La Guardia Civil vuelve a señalar a la cúpula de ETA como responsable intelectual de otro de los atentados de la banda terrorista. En un informe entregado a la Audiencia Nacional, los agentes apuntan esta vez a nueve miembros del aparato ejecutivo y militar de ETA por su papel en el atentado terrorista con coche bomba al magistrado del Tribunal Supremo José Francisco Querol Lombardero el 30 de octubre del año 2000.
En un denso oficio, al que ha tenido acceso Vozpópuli, la Guardia Civil señala a Ignacio Gracia Arregui (alias Iñaki de Rentería); Asier Oyarzabal (alias Baltza); Miguel Albisu (Mikel Antza); Vicente Goiocoechea Barandiarán (alias Willy y mano derecha de Antza); María Soledad Iparraguirre (Anboto); Juan Antonio Olarra Guridi (Jon); Ainhoa Múgica (Olga) Ramón Sagarzazu (Txango) y Javier García Gaztelu (alias Txapote).
Los responsables del comando Buruhauste (Txapote, Jon y Olga, dieron instrucciones sobre su funcionamiento, les dotaron de material y facilitaron información sobre potenciales objetivos entre los que se encontraban empresarios, políticos y militares
Como ya hiciera en otras causas abiertas también en la Audiencia Nacional (tales como la del atentado de Santa Pola en 2002 o el asesinato de Miguel Ángel Blanco), la Guardia Civil sostiene que la cúpula de ETA jugó un papel clave en el atentado que aquí se investiga. Al respecto señala a los jefes del aparato político y militar por impartir las órdenes necesarias para facilitar los medios que empleó el comando Buruhauste en el atentado contra el entonces magistrado de la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo.
Los jefes de ETA
El informe policial da respuesta al requerimiento del juez Santiago Pedraz, el cual solicitó información concreta sobre los miembros de ETA que formaban parte de la Zuba (el comité ejecutivo) en octubre de 2020, así como los integrantes del aparato logístico de la banda terrorista. El objetivo era analizar la autoría intelectual de los máximos responsables de ETA en el asesinato de Querol; línea de investigación que se abrió a tenor de la querella interpuesta por el abogado Miguel Ángel Rodríguez Arias en nombre de la asociación Dignidad y Justicia.
Los agentes se amparan en la numerosa documentación incautada en Francia tras varios golpes asestados a la banda, así como en las confesiones de los miembros del comando que perpetró el atentado. Al respecto destaca el acta de declaración policial de la etarra Ana Belén Egües Gurruchaga, quien, en noviembre de 2001, manifestó que el comando Buruahuste dependía directamente de la dirección de ETA en Francia y que era ésta la que impartía las directrices a seguir en cada momento.
De hecho, dijo que los seis miembros de este comando, durante el tiempo que permanecieron en un piso clandestino de Francia, recibieron la visita de los jefes de ETA ‘Txapote’, Olarra Guiridi (Jon) y Ainhoa Múgica (Olga). Ellos fueron los que les trasladaron que iban a integrar un comando que se desplazaría a España para llevar a cabo acciones terroristas, entre ellas, el atentado que ahora investiga la Audiencia Nacional, motivo por el cual la Guardia Civil les señala como máximos responsables del comando desde 1999 hasta que fueron detenidos en 2001 (a excepción de ‘Ainhoa’).
El material del atentado
"Días antes de la acción terrorista cometida contra el Sr. Querol Lombardero, a través de un 'enlace', los integrantes del comando Buruhauste recibieron la orden de trasladarse a Francia, concretamente a la localidad de Argelès-sur-Mer, donde habrían recibido la visita de sus responsables en Francia al objeto de 'comentar los diversos acontecimientos de su campaña en Madrid', siendo altamente probable que uno de los temas a tratar fuera el atentado contra el Sr. Querol Lombardero", reza el informe de la Guardia Civil.
De hecho, los autores materiales del atentado confesaron que el material con el que confeccionaron el artefacto explosivo lo recibieron dos meses antes desde Madrid. Los terroristas lo trasladaron a Salamanca, que fue donde prepararon el material que metieron en una olla y colocaron en el vehículo de la víctima, que estaba ubicado en la Avenida Badajoz de Madrid.
Los comandos eran un mero instrumento de una Ejecutiva que decide qué hay que hacer, por qué hay que hacerlo y cómo
Además, la Guardia Civil alerta de que, días antes de llevar a cabo el atentado terrorista recibieron a través de un enlace la orden de trasladarse a Francia para mantener una cita orgánica. Tras el atentado, los miembros de ETA viajaron al país vecino donde fueron recogidos por Juan Antonio Olarra Guridi y trasladados a un piso en el que permanecieron tres semanas. Durante ese tiempo se entrevistaron con los jefes ahora señalados por la cúpula; en concreto con Txapote y con Ainhoa.
Los comunicados
Además, para acreditar la responsabilidad de los jefes de ETA en los atentados, la Guardia Civil alude también a los comunicados emitidos entonces en los que reivindicaban la autoría de los atentados. Al respecto cabe recordar que tras la detención en Francia de Mikel Antza (máximo responsable del aparato político de ETA) se le incautaron un total de 165 comunicaciones de la banda, entre comunicados, notas de prensa y entrevistas, que se difundieron entre enero de 1992 y 2002. Entre ellos se encontraba el del asesinato al magistrado Querol.
"A nivel directivo, la integración entre todos los aparatos era altísima. Queda claro que todos los comandos quedan reducidos a la condición de mero instrumento de una Ejecutiva que decide qué hay que hacer, por qué hay que hacerlo y cómo hay que hacerlo. Las acciones delictivas responden siempre al desarrollo de una estrategia diseñada por el comité ejecutivo y se enmarcaba en campañas concretas que ETA anunciaba y explicaba mediante comunicados", concluye el informe.
123probando
Vale, pero no os metáis con Otegui que es un hombre de paz. Y si no lo es pues da igual, tiene votos que negociar en el parlamento.