Los resguardos de los proveedores de Aizoon suponen un golpe a la estrategia de defensa de la Infanta Cristina. El equipo jurídico dirigido por Miquel Roca sostiene que fue Iñaki Urdangarin el único responsable y conocedor de las actividades de la empresa y que la Infanta desconocía las actividades de su marido. Pero los resguardos de pagos a terceros remitidos esta semana al juez señalan que la Infanta participó personalmente en trámites como la compra de obras de arte utilizando el nombre de Aizoon.
"La persona que escogió y reservó la obra fue S.A.R. Doña Cristina", afirma la galería
Según consta en los e-mails de respuesta al juez Castro y en los llamados “modelos 347”, en el año 2006 la galería de arte Sala Parés de Barcelona vendió un cuadro de 4.400 euros a Aizoon. “La persona que escogió y reservó la obra fue S.A.R. Doña Cristina de Borbón, Infanta de España”, afirma la galería en respuesta al juez que asegura que “quien atendió personalmente a S.A.R. en la galería fue el entonces director de la misma”.
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La explicación remitida por la galería refleja que, frente a lo argumentado por la fiscalía y la defensa de la Infanta, Doña Cristina realizó personalmente gestiones de la sociedad. El destino del cuadro puede ser ahora clave para darle una mayor o menor relevancia penal ya que:
- Si la compra tuvo como destino a Aizoon, podría situarla directamente en la esfera de la gestión de la empresa, ya que implicaría que Doña Cristina disponía de capacidad para aprobar partidas de gastos e ingresos y que, por tanto, conocía las cuentas de la sociedad
- Por el contrario, si el cuadro hubiera sido destinado para su uso personal, la compra podría constituir una irregularidad administrativas. La Fiscalía, en su recurso del pasado 3 de abril, ya apuntaba que incluso aunque pudiera probarse "el hecho de que gastos personales de los cónyuges Iñaki Urdangarín y Doña Cristina de Borbón y Grecia hayan sido imputados como costes de la mercantil Aizoon SL, ello no es constitutivo de ilícito penal, pudiendo ser considerado, en todo caso, como mera irregularidad administrativa".
El desconocimiento argumentado, también en jaque
En cualquier caso, las últimas evidencias incorporadas al sumario sugieren que el papel de la Infanta habría sido más activo de lo que los abogados de su defensa habían argumentado hasta el momento. Ese elemento constituye en sí mismo un revés a la línea defendida hasta el momento.
De igual modo, los documentos remitidos al juez Castro diluyen también la solidez del desconocimiento de la Infanta. Según publicó el diario El Mundo, la Infanta recibía los extractos bancarios de la tarjeta de crédito de Aizoon. Esa correspondencia estaba dirigida personalmente a ella hasta que se dio una orden explícita a BBVA para que no incluyera su nombre y apellidos en la documentación que se le remitía. Ese hecho complica también la línea de defensa de que la Infanta desconocía la actividad económica de la empresa y de su marido.
EL JUEZ INCORPORA A LA CAUSA LOS E-MAILS DE LA REINA
El juez Castro ha incorporado a la causa los e-mails que cruzaron el Duque de Palma y la Reina en el año 2003 y que habían sido aportados por el ex socio de Urdangarín, Diego Torres.
En ellos, la Reina Sofía agradecía a Urdangarín que le hubiera informado sobre la empresa. Ese extremo es el que confiere valor al correo porque, según la defensa de Diego Torres, implica que la Casa Real estaba al corriente de las actividades de los Duques de Palma y que no sólo el Rey sino también la Reina conocían sus actividades.
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El resto de la conversación ha tenido que ser incorporato al sumario para admitir la carga que pudiera derivarse de ese extremo, afirman fuentes cercanas al juez.