"Ven con nosotros. Dejaremos en paz a tus padres, a tus hermanas y a tus hermanos. Ven con nosotros y te ayudaremos, te daremos dinero", dijo un mena maliense, describiendo sus encuentros cuando era adolescente con yihadistas que habían atacado a su aldea. "Pero no puedes confiar en ellos porque matan a tus amigos delante de ti". El joven huyó en 2023 y llegó a Canarias antes de establecerse en Barcelona. Se negó a ser identificado por Reuters este mes de septiembre por temor a represalias contra los miembros de su familia que permanecían en Mali. Como ese migrante hay 1.000 más en Canarias a la espera de un acuerdo de la CC.AA y el Gobierno central para rehacer sus vidas como asilados en la UE al proceder de un conflicto armado.
La totalidad de los inmigrantes que murieron este fin de semana y los 48 que están desaparecidos después de que su barco volcara la madrugada del sábado a escasos siete kilómetros de El Hierro, en lo que amenaza con ser el incidente más mortal de este tipo en 30 años de travesías hacia Canarias, pueden contar perfectamente lo mismo que se ha relatado el joven ahora establecido en Barcelona procedente de Canarias del párrafo anterior. Los migrantes que intentaban llegar a las costas españolas de Canarias serían de Sahel y Senegal, mayormente, aunque habrían salido de Mauritania. De este último país a las islas prácticamente no llegan nacionales por vía marítima irregular.
El gobierno mauritano ha accedido a que haya Frontex pero en el desierto para frenar incursiones yihadistas y de las tropas rusas de Wagner en su suelo, no en la costa, donde prefiere que ese espacio sea de control español a efectos de cooperación en seguridad. Y Bruselas no quiere meterse en ese problema porque podría tener consecuencias de seguridad muy graves en Europa: despertar los lobos solitarios que hay en el Viejo Continente. "No tenemos ninguna influencia sobre los grupos extremistas de estos países", ha dicho el general Ron Smits, jefe de las fuerzas especiales holandesas.
En la actualidad, Frontex sobre el norte de África elabora numerosos seguimientos de situación a partir de imágenes de los satélites lanzados por la UE en el marco del programa Copernicus. Los Estados miembros también se benefician de ello: el servicio Eurosur, lanzado en 2014, ha proporcionado imágenes de satélite en 1.147 casos en los últimos tres años, aunque la frecuencia de los satélites de la UE está disminuyendo drásticamente. Una posible razón: "Frontex utiliza casi exclusivamente satélites comerciales de muy alta resolución (0,3 m - 4 m)", como se afirma en una respuesta parlamentaria de la agencia a la eurodiputada Özlem Demirel, y ha gastado alrededor de 16 millones de euros en ello desde 2022. También se sabe que Frontex utiliza satélites de retransmisión de la "autopista de datos espaciales" de Airbus para la transmisión rápida de datos. Pero esto en Canarias de momento no sirve para frenar la hemorragia de cayucos y en Mauritania no hay ni medios humanos para vigilar el negocio pesquero, que es el que realmente genera divisas al país.
Los datos del grupo estadounidense de seguimiento de crisis Armed Conflict Location & Event Data (ACLED) apuntan que el número de actos violentos que involucran a grupos yihadistas en Burkina Faso, Mali y Níger casi se ha duplicado desde 2021. Desde principios de este año, ha habido una media de 224 ataques al mes, frente a los 128 de 2021.
El coordinador regional de migración y desplazamiento de la Federación Internacional de la Cruz Roja, Insa Moussa Ba Sane, ha señalado que es un factor determinante en el aumento de la migración desde la costa de África occidental y esa es la ruta que tiene dinamitado los servicios sociales de Canarias que, a su vez, el Gobierno central no logra que se distribuyan por el resto de España para cumplir las obligaciones internacionales. Ba Sane señala que "el conflicto está en la raíz del problema, combinado con los efectos del cambio climático", dijo, describiendo cómo las inundaciones y las sequías contribuyen tanto a la violencia como al éxodo de las zonas rurales a las urbanas. "Los dos principales grupos terroristas veteranos están ganando terreno. La amenaza se está expandiendo geográficamente", dijo Seidik Abba, presidente del grupo de expertos CIRES en París, refiriéndose a Al Qaeda y el Estado Islámico.
El pasado 17 de septiembre, después de entrar sin ser detectados en la capital de Mali hace varias semanas, los yihadistas atacaron justo antes de las oraciones del amanecer. Mataron a decenas de estudiantes en una academia de policía de élite, irrumpieron en el aeropuerto de Bamako e incendiaron el avión presidencial, informa Reuters. Eclipsado por las guerras en Ucrania, Medio Oriente y Sudán, el conflicto en el Sahel rara vez aparece en los titulares mundiales, pero está contribuyendo a un fuerte aumento de la migración de la zona a Canarias, en un momento en que los partidos antiinmigración de extrema derecha están avanzando y algunos estados de la UE están estrechando sus fronteras.
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de la ONU, la ruta hacia Europa que ha experimentado un mayor incremento este año es la que pasa por los países costeros de África occidental para llegar a las islas Canarias. Los datos de la OIM muestran que el número de migrantes que llegan a Europa desde los países del Sahel (Burkina, Chad, Malí, Mauritania, Níger, Nigeria, Senegal) aumentó un 62% hasta 17.300 en los primeros seis meses de 2024, en comparación con los 10.700 del año anterior. Un aumento que la ONU y la OIM han atribuido a los conflictos y al cambio climático.
