¿Imaginan un mundo en el que cada rincón sea la escena de un crimen? ¿Una especie de CSI inmersivo para que la Guardia Civil reúna pruebas contra un asesino o criminal? Ahora existe -por supuesto, en el plano virtual- y es de gran utilidad para los guardias civiles que, en la academia, adquieren las destrezas necesarias para esclarecer un caso. Ese es el espíritu con el que surge el proyecto Locard, desarrollado en cooperación entre los ámbitos público y privado, y que ya ha despertado el interés de cuerpos policiales de diversos países. Una experiencia en la que los investigadores ponen a prueba sus técnicas forenses.
El citado proyecto se basa en un software con el que los instructores pueden recrear escenarios de crímenes. El alumno que se sumerja en esta realidad virtual debe seguir todos los protocolos establecidos en las prácticas forenses: búsqueda de huellas dactilares, toma de fotografías de elementos interesantes para la investigación, recogida de muestras, señalamiento de indicios e, incluso, el adecuado precinto del lugar donde se han desarrollado los hechos.
De este modo, el Servicio de Criminalística de la Guardia Civil y la empresa Seabery Soluciones han desarrollado el proyecto Locard, con una aplicación inmediata en el Centro Universitario del Instituto Armado, donde algunos de los alumnos ya han puesto a prueba este CSI virtual en el que analizan las pruebas del crimen. Este mundo virtual cuenta con experiencia multijugador -permitiendo la colaboración en un caso entre dos alumnos separados físicamente- y la generación de escenarios múltiples.
El proyecto con la Guardia Civil
"A partir de ahora, la Guardia Civil continuará trabajando en el Proyecto Locard para mejorar las funcionalidades de este sistema y abrir nuevas líneas de investigación para la aplicación de esta tecnología a otros ámbitos del amplio espectro de especialidades del cuerpo", señalan fuentes del Instituto Armado. El proyecto, además, ha suscitado el interés de otros países, como Portugal, Italia, Argentina o Armenia.
El teniente coronel Manuel Pozo, del centro universitario de la Guardia Civil, destaca que este proyecto sirve "para todo tipo de delito", "todo tipo de escenario" y "todo tipo de muestra huella o vestigio que se encuentre en el escenario de un crimen": "El proyecto es una idea que surgió hace cinco o seis años y que hemos logrado después de este tiempo desarrollar utilizar la innovación tecnológica para estudiar y para aprender a utilizar los protocolos para analizar la escena de un crimen".
Según detalla el teniente coronel Pozo, cuando se decidió abordar este proyecto se sondeó el mercado mundial pero "no se encontró nada en ningún país que se le pareciera": "Decidimos abordarlo hace cinco o seis años ya, hemos llegado a desarrollarlo hasta el día de hoy".
La Dirección General de la Guardia Civil acogió este jueves la presentación del software, en un acto que contó con la presencia del secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, la directora general del Instituto Armado, Mercedes González, y numerosos mandos del cuerpo. También con la de Basilio Marquínez, presidente ejecutivo de Seabery, la empresa que ha desarrollado el software en colaboración con la Benemérita.
Desde la Guardia Civil destacan que esta tecnología también se aplicará para potenciar la "estandarización" y la "interoperabilidad" mediante la formación conjunta con otras agencias y servicios, nacionales y extranjeros, a través de medios telemáticos que reduzcan los desplazamientos de los agentes.
Los ejercicios
Por su parte, Seabery detalla las fases a las que se enfrentan los investigadores cada vez que se sumergen en este 'CSI virtual'. La primera, basada en el "aislamiento", permite a los agentes la selección adecuada del uniforme de trabajo y la delimitación de la escena del crimen. Después, en la fase de "observación", se toman fotografías panorámicas y se determinan las tácticas de rastreo. A continuación, en la delimitación de pasillos, los investigadores rastrean y crean los pasillos adecuados para poder moverse por la escena del crimen.
Atendiendo a la búsqueda de indicios, los guardias civiles inspeccionan el escenario en busca de indicios no visibles, señalizan los localizados y toman fotos de detalle. Por último, al abandonar la zona, toman fotos panorámicas de salida, salen de la escena y hacen una nueva foto del precinto.
Protocolos, todos ellos, inherentes a la inspección de una escena del crimen. Con este sistema, la Guardia Civil dispondrá de tantas escenas como quiera simular, con el objetivo de formar a los investigadores en la resolución de los casos.