La sociedad Aizoon que la infanta Cristina preside desde 2011 tiene todavía 547.000 euros en sus cuentas de origen ilícito, desviados desde el Instituto Nóos, según las últimas investigaciones sobre el caso. Este remanente de dinero podría ser el argumento que necesita el juez Castro para poder imputar a la hija del rey por un delito de blanqueo de capitales, ya que la entidad es propiedad al 50% de los duques de Palma.
Según una información que publica el diario El Mundo, la infanta preside Aizoon desde 2011, tras ocupar la Secretaría del Consejo de Administración. La cifra actual -a la que habría que sumar los 3.000 euros de capital social que el matrimonio depositó para la constitución de la sociedad- es inferior a la que alcanzaban las cuentas un año antes -684.341 euros- y bastante inferior si se mira dos años atrás, cuando Aizoon poseía 953.109 euros.
El juez instructor ya tiene acreditado que la hija del rey utilizó los fondos de esta sociedad para todo tipo de gastos personales, desde cuadros para el palacete de Pedralbes o ropa de lujo hasta compra de música en internet o hasta safaris por África. Una vez demostrado que fue ella quien realizó personalmente las compras y que en ese caso no se puede alegar, como en otras ocasiones, que los movimientos de Aizoon eran obra de Urdangarin sin que la infanta tuviese conocimiento, Castro busca ahora poder demostrar que tenía pleno conocimiento de la procedencia de los fondos para poder imputarla por blanqueo de capitales. Por esto los investigadores ponen en relieve su condición de máxima responsable actual de Aizoon y que también ocupara un cargo en la directiva del Instituto Nóos.