El equipo de rescate del pequeño de dos años que se precipitó este domingo a un pozo de Totalán (Málaga) ha encontrado el primer rastro del menor: una bolsa de chucherías que Yulen llevaba en la mano en el momento de su caída.
Se encontraba en el suelo del fondo, a 78 metros de profundidad, hasta donde han podido introducir una cámara con el fin de localizar al niño. El pozo tiene, en realidad, 110 metros de profundidad y 25 centímetros de ancho, pero no han podido llegar hasta el fondo por el momento debido, según señalan diversas fuentes, a un desprendimiento de tierra.
Aún se desconoce si hay agua en el fondo del agujero, que según la Subdelegación del Gobierno, se trata de un orificio de prospección para, precisamente, buscar agua. Un centenar de personas participan en el operativo de rescate del niño desde las 14 horas de ayer, domingo, cuando el padre del pequeño y el 112 avisaron a la Guardia Civil de que había caído por el agujero, un orificio de prospección para la búsqueda de agua, en esa zona de la sierra.