La caída en los sondeos de Podemos tras el pacto con Pedro Sánchez y su desplome a nivel territorial ha generado movimientos telúricos en el espacio de la izquierda. Después del fracaso de Más País, de Íñigo Errejón, y a la espera de su reorganización, existen otras formaciones que están naciendo y que quieren heredar parte del legado del experimento morado nacido hace tan solo seis años y ahora en dificultad.
A nivel catalán, un partido llamado Izquierda en Positivo quiere surgir de las cenizas de los Comunes de Ada Colau para lanzarse como nueva opción de izquierda “no nacionalista” en las autonómicas de febrero. De momento ha fichado a Celia Cánovas, la exsenadora de Podemos muy crítica con su antiguo partido. Pero fuentes conocedoras de los movimientos de Izquierda en Positivo aseguran que existen negociaciones abiertas para anunciar otras incorporaciones.
Contra los nacionalismos "reaccionarios"
Izquierda en Positivo se define como un partido que cree “en el internacionalismo y en la unidad de la clase trabajadora. Porque el nacionalismo y el independentismo solo beneficia a la clase privilegiada”. En su decálogo, el partido promete luchar por una sanidad “pública de calidad, universal y gratuita”, así como una “educación pública de calidad”, el derecho a un trabajo digno y el acceso a una vivienda digna, la mejora del sistema público de pensiones y derechos medioambientales.
Aunque la clave de su posición atañe a la relaciones con los nacionalismos. En este ámbito, Izquierda en Positivo se desmarca radicalmente de Podemos y los Comunes de Colau. Califican a los nacionalistas de “reaccionarios” y de “incompatible” una relación con su partido. “No hay que obviar que no solo los partidos de izquierdas han flirteado con los secesionistas. Los dos partidos que se han turnado en el Gobierno desde la Transición, PP y PSOE, han estado pactando constantemente con esos partidos nacionalistas y cediendo a sus constantes chantajes, a cambio de intereses puramente partidistas”, recoge la documentación interna de Izquierda en Positivo.
Izquierda en Positivo debe recopilar los avales necesarios para poderse presentar a las elecciones. Pero fuentes del partido afirman que "no tendrán problema en hacerlo", puesto que ya lo lograron en las últimas elecciones generales, en las que empezaron su travesía. Algunos en el partido creen que podrán obtener representación en el futuro Parlament de Cataluña: aspiran a obtener unos escaños en Barcelona y Tarragona, aprovechándose de la caída de Colau y de los Comunes.
En su portal afirman tener el respaldo de Carlos Jiménez Villarejo, el ex fiscal Anticorrupción que hace años entró en las listas de Podemos. El ex dirigente comunista Paco Frutos, que falleció en julio de 2020, también se había acercado a Izquierda en Positivo.
Alianzas en más territorios
La presencia de Podemos en el Gobierno y los bandazos de Colau generan, según las fuentes de Izquierda en Positivo, el caldo de cultivo para la eclosión de una nueva izquierda no nacionalista. La esperanza de este proyecto es abrirse un hueco y luego buscar alianzas en otros territorios. El trabajo no falta, pero los promotores aseguran que se han reunidos con varios sectores sociales interesados en apoyarles frente a un Ejecutivo nacional que sigue sin convencer a muchos colectivos.
La última iniciativa de Izquierda en Positivo ha sido, por ejemplo, pedir la dimisión de Pablo Iglesias por la denuncia falsa de acoso sexual contra el exabogado de la formación José Manuel Calvente. El nuevo partido habla de “hostigamiento” contra el letrado “por denunciar supuestos delitos en Podemos”.
“Pablo Iglesias ha hecho de estas acusaciones su caballo de batalla repitiendo en multitud de actos estas invenciones. Creemos firmemente que esta actitud ha provocado gran daño a todas las mujeres que sí reciben acoso realmente y que tienen todo nuestro apoyo. Desde el momento que un vicepresidente del Gobierno realiza reiteradamente una acusación falsa, pueden quedar en entredicho denuncias reales”, explican en un comunicado lanzado esta semana.