El juez que instruye el ‘caso Nóos’ ha comenzado ya a preparar el interrogatorio de la infanta Cristina con el convencimiento de que la Audiencia Provincial de Palma no frenará la imputación de la hija del Rey pese al recurso de sus abogados, según revelan fuentes cercanas al magistrado. José Castro tiene ya dibujadas las grandes líneas de su investigación e incluso preguntas concretas que ya ha plasmado en el auto de imputación.
El interrogatorio del juez instructor busca, en primer lugar, determinar el grado de conocimiento que Doña Cristina de Borbón tenía sobre las irregularidades atribuidas a Iñaki Urdangarin bajo lo que Castro define como "el grado de confianza que depositara en su esposo o los recelos que pudiera albergar sobre sus actividades". En segundo lugar, investigará su participación en la estructura societaria de Aizoon. Para ello, el magistrado tiene previsto preguntar a la infanta "qué tipo de dinero era del que estaba en cada momento disponiendo en su beneficio" y por qué aprobó las cuentas de la sociedad. Según muestran los documentos del Registro Mercantil de Barcelona, la esposa de Urdangarin firmó las cuentas de Aizoon durante 9 años, de 2004 a 2012, así como el "informe de gestión" de la compañía.
El juez no sólo tiene listas ya esas líneas generales del interrogatorio, sino que ha dibujado incluso algunas preguntas concretas que —según fuentes cercanas al magistrado— se plasman ya en su auto de imputación. Así, pretende preguntar a Doña Cristina:
- “¿Qué motivaciones le llevaron a participar el 11 de febrero de 2003 en la constitución de una sociedad que su marido bien podía haber constituido de manera unipersonal y que, formalmente al menos, nunca ha repartido beneficios?”. La intención de la pregunta no sólo está dirigida a individualizar la responsabilidad de Doña Cristina sino también a determinar si —como dijo el notario de Aizoon— se utilizó a la infanta como “escudo fiscal” ante Hacienda y ella fue consciente de ello.
- “¿Tuvo alguna gestión fáctica en la gestión cotidiana de la sociedad?”. El eje argumental de la defensa de la infanta es que nunca conoció las irregularidades de su marido. Entre las cuestiones que el magistrado prepara, figura la de si se ausentó o no de las conversaciones que Torres y Urdangarin mantuvieron cuando compartían "momento lúdicos".
- “¿Por qué no utilizó su paritario potencial participativo en Aizoon S.L. para instar la presentación de rectificaciones de liquidaciones anteriores supuestamente defraudatorias?”. La infanta abandonó el 20 de marzo de 2006 su cargo de vocal de la Asociación Instituto Nóos de Investigación Aplicada ante las primeras denuncias de irregularidades. El parlamento balear llegó a registrar una pregunta parlamentaria que evidenciaba esas denuncias y sospechas. Sin embargo, Doña Cristina no abandonó la empresa que compartía al 50% con su marido ni rectificó unas cuentas que habrían registrado ingresos presuntamente fraudulentos.
- "¿A qué obedecía que Aizoon S.L. transfiriera el 27 de diciembre de 2006 a la cuenta abierta en La Caixa y de la que era cotitular con su marido 125.000 euros + 25.000 euros y que ese mismo día se traspasara el dinero a la cuenta de que era titular su marido?". Esa operación no aparece recogida en las Cuentas Anuales de 2007, aprobadas en 2008 y sugiere la existencia de una simulación de compraventa de acciones.
El juez confía en que la Audiencia Provincial no anulará el interrogatorio en esta ocasión y ha comenzado a subrayar ya lo que pretende poner de manifiesto en esa toma de declaración: las garantías que asisten a la infanta, a la que se recuerda que puede optar por no declarar o declarar sólo a alguna de las partes o a alguna de las preguntas. “Nada impide que incluso esta posibilidad pueda ser desaprovechada ejerciendo su derecho a negarse a declarar, hacerlo selectivamente respecto de quienes pretendan interrogarla o también selectivamente de las preguntas que se le formulen”, sostiene Castro.
Las facturas, a examen
El juez Castro tiene intención de revisar también las facturas que la infanta cargó a Aizoon. Según consta en la documentación que maneja el juez, hay tres grupos de facturas con tres tratamientos diferentes de cara al interrogatorio:
- El primer grupo de facturas referidas a lo que el juez considera “conceptos vagos” y de “ridícula cuantía” (tickets de aparcamiento, respostaje de combustible, consumiciones en bares y cafeterías) que no serán investigados.
- Un segundo grupo relacionado con las actividades de Aizoon (alojamientos en el Albertgo Santa Chiara de Roma y servicio de limusiona en 2008, alojamiento en el Hotel Millennium de Nueva York en 2007, facturas de Zonoene Lodge de Mozambique donde se especifica que se aloja "S.A.E. Cristina de Borbón" en 2008, facturas de Bodegas Baigorri de 1.357,20 euros o botas de señora compradas en Nueva York el 16 de noviembre de 2007) en las que el juez descarta hacer gestiones para conocer qué consumió Doña Cristina por su difícil gestión.
- Finalmente, un tercer grupo íntimamente ligado a la hija del Rey (viaje a Río de Janeiro con sus cuatro hijos que pagó Aizoon o el cuadro de 4.400 euros que pagó personalmente Doña Cristina en 2005, 1.814,52 euros gastados en material didáctico infantil con cargo a la empresa o 39.567,60 euros de mobiliario para el palacete de Pedralbes que se cargó a la empresa) que habría servido para disminuir su base imponible en el IRPF y aumentar su desgravación en el Impuesto de Sociedades dando lugar al “doble fraude fiscal” que describe el magistrado. Ese tercer grupo de facturas serán los que centren el interrogatorio del juez.
Castro seguirá preparando el interrogatorio independientemente del ritmo que mantenga la Audiencia Provincial de Palma, que debe revisar los recursos que los abogados tienen previsto presentar en menos de cinco días.