El caso de la muerte de Esther López continúa siendo una incógnita. Tras estar desaparecida durante 25 días, un detenido, la aparición de su cuerpo este sábado y la autopsia que determina la existencia de traumatismos internos, ahora hay muchas hipótesis sobres su fallecimiento.
Esther López, de 35 años y vecina de Transpinedo (Valladolid), desapareció la madrugada del 12 al 13 de enero. Casi un mes después se halló su cuerpo, tras búsquedas e incansables batidas para encontrarlas, sin conocer qué había ocurrido para ese fatal desenlace.
La autopsia aún no ha determinado cómo perdió la vida ni cómo acabó en el lugar donde fue encontrada -en la cuneta de una localidad, sin estar enterrada-, pero sí ha indicado que existen traumatismos internos, por lo que la muerte no fue natural.
La joven sufrió uno o varios golpes, aunque sus consecuencias no se observaron a simple vista y tuvo que ser a través de un TAC la manera de localizar los taumatismos internos.
Aún está pendiente el análisis de muestras recogidas por los forenses y que llegarán al Instituto Nacional de Toxicología de Madrid. Estas determinarán, previsiblemente, las causas de la muerte.
Con la investigación abierta y numerosos flecos, los encargados del caso tienen varias hipótesis para estudiar cómo se produjo el fallecimiento de Esther López.
Homicidio o accidente
Ha sido una de las primeras hipótesis que se ha barajado desde la desaparición y el hallazgo del cuerpo de la joven vallisoletana.
Tras la autospia, se supo que no se había tratado de una muerte natural, pero, sí fue violenta, podría hacer sido de varias maneras: un homicidio, un accidente o un suicidio.
Según ha informado Ángel Moya en TVE, el suicidio ha quedado descartado, puesto que el golpe que sufrió no se produjo en la cabeza o sitio accesible para la mujer.
La primera opción podría ser verosímil. Esther podría haber sido víctima de golpes, con puñetazos y patadas que hubiesen provocado esas hemorragias internas.
Un accidente de tráfico
El lugar en el que se halló el cuerpo podría haber dado un giro a la investigación. Al hallar el cadáver de la joven en una cuneta, se podría haber tratado de un accidente de tráfico, como apuntan varios medios.
La vallisoletana, según el testimonio de dos de sus amigos, se habría quedado en las inmediaciones del lugar tras bajarse de un coche.
Una fatal caída
Finalmente, y sabiendo que no hay datos que certifiquen que se trate de un homicidio, la causa de la muerte también podría ser una caída accidental. El golpe de una caída podría haber provocado los traumatismos internos.
El hallazgo del cuerpo
La gran incógnita es cómo llegó el cuerpo de la joven al lugar donde se halló. La pregunta es si el cuerpo ha estado durante casi un mes en el lugar del hallazgo o si, por el contrario, fue trasladado allí posteriormente.
El cadáver se encontró a la intemperie por un paseante el pasado sábado. Ese lugar no fue objeto de batida porque las autoridades consideraron que por allí paseaba mucha gente cada día.
Al ser un lugar de tránsito, la duda está en cómo ha podido permanecer allí durante 25 días sin que nadie haya sido consciente.
Los sospechosos
Hasta el momento, la Policía ha comenzado a investigar a tres sospechosos. Dos de sus amigos, así como un varón apodado 'el Manitas'.
Los dos primeros contaron sus versiones a las autoridades, pero cayeron en contradicciones.
En el caso de 'el Manitas', de 48 años, ha sido el único detenido. Fue arrestado el 22 de enero, compareciendo ante el Juzgado y acogiéndose a su derecho de no declarar.
Tras no hallar restos de ADN ni en la casa ni en el coche del acusado, fue puesto en libertal provisional, aunque con la obligación de comparecer todos los días ante el juez, y con la prohibición de salir de España.
No obstante, fue puesto en libertad hace ya días, tras reconocer que Esther había dormido en su casa "hace mucho tiempo" y que hacía dos o tres meses que no la veía.