Esteban González Pons declaró ayer como testigo ante el juez que instruye el caso Nóos. En su comparecencia, el actual vicesecretario de Estudios y Programas del PP aseguró que la firma de un convenio con el Instituto Nóos, previo acuerdo con el Gobierno de la Generalitat Valenciana, no comprometió ni un solo euro público, pero también reveló el plan urbanístico que le propuso Iñaki Urdangarin y que el gobierno regional desechó: la construcción de un macroproyecto en el entorno natural de L'Albufera.
El entonces conseller de Territorio del gobierno de Francisco Camps explicó al juez José Castro cómo la fundación que presidió el duque de Palma trató de vender un proyecto para construir una Valencia Olímpica, plan que no llegó a ver la luz por la oposición de la propia Generalitat. La idea requería la recalificación de los terrenos del parque natural valenciano, espacio protegido por su alto valor ecológico, para después llevar a cabo un macroproyecto urbanístico. Por un lado se contemplaba la construcción de viviendas en la zona de El Saler y por otro la de un puerto deportivo en la desembocadura del nuevo cauce del Turia, además de otras infraestructuras de comunicación en pleno corazón de L'Albufera.
El proyecto estaba amparado por el promotor inmobiliario Enrique Bañuelos, por entonces presidente de la desaparecida Astroc. Según fuentes jurídicas presentes en la declaración de González Pons, el diputado del PP explicó además que la Generalitat rechazó dicho proyecto. Sin embargo, González Pons sí firmó un convenio el 23 de diciembre de 2005 con el Instituto Nóos para celebrar en Valencia unos Juegos Europeos con la autorización del Gobierno regional, presidido en ese momento por Francisco Camps.
