La mala evolución de la pandemia en Cataluña ha provocado que el Gobierno de la Generalitat contemple seriamente la posibilidad de aplazar elecciones. A la espera de una decisión definitiva, los expertos aseguran que entre 40.000 y 80.000 catalanes podrían ver en riesgo su derecho a ejercer el voto el próximo 14 de febrero.
Estas proyecciones han sido formuladas por Álex Arenas, físico experto en evolución de pandemias, y unas de las voces que ha ofrecido asesoramiento al Govern. "Si no hay confinamiento en enero, las proyecciones más optimistas para los cinco días antes de la fecha electoral muestran que habrá unos 40.000 catalanes que verán en riesgo su derecho a voto", explica Arenas a instancias de Vozpópuli.
Estos datos podrían empeorar hasta los 80.000 catalanes que no pueden votar, añade. Hay otras variables a tener en cuenta, como el número de infectados diarios que se van acumulando, además de los contactos estrechos que tenga cada uno de estos nuevos contagios.
Además, aunque se trata de cifras aproximadas, nada apunta a que el Ejecutivo considere "actuar con antelación" para que estos cálculos que manejan desde la Universitat Rovira i Virgili (URV) acaben siendo una sobreestimación. Es decir, solo serían susceptibles a varias si finalmente se aplican restricciones mayores a partir de enero. "Si deciden que el 1 de enero nos confinan a todos los cálculos variarían, pero tal y como vamos mis cálculos son de mínimos", advierte.
Límite: 15 de enero
El Gobierno de la Generalitat se da de plazo hasta el próximo 15 de enero para tomar una decisión definitiva sobre un eventual aplazamiento. Aunque su posición oficial es que se podrán celebrar en la fecha inicialmente prevista y garantizando la seguridad sanitaria, en el decreto de convocatoria publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) especificaban que la cita con las urnas se podría "posponer" más allá del 14 de febrero por motivos de salud derivados de la pandemia.
"Es muy probable que se retrasen las elecciones", afirma el físico. "Cuanto más tarden en tomar medidas contundentes más avanza el virus. Sabían que lo mejor era cancelar todos los eventos de Navidad, pero no quieren tomar medidas impopulares", critica.
En los últimos días el Gobierno de la Generalitat ha optado por incrementar restricciones en las comarcas de la Cerdaña y el Ripollés. La decisión se tomó de forma reactiva, una vez la tensión hospitalaria estaba al límite. Según Arenas, el Govern debería actuar de forma anticipada antes de que empeore la saturación en los centros médicos del resto del territorio.
En este sentido, Arenas y su equipo sugirió "salvar la Navidad" realizando un confinamiento durante el puente de la Inmaculada Concepción, pero días antes el Gobierno catalán había anunciado su plan para volver a abrir progresivamente algunos de los sectores, como el de la restauración, afectados por las restricciones y no quisieron echarse atrás. Además, la cifra de incidencia había bajado, aunque posteriormente volvieron a subir.
Más de 1.500 contagios semanales
Los últimos datos reflejan que cada semana hay más de 1.500 nuevos infectados. Esto hace prever que se tardará todavía muchos días bajar el ratio de transmisión a menos de 1. En la actualidad, está a 1,52. En la reunión que mantuvo el Govern con los grupos parlamentarios se habló de demorar las elecciones si se superaba el valor 1 en el ratio de transmisión.
"Espero que el 15 de enero nos hagan caso con las previsiones que tengamos", afirma Arenas. Según sus cálculos, la tercera ola será muy fuerte, con una ocupación hospitalaria del 80%. "Hay un 20% de margen para los pacientes Covid, pero también hay otras afectaciones de vida o muerte", argumenta.
De los mil nuevos positivos, estiman que un 20% requerirá hospitalización, y un 5% cuidados intensivos en plantas UCI. De este 5%, la mitad podrían morir: "Es un cálculo que hacemos con la incidencia de mortalidad: por cada mil positivos tendremos unos 15 muertes la semana siguiente. Si son 2.000 positivos, 28 muertos".
Plan de teletrabajo
El pasado agosto Arenas y su equipo presentó un plan sostenible de teletrabajo y teleeducación para frenar los nuevos brotes. De acuerdo con su plan, consideraban que podían reducir la movilidad sin afectar a la economía implementando el teletrabajo y la educación a distancia a una parte importante de la sociedad catalana.
"Hay un 30% de catalanes que puede teletrabajar, pero solo se está ejecutando el 10%. A partir de tercero de la ESO también se puede educar a distancia, dejando unos servicios mínimos para aquellos estudiantes que no tienen alternativas en casa. Esto significaría tener un millón y medio menos de personas moviéndose cada día y hacer controlable la pandemia", zanja.
Junto a esto se necesitaría un sistema de cribaje rápido y masivo que tampoco se ha dado. Por ejemplo, a través de test de antígenos que son los más económicos y los que se pueden hacer de forma más frecuente para todas aquellas capas poblaciones que no pueden acogerse al teletrabajo.
Posición del Govern
La consejería de Acción Exterior, Relaciones Institucionales y Transparencia ha planteado en un informe que los infectados por Covid-19 puedan votar durante 30 minutos. El documento, que se ha remitido al Procicat para que elabore el protocolo electoral, ha recogido una serie de medidas para garantizar el derecho a voto de la ciudadanía en el contexto de pandemia el próximo 14 de febrero. Asimismo, han destacado el voto por correo como una vía preferente que se debe impulsar.
Las personas contagiadas con síntomas o en cuarentena por ser contactos estrechos, tendrán media hora para desplazarse hasta su colegio electoral (si residen en la sección censal), aunque antes de hacerlo deberán rellenar y validar un certificado autorresponsable de desplazamiento. De acuerdo con Arenas, esta suerte de horario Covid es una "barbaridad" y podría poner en riesgo a los miembros de las mesas electorales. En consecuencia, y si el ritmo de contagios se mantienen cada vez suena con más fuerza un aplazamiento electoral.
