Malestar entre los policías. Sobre todo, entre aquellos que luchan contra el crimen organizado y el terrorismo. El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, prepara una reforma de la estructura del CNP que incluye la creación de una hasta ahora inexistente División de Inteligencia Estratégica y Planificación, un órgano de "captación, recepción, tratamiento y análisis de la información" que dependerá directamente de él y de su número dos, el comisario Eugenio Pino. Dicha división, bautizada ya irónicamente como la 'superCIA de Cosidó', provoca el recelo de los agentes que hasta ahora se encargan precisamente de recabar los datos de la lucha contra el crimen organizado y el terrorismo ya que, en su opinión, "duplicará la burocracia y no mejorará la eficacia", según han señalado en los últimos días altos responsables de grupos operativos a este diario.
"¿Para qué cambiar algo que funciona? La Guardia Civil no lo ha hecho", protesta un agente que afectado por la medida
Dicha División de Inteligencia, de hecho, aglutinará toda la información sobre delincuencia y terrorismo que se generé en el resto de unidades policiales, desde los servicios centrales hasta la comisarias locales. Para ello, contará con dos brigadas. Una, llamada de Seguimiento y Coordinación, dedicada a "la supervisión y control de la ejecución de los planes que se diseñen", según el texto de dicha reforma a la que ha tenido acceso Vozpópuli. Además, gestionará "la estadística como base de conocimiento de la realidad delincuencial". La segunda brigada será la de Planificación y Prospectiva, dedicada a "recabar, recibir, integrar y elaborar todas las informaciones de carácter estratégico, evaluciones de amenazas y riesgos y otros análisis relevantes". Además, se encargará de "diseñar planes estratégicos y operativos de caracter corporativo" y "proponer la definición y asignación de recursos humanos y materiales a los programas y planes operativos".
Con esta nueva estructura, el propio documento reconoce que se "unifica, bajo una misma dirección, la inteligencia, la coordinación operativa, la planificación y su seguimiento y control. [...] De esta manera todos los niveles directivos de la Organización tienen la información necesaria en la que basar la toma de decisiones". Los autores del mismo aseguran que el modelo ha sido tomado de "los países de nuestro entorno" y que con ello pretende acabar con "los sistemas de información e inteligencia policial disgregados, con distintas bases de datos y metodologías diversas" que, en su opinión, existen en la actualidad.
Los autores del proyecto de reforma recalcan que "la información generada se gestiona con la nueva estructura para que fluya a todos los niveles de la organización que deban conocerla y, con el apoyo de una plataforma tecnológica única, se logra una coordinación operativa integra entre las diferentes áreas policiales". Asímismo, destacan que estará estrechamente relacionada con otro órgano de nueva creación, la División de Cooperación Internacional, de la que dependerán, entre otras, la oficinas en España de Interpol, Europol y Sirene (el sistema de control de fronteras del tratado Schengen).
Sin embargo, este planteamiento teórico es rechazado de plano, precisamente, por los policías que actualmente integran las unidades de información en la lucha contra el crimen organizado y el terrorismo. "Se duplica la burocracia y, por tanto, se perderá eficacia", apunta uno de ellos. Otro insiste que con la estructura que quiere imponer Cosidó "no se podría haber realizado una operación como la que permitió detener a los Tigres de Arkan", en referencia a la captura del asesino serbio Luka Bujovic y tres de sus hombres en Valencia el pasado mes de febrero. "Se necesitó una fluidez de información con las autoridades serbias que una estructura tan rígida y dedicada a controlar todo como la que pretende instaurar Cosidó no sólo no la hubiese facilitado, sino que, al contrario, la hubiese entorpecido", destaca con evidente malestar otro agente.
Mayor gasto
Para la mayoría de los agentes consultados y a los que afectará directamente la puesta en marcha de la nueva 'SuperCIA de Cosidó', la creación de ésta "sólo servirá para gastar dinero y enfrentar a las Comisarías Generales de Información y Policía Judicial". Lo cierto es que numerosos policías actualmente destinados en los grupos operativos de la lucha contra el crimen organizado y, en menor medida, contra el terrorismo han comenzado a comentar en privado su intención de pedir el traslado a otras unidades si finalmente el proyecto se pone en marcha. "¿Para qué cambiar algo que funciona con tan buenos resultados? La Guardia Civil ni lo ha hecho ni se lo plantea", insistía uno de estos agentes.