Las reuniones técnicas entre funcionarios de España y Reino Unido para abordar la negociación sobre la situación en la que quedará Gibraltar una vez que se haga efectivo el "brexit", han sido pospuestas debido a la configuración del nuevo ejecutivo español, según ha informado el Gobierno de Gibraltar. Las reuniones estaban convocadas en Madrid los próximos 14 y 15 de enero.
En un comunicado hecho público esta noche el gobierno gibraltareño asegura que "debido a los próximos nombramientos de ministros y la formación del Gobierno en España" estas reuniones técnicas "se pospondrán". Las reuniones técnicas se convocaron para preparar la implementación del Protocolo de Gibraltar en el Acuerdo de Retirada entre el Reino Unido y la UE y los cuatro Memorándums asociados.
Por su parte, el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, ha remitido una carta de felicitación por su entrada en el Gobierno al secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, en la que traslada su confianza para "entablar" un diálogo con el nuevo Ejecutivo "que respete el derecho del pueblo de Gibraltar a determinar su propio futuro".
Picardo ha remitido una misiva al líder de la formación morada tras conocerse que ocupará la Vicepresidencia de Derechos Sociales y Agenda 2030 en el gobierno de coalición con el PSOE liderado por Pedro Sánchez para felicitarle por esta designación. En la misiva, el ministro principal del Peñón traslada su "más sincera esperanza" para lograr un diálogo "verdadero" que respete "el derecho de Gibraltar de determinar su propio futuro".
En este sentido, Picardo ha destacado las positivas palabras que los representantes del partido morado han realizado en el Congreso de los Diputados en este sentido. En una entrevista en noviembre de 2018, justo cuando se negociaban las garantías sobre Gibraltar en el Marco del Brexit, Iglesias trasladaba su apoyo a Sánchez para defender a la gente trabajadora del Campo de Gibraltar pero no para "patrioterismos extraños" en relación con el Peñón.
Salida de la UE
Gibraltar será obligatoriamente un foco de interés en la política del próximo Gobierno porque la UE debe comenzar ahora a negociar su relación futura con Reino Unido y, conforme al acuerdo de salida, todo aquello que afecte a Gibraltar necesitará el visto bueno de España.
Este derecho de veto, que el Gobierno español consiguió ya al principio de las negociaciones, estuvo a punto de hacer naufragar el acuerdo del Brexit en 2018, porque el Gobierno de Sánchez consideró que la redacción no ofrecía garantías suficientes.
El escollo se salvó con una declaración del Consejo y de la Comisión Europea y la afirmación, en la Cumbre de diciembre de ese año, de que "no sólo se deberá contar con el acuerdo de España, sino que los acuerdos que afecten a Gibraltar deberán ser acuerdos separados a los que se concluyan con Reino Unido por parte de la UE".