La portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha advertido, de cara al próximo 8 de marzo, de que no es el momento de concentraciones ni de manifestaciones masivas y pide celebrar este Día de la Mujer "con voz alta y clara, pero sin poner en riesgo la salud ni la seguridad" de los ciudadanos.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Montero ha recordado que la celebración del Día de la Mujer del pasado año fue señalado "de forma injusta" por algunas formaciones políticas como origen de la pandemia en España, aunque en esas fechas se celebraran también partidos de fútbol, conciertos y hasta mítines.
"Este año, siguiendo la recomendación de los expertos, la celebración del Día de la Mujer será diferente, distinta, pero no por ello menos reivindicativa", ha dicho la portavoz del Gobierno, que ha llamado a celebrar y reivindicar el feminismo "con voz alta y clara", pero sin correr riesgos.
Ha destacado que el hecho de no poder celebrar en la calle ese 8 de marzo no le quita "ni un atisbo de fuerza a nuestras demandas y reivindicaciones". "Para eso tenemos nuestra imaginación y capacidad de expresarnos en diferentes formatos".
"Prudencia y cautela"
"La prudencia tiene que marcar esta celebración. No sólo la del -8M, sino todas las que se convoquen, porque sería impensable que las mujeres hagan un ejercicio de responsabilidad y en paralelo hubiera otros colectivos que estén saliendo a las calles en un día que no les corresponde", ha advertido.
Así, ha reclamado "prudencia y cautela" y ha expresado su deseo de que el próximo año el 8-M "tenga otra apariencia y podamos disfrutarlo de otra manera".
En su comparecencia, la portavoz del Gobierno ha condenado, asimismo, el presunto asesinato machista de una mujer en Torrejón de Ardoz (Madrid), que, de confirmarse, supondría la cuarta víctima mortal en lo que va de año.
El Ejecutivo ha aprobado una declaración institucional de cara al 8-M en el que reafirma su compromiso y apoyo al movimiento feminista y a sus demandas.
Montero ha asegurado que el Gobierno es consciente del "largo camino que queda por conquistar" para alcanzar la igualdad real y efectiva, especialmente en el contexto de esta pandemia que ha concentrado en las mujeres un "mayor sufrimiento, brechas salariales y abandono de puestos de trabajo".
"Políticas útiles"
El Ejecutivo ha subrayado su compromiso en convertir las declaraciones en "políticas útiles" para la sociedad, con mirada de género y desde la perspectiva de la igualdad y ha recordado que las cifras constatan una mayor dificultad de las mujeres para acceder a un puesto de trabajo y a la promoción laboral.
Al mismo tiempo, son ellas las que sufren más precariedad, peores pensiones y las que se ocupan de las tareas domésticas y cuidados.
En la declaración institucional, el Gobierno ha destacado que España se ha convertido en uno de los epicentros de las grandes movilizaciones feministas que desde el 2018 se han sucedido en todo el mundo y se ha consolidado en el ámbito internacional y multilateral como uno de los países impulsores de los avances en la igualdad de género.
"El empuje feminista institucional y social, sin embargo, no ha conseguido que los avances se aceleren ni que estos se consoliden. Entonces ¿cuáles son las resistencias que bloquean lo que ya existe dentro y fuera de las instituciones? Las respuestas son múltiples, pero hay una incontestable: la resistencia al avance feminista se explica por ser mujeres", señala.