Casi nueve de cada 100 jienenses, igual que más de ocho de cada 100 gaditanos, sevillanos y cordobeses perciben el ingreso mínimo vital (IMV), aproximadamente cuatro veces más que baleares, barceloneses y guipuzcoanos, que se sitúan alrededor del 2 por ciento.
Según los datos del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) publicados esta semana por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, correspondientes al mes de agosto, el IMV ha alcanzado a 677.150 hogares en los que viven 1.971.429 personas, el 54 % mujeres (1.065.791) y el 43,3 % menores (855.079).
Como también indica el Ministerio en su web, el ingreso mínimo vital, aprobado por el Gobierno el 29 de mayo de 2020 "en un contexto de exigencia y necesidad", es una prestación dirigida a prevenir el riesgo de pobreza y exclusión social de las personas que viven solas o están integradas en una unidad de convivencia y carecen de recursos económicos básicos para cubrir sus necesidades básicas.
En líneas generales, pueden ser beneficiarios del IMV las personas de al menos 23 años que, aunque compartan domicilio con una unidad de convivencia, no se integren en ella; las mujeres mayores de edad víctimas de violencia de género o víctimas de trata de seres humanos y explotación sexual; las personas de entre 18 y 22 años que provengan de centros residenciales de protección de menores o sean huérfanos absolutos; y las personas sin hogar.
Aunque no todas las personas que podrían solicitarlo lo hacen, en estas circunstancias están los 629.913 andaluces a los que ha sido reconocido el derecho a recibir este ingreso, que son el 31,95 % del total nacional, además de 215.331 valencianos (el 10,92 % del total), 194.175 catalanes (9,85 %), 180.609 madrileños (9,16 %) o 92.834 murcianos (4,71 %).
Por provincias, es Madrid la que más perceptores tiene, por delante de Sevilla (163.233), Barcelona (117.140), Cádiz (106.062), València (101.521) y Murcia, pero atendiendo a la población aparecen en primer lugar las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla y cinco provincias andaluzas.
En Ceuta y Melilla perciben esta prestación el 13,97 y el 15,06 % de sus habitantes, respectivamente, en Jaén el 8,78 %, en Cádiz el 8,44 %, en Sevilla el 8,31 %, en Córdoba el 8,24 % y en Granada el 7,63 %.
A continuación aparecen las provincias de Badajoz (7,09 %), Almería (6,98 %), Huelva y Murcia (5,95 % en ambos casos), Cáceres (5,43 %), Ciudad Real (5,10 %), Málaga (4,92 %) y Albacete (4,79 %).
En el lado opuesto, por debajo del 3 %, aparecen Baleares (1,93 %), Barcelona (2,00 %), Gipuzkoa (2,16 %), Soria (2,28 %), Madrid (2,61 %), Bizkaia y Guadalajara (ambas en el 2,65 %), Burgos (2,67 %), Cuenca (2,84 %) y Navarra (2,88 %).
Mujeres y menores
Mucha menos diferencia hay en la proporción de mujeres perceptoras del IMV, que alcanza máximos en las dos provincias canarias, un 57,30 en Santa Cruz de Tenerife y un 57,22 % en Las Palmas -57,26 en el conjunto de la comunidad autónoma-, Asturias (56,86 %), Pontevedra (56,05 %), Cantabria (55,50 %), A Coruña (55,47 %) y Lugo (55,44 %) -55,59 % en toda Galicia-.
Por el contrario, los menores porcentajes de mujeres, sin llegar a ser superadas por los hombres en ningún territorio, se dan en Girona (51,79 %), Teruel (51,82 %), Ceuta (51,96 %) y Melilla (52,24 %).
Melilla es, también, el único territorio en el que más de la mitad de los perceptores son menores, el 50,47 %, por delante de Guadalajara (49,30 %), Lleida (49,08 %) y Girona (49,07 %), mientras que solo son el 34,66 % en Santa Cruz de Tenerife, el 34,69 % en Bizkaia, el 35,63 % en Gipuzkoa y el 36,36 % en Las Palmas -35,50 % en toda Canarias y 36,53 % en todo País Vasco-.
Bumer
Un sistema clientelar que hace a estos ciudadanos dependientes de los políticos, que luego les devuelven el favor en las elecciones. Perp etuando en el poder a estos partidos populistas y empobreciendo a los ciudadanos productivos que con sus impuestos infernales terminan a su vez en el sistema de dependencia. Y arruinando al país que acaba endeudado pasando la factura a las generaciones futuras que no tienen ninguna culpa de la irresponsabilidad de estos gobernantes ladrones, delincuentes y mentirosos. Así es cómo funciona los gobiernos social-comunistas creando miseria, enfrentamiento y tiranía.