España

Detenido un informático que fabricaba en su casa viagra y pastillas contra la obesidad

La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha desmantelado un laboratorio clandestino instalado en un domicilio particular de Sevilla en el que se fabricaban medicamentos contra la obesidad y la disfunción eréctil con productos farmacológicos adquiridos en China.

  • Bolsas con pastillas intervenidas en el laboratorio clandestino de medicamentos.

Informático de profesión, había encontrado en la fabricación clandestina de fármacos su negocio. J.A.L.C. de 32 años compraba en China sibutramina y centermina a través de Internet, dos principios activos supresores del apetito, y taladafil y sildenafil, que se utilizan en la formulación de medicamentos con distintas denominaciones destinados al tratamiento de la disfunción eréctil, para los que es necesario prescripción facultativa. La compra de estos medicamentos la simulaba como si se tratara de metilcelulosa, un producto natural con numerosas aplicaciones, para no levantar sospechas.

Al mismo tiempo adquiría en nuestro país de manera legal botes, etiquetas, cartonajes y sustancias químicas utilizadas como excipientes, tales como cafeína, lactosa o benzocaína, entre otras, con las que fabricaba los medicamentos. Para adelgazar imitaba una marca comercial norteamericana, actualmente retirada del mercado, Phen 375, que envasaba en botes de entre treinta y sesenta comprimidos, y en el caso del medicamento contra la disfunción eréctil recurría a un producto muy popular en las redes sociales, aunque de comercialización prohibida, el Vigour 800, que vendía en envases de diez comprimidos cada uno.

El 62 % de los medicamentos que se adquieren por Internet son falsos o no cumplen con los estándares de calidad

Para la fabricación de los medicamentos disponía en su domicilio de un complejo laboratorio artesanal, carente de las mínimas condiciones de salubridad, en el que almacenaba importantes cantidades de sustancias farmacológicas prohibidas y excipientes. También disponía de maquinaria, como una encapsuladora, una envasadora-contadora de comprimidos, compactadora, mezcladora y útiles para el envasado y empaquetado de los productos. Una de estas máquinas había sido construida por el detenido a través de tutoriales de Internet.

Informático de profesión, la venta de los medicamentos la hacía a través de un servidor radicado en otro país para dificultar su identificación, si bien se introducía también en algunos foros para adelgazar en los que se hacía pasar con una mujer que comercializaba productos de este tipo. Posteriormente remitía las ventas por servicio de paquetería.

Controles en aeropuertos

El hallazgo del laboratorio fue posible gracias al control en el aeropuerto de Lieja (Bélgica) de uno de los paquetes con un kilo de sibutramina remitido desde China y en tránsito en dicho país. Con esa cantidad de producto, cuyo precio ronda los 400 o 500 euros el detenido podía fabricar seis mil pastillas a razón de un euro cada una, lo que le reportaba unos enormes beneficios. Los investigadores han descubierto que el detenido había comenzado a vender sus productos también en Portugal.

La sibutramina está suspendida en la Unión Europea por asociarse su consumo a efectos adversos graves de tipo cardiovascular, ya que produce un aumento de la frecuencia cardíaca y de la presión sanguínea, pudiendo producir accidentes cardiovasculares como infarto de miocardio e ictus.

Un estudio de la Alianza Europea para el Acceso a Medicamentos Seguros señala que el 62 por ciento de los medicamentos que se adquieren a través de Internet son falsos o no cumplen con los estándares de calidad. Además, los medicamentos falsificados suponen un grave riesgo para la población, ya que contienen componentes incorrectos o dosis inadecuadas de los principios activos, y no están sometidos a ningún control sanitario.

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