El líder de Podemos, Pablo Iglesias, tuvo acceso en enero de 2016 al contenido de la tarjeta SIM que presuntamente el excomisario José Manuel Villarejo robó del móvil de Dina Bousenhalm, su exasistente en el Parlamento Europeo. Sin embargo, el ahora vicepresidente segundo del Gobierno tardó "algunos meses" en entregársela y cuando lo hizo la tarjeta no funcionaba.
Así se desprende de las contradictorias declaraciones judiciales que ambos prestaron ante el magistrado de la Audiencia Nacional José Manuel García Castellón el pasado 27 de marzo, a las que ha tenido acceso Vozpópuli tras el levantamiento del secreto de sumario.
Durante su declaración, según los audios a los que ha tenido acceso este periódico, Iglesias asegura que recibió la tarjeta de memoria robada a Bousenhalm de manos del presidente del Grupo Zeta, Antonio Asensio, y que "estaba muy asustado" después de ser advertido de que el dispositivo contenía "fotos íntimas" de su pareja.
"La examiné allí mismo, en una computadora que me facilitó el señor Asensio, y comprobé que efectivamente se trataba de fotos íntimas, pero no de mi pareja, sino de la señora Dina Bousenhalm. Fotografías íntimas y, digamos, material que hay en el teléfono móvil de cualquiera, de trabajo, de viajes...", afirmó Iglesias ante el juez.
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Según fuentes fuentes del caso, en su declaración como testigo, Asensio no solo no hizo referencia a ese estado de ánimo de Iglesias, sino que trasladó a la redacción de Interviú que el líder de Podemos dijo que no le preocupaba el contenido de la tarjeta. Versión corroborada en la declaración del entonces director de la revista, Alberto Pozas, investigado en la causa.
"Él (Asensio) me entregó aquella tarjeta SIM, me entregó incluso un lector para observar esas fotografías a través de una computadora, y algunos meses después yo entregué esa tarjeta SIM a la señora Bousenhalm", añadió Iglesias.
Versiones contradictorias
El líder de Podemos, según su testimonio, tuvo acceso al contenido de la tarjeta en enero de 2016 y unos meses después, en julio del mismo año, OKDiario empezó a publicar informaciones que presuntamente provenían del teléfono de Bousenhalm.
Sin embargo, y a pesar de ser consciente de que la tarjeta de memoria robada incluía fotos íntimas de su ex asistente y documentos de trabajo de Podemos, Iglesias tardó varios meses en entregarle a Bousenhalm la tarjeta. Según el testimonio de la mujer, el líder de Podemos le hizo entrega de la tarjeta SIM después de las informaciones publicadas por OKDiario y, cuando lo hizo, el dispositivo no funcionaba.
"A él le intentan dar una tarjeta SIM, que tengo aquí, con fotos íntimas supuestamente mías. Me dice que le han intentado vender las fotos pero que al final se las han dado porque se han equivocado. Decían que eran fotos de su pareja, pero yo no era su pareja. Entonces, me llama y me dice: 'Mira, tengo esta tarjeta SIM que contiene fotos tuyas y que nunca he llegado a abrir, porque nunca me ha funcionado'", indicó Bousenhalm en su interrogatorio.
https://youtube.com/watch?v=38pEObXHL2s
No funcionaba
Según se desprende de la declaración de Bousenhalm, Iglesias nunca le comunicó que el Grupo Zeta le hubiera entregado "un lector" para poder acceder al contenido de la tarjeta, como sí señaló ante el juez el líder de Podemos. "Intenté verla en el móvil pero nunca me funciona. No sé si es que la bloquearon para que sean solo de lectura solo para una persona", indicó la ex asesora de Iglesias.
"De hecho, yo intenté recuperar (los datos de) la tarjeta SIM, quise mandarla en este caso a Berlín, pero no lo hice nunca y la dejé en el olvido hasta ayer que (Pablo Iglesias) me dijo: 'Oye, tráete la tarjeta SIM que te di. ¿Te acuerdas?'. La he traído por si quisieran cotejarla", añadió.
Iglesias calló el robo del móvil cuando recibió en Zeta la tarjeta de memoria, calló esa circunstancia mientras se publicaban informaciones sobre él y sobre otros dirigentes de Podemos
Calló durante meses
En otra aparente contradicción entre las versiones de ambos, Iglesias aseguró en su declaración ante el juez que Dina Bousenhalm tuvo acceso al contenido de la tarjeta robada, mientras que la ex asesora asegura que ella nunca vio el contenido.
El líder de Podemos reconoció que se llevó la tarjeta tras su reunión con Asensio, pero no se la entregó a Dina Bousenhalm hasta "algunos meses después", sin que el magistrado ni los fiscales anticorrupción indagaran por qué tardó tanto tiempo.
Iglesias calló el robo del móvil cuando recibió del Grupo Zeta la tarjeta de memoria, calló esa circunstancia mientras se publicaban informaciones sobre él y sobre otros dirigentes de Podemos en distintos medios. No lo dijo hasta comparecer, tres años más tarde, en la Audiencia Nacional, donde sí detalló que esas publicaciones se produjeron en momentos políticamente relevantes. En ese momento dio origen a una denuncia específica sobre las cloacas del Estado, que fue un argumento principal de su campaña en las siguientes elecciones generales.
Daño a Podemos
En su declaración, el actual vicepresidente del Gobierno explicó al juez que deducía que el robo del teléfono de su asesora en el Parlamento Europeo "era un encargo profesional". También puso de manifiesto que determinadas informaciones que se publicaron en OKDiario, cuyo origen era el teléfono de Bousenhalm, hicieron "daño" a su formación política.
Finalmente, Iglesias dijo intuir que la investigación que se lleva a cabo en la Audiencia Nacional sobre el robo del teléfono móvil de su asistente formaba parte de "algo más grande".
Iglesias, que en su declaración aseguró que Antonio Asensio “se portó como un auténtico caballero” y que ningún medio del Grupo Zeta publicó las informaciones, dejó pasar varios meses antes de entregar a Dina la tarjeta. A la pregunta de si Iglesias sí tuvo acceso, Bousenhalm respondió de forma categórica: “Él lo vio”.