Pablo Iglesias ha atacado este martes con fuerza a Pedro Sánchez. El exvicepresidente segundo ha participado en un encuentro organizado por la Generalitat de Cataluña para reflexionar sobre el conflicto independentista. E Iglesias ha lamentado que el jefe del Ejecutivo se haya reconciliado "con quienes le defenestraron".
El también exlíder de Unidas Podemos considera que el abrazo de Sánchez con el expresidente Felipe González simboliza la nostalgia de los socialistas por el pasado que tuvieron. Según Iglesias, el PSOE debería asumir el mando de la dirección de Estado junto a los morados y el resto de partidos independentistas y de izquierda del arco parlamentario para iniciar una serie de reformas que conduzcan a España a un modelo de Estado federal o confederal que pase, indefectiblemente, por una República.
Iglesias, no obstante, es muy pesimista, porque no ve al PSOE por la labor. El exvicepresidente cree que la formación de Sánchez es la que, en este ciclo político, vuelve a estar llamada a encabezar un proceso de reforma y de creación de un nuevo andamiaje constitucional que dé un nuevo encaje a la "plurinacionalidad".
Al PSOE le toca hacer lo que no quiere hacerPablo Iglesias, exvicepresidente del Gobierno
"Al PSOE le toca hacer lo que no quiere hacer. Hay una nostalgia del pasado y una falta de ambición para construir el propio proyecto político que debe hacer. Si alguien estaba legitimado para cortar con el viejo PSOE era Pedro Sánchez. Pero no ha querido construir un poder alternativo, si no reconciliarse con quienes le defenestraron. Si el PSOE sigue soñando con un escenario en el que gobierne en solitario… si no renuncian a ese sueño nostálgico no serán capaces de llevar a ningún puerto el papel que los electores le han dado", ha reflexionado Iglesias.
"El Estado autonómico está agotado. Fue una solución, pero está agotado", ha zanjado Iglesias. "Hay una oportunidad histórica. No tanto por el contexto internacional, que es aterrador, sino por cómo ha cambiado en España la correlación de fuerzas que dejó la Transición. Durante ese período se fue capaz de articular jurídicamente una correlación de fuerzas complicada entre elites franquistas y democráticas", ha analizado Iglesias.
"ETA fue un aglutinador de la identidad de la democracia española"
Pero el exdirigente morado considera que el panorama ha cambiado y que el sistema de partidos abre una ventana para iniciar cambios que el PP y Vox no solo no apoyarán, sino que estarán dispuestos a revertir: "Hay dos alternativas. O PP y Vox o que el PSOE se vea obligado a gobernar con fuerzas con las que nunca hubiera querido gobernar y cambiar la forma en que se organiza la economía del país y la cuestión territorial".
Iglesias ha hecho una descripción de la manera en que, según él, se construyó políticamente España tras a muerte de Franco. Y ha vuelto a recordar, como ya ha hecho en otras ocasiones, que PSOE y PP han sido, junto al PNV y a la antigua CiU, los partidos que dieron forma a la democracia. Esos partidos, además, dice Iglesias, compartieron la base sobre cómo configurar el país en materia económica y política. Y en ese contexto, dice, hasta el terrorismo etarra contribuyó a crear identidad democrática.
"ETA fue un aglutinador de la identidad de la democracia española", ha remachado Iglesias. El exlíder morado se ha mostrado, en todo, caso, pesimista por el devenir de la mesa de diálogo entre Moncloa y Generalitat que él mismo contribuyó a asentar. Iglesias considera que en ella o se habla de "soberanías compartidas" o no irá a ningún lado. No obstante, Iglesias ha recordado que ERC es, junto al PSOE, el partido que debe tomar las riendas de la situación política para articular esa oportunidad de reforma del Estado.
Eso sí, el exlíder de Podemos ha lanzado un aviso a los independentistas: "Es muy difícil derrotar a un Estado. Quien plantee un enfrentamiento directo está condenado a que ocurra lo que ha ocurrido en estos tiempos: que el Estado tome protagonismo". Iglesias ha señalado que ese protagonismo del Estado está encarnado por fuerzas muy conservadores. En concreto, el exvicepresidente segundo se ha referido a la judicatura como el epicentro de fuerzas oscuras que pretenden mantener el estatu quo.