En relación a las distintas actuaciones iniciadas desde hace varios días, centradas en la investigación sobre la desaparición del empresario Jesús María González Borrajo, la Guardia Civil ha localizado restos óseos en un pozo de sondeo en una finca agrícola en el término municipal de Manzanares (Ciudad Real), por el momento sin identificar.
La investigación, desarrollada por agentes de la Unidad Central Operativa y de la Comandancia de Ciudad Real, está dirigida por el Juzgado de Instrucción nº2 de Manzanares. Las diligencias aún se encuentra bajo secreto de sumario.
Este caso, que ahora revisan los investigadores de la UCO, arrancó el 19 de junio de 2019, cuando se perdió la pista de Jesús González Borrajo. Éste, empresario de 55 años, había quedado un individuo llamado Antonio Caba para cobrar la cobrar la venta de dos vehículos de alta gama. Desde momento no se supo nada más de él.
Las pesquisas de los investigadores permitieron determinar Antonio Caba, junto a un cómplice llamado Gaspar Rivero -un conocido ludópata de Manzanares-, estaría relacionado con la desaparición de otro empresario, Juan Miguel Isla.
Mismo 'modus operandi'
La forma de actuar en ambos casos fue similar. Caba y Rivero fueron detenidos por la Guardia Civil por el asesinato de Isla, y ahora tratan de esclarecer la desaparición similar de Jesús González Borrajo.
Las investigaciones les han llevado hasta el pozo de Manzanares, en Ciudad Real, donde ahora se han localizado los restos óseos.
Según los indicios que manejan los investigadores, Caba habría acabado con la vida de Borrajo y después se puso en contacto con Rivero para que le ayudara a deshacerse del cadáver. En una reconstrucción que tuvo lugar la semana pasada, los dos principales sospechosos fueron trasladados desde la prisión de Herrera de la Mancha (Ciudad Real) hasta la ubicación del pozo para colaborar en la recreación.
Versiones contradictorias
En ese primer encuentro la declaración de ambos imputados fue contradictoria. Manifestaron varios emplazamientos donde ocultaron el cuerpo. Rivero aseguró que el homicida descuartizó el cadáver y lo ocultaron en un pozo. Finalmente, los restos óseos han sido localizados este martes.
En las labores participaron agentes del GEAS, del GREIM, de Criminalística y los encargados en un principio de la investigación, que es la Policía Judicial de la Comandancia de Ciudad Real.