que permitía a esas empresas un endeudamiento ilimitado.

Con esa capacidad, las 46 sociedades públicas de la Generalitat Valenciana han servido para generar un endeudamiento que la Sindicatura de Cuentas estima en 9.000 millones de euros y que engordarían un 42% el déficit declarado oficialmente hasta los 33.500. La Generalitat sólo reconoce 24.500 millones de agujero. Si se suman los intereses de la deuda, las fuentes consultadas estiman que el déficit real podría rondar los 43.000 millones, casi el doble de la cifra oficial.

 

Un holding de sociedades para mantener el déficit oculto

 

El plan de ajuste que presentó ayer el gobierno de Alberto Fabra no ha hecho desaparecer esas 46 sociedades como se anunció inicialmente sino que las ha agrupado en 6 holdings diferentes. Así pues, las 46 empresas seguirán operando (ahora agrupadas por áreas de actuación) con lo que la Generalitat podrá seguir ocultando parte de su déficit real.

La Comunidad Valenciana ha convertido la creación de empresas públicas en una seña de gobierno. Sin embargo, otras dos autonomías han recurrido con más intensidad a esa fórmula que permite sacar deuda pública del balance del déficit: son Cataluña y Madrid que –según los datos de la Central de Balances del Banco de España— han recurrido con mayor intensidad a esas operaciones para financiar sus infraestructuras.

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