Por si 13 jornadas de huelga de limpieza viaria no fueran suficientes, dentro de 10 días se avecina otro paro masivo en la capital: afectará, por ejemplo, a la frecuencia de los semáforos y a las señales de los túneles, demorando el tráfico más de lo normal, y también tocará la iluminación municipal, es decir, farolas y similares; además, perjudicará el cuidado de los 140 kilómetros de galerías de servicio y de las 580 fuentes ornamentales (Cibeles, Neptuno) que tiene Madrid. Es la huelga que, de acuerdo con lo que ha sabido este medio, convocaron ayer los sindicatos que trabajan en el alumbrado público, fuentes históricas y galerías, que protestan contra el nuevo contrato integral, el cual podría suponer una cantidad ingente de despidos.
Los tres son servicios hace tiempo externalizados que ejecutan empresas privadas. Por eso, como ocurrió con el contrato integral de limpieza viaria, los nuevos pliegos diseñados por el Ayuntamiento de Madrid, que aún no se han publicado, no incluirán el compromiso de mantener los empleos. Una condición sine qua non para ir no ir a la huelga, en opinión de los representantes sindicales de este colectivo de 550 efectivos: la ausencia de tal compromiso (pese a la insistencia de Ana Botella y su equipo de asegurar lo contrario durante el verano) fue la que desencadenó el ERE y a continuación la todavía fresca huelga de barrenderos. El más de medio millar de trabajadores puede verse ahora en la calle porque las empresas adjudicatarias no están obligadas a subrogar la plantilla. Probablemente informarán este miércoles de la decisión.
Ahí no termina la letra pequeña del concurso, que parte de una adjudicación de 780 millones para los próximos ocho años. Se promueve una rebaja de precios que determinará la firma ganadora, la cual con toda seguridad reducirá la oferta mediante la única vía posible: reducción de sueldos y despidos.
El contrato 'clava' el de limpieza: las empresas no deberán subrogar la plantilla y tirarán los precios para ganar
La convocatoria de huelga del comité de empresa está fechada para el próximo 2 de diciembre y fue notificada a la Consejería de Empleo, Turismo y Cultura. Los representantes sindicales de la UTE Luz de Madrid, actual prestataria de estos servicios, también enviaron una carta a la alcaldesa informándola del paro y animándola a negociar. Ambos avisos se produjeron este martes por la mañana, mientras se celebraba la tensa comisión de Movilidad y Medio Ambiente del Ayuntamiento, en la que toda la oposición cargó furibundamente contra la actitud del equipo de Gobierno. Las palabras de Botella en ABC sobre la revisión del derecho de huelga incendiaron a la edil socialista Ruth Porta, que acusó al PP de estar "diciendo cosas que la derecha española no se atrevía a decir desde la transición para que no se notase su falta de convicciones democráticas".
Vozpópuli ya introdujo la letanía de convocatorias contra las políticas de Botella en los servicios públicos esenciales: protestas impulsadas por la aparición de contratos integrales permisivos con las empresas en una ciudad que soporta una carga terrible de deuda (cercana a 8.000 millones) y sin Juegos Olímpicos que justifiquen una mínima inversión. Se avecinan más huelgas en la recogida de basuras (una de las más sensibles para la ciudadanía, al ser una de las más insalubres) o en la reparación de la infraestructura viaria. Tras las últimas negociaciones con los sindicatos de limpieza, nadie del Ayuntamiento ha hablado de modificar, cambiar o retirar los contratos integrales.
Sea como fuere, dentro de unos días los semáforos pueden funcionar más lentamente y las farolas emitir una luz más tenue.
