En la cúpula del Ejército del Aire existe malestar con el actual jefe del Estado Mayor de la Defensa, el teniente general Miguel Ángel Villarroya, desde que este último ocupó hace unos meses la vivienda oficial del director del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (Ceseden) a los pocos días de acceder al cargo, según explicaron fuentes militares a Vozpópuli.
El pabellón de cargo en disputa es un chalet con piscina al aire libre que se encuentra en un extremo del elegante edificio de estilo ecléctico, situado en el número 61 del Paseo de la Castellana, del que destaca su fachada clásica y sencilla de ladrillo. El solar se adquirió para construir el Instituto Libre de Enseñanza, pero la falta de dinero dio al traste con el proyecto y a comienzos del franquismo se convirtió en la Escuela Superior del Ejército, según recordaba ABC en un reciente artículo.
Esta vivienda, que históricamente ha ocupado el director del Ceseden, se encuentra a un centenar de metros de la sede del Estado Mayor de la Defensa (EMAD), casi enfrente la una del otro. Este hecho hizo que el anterior Jemad, Fernando Alejandre, se fijase en ella en 2017 y decidiese ocupar este pabellón por razones de representación. Alegó que era el lugar idóneo para poder recibir visitas de homólogos aliados.
Aquella decisión de Alejandre provocó que el entonces director del Ceseden, el teniente general del Aire Rafael Sánchez Ortega, tuviese que hacer las maletas al cabo de unos meses, aunque el primero tuvo la deferencia de cederle al segundo su vivienda espaciosa en lo alto del edificio del EMAD, por lo que la mudanza no fue tan traumática.
Pese a ello, en el Ejército del Aire hubo voces críticas con aquella decisión de Alejandre que llegaron a oídos de la entonces ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, quien alarmada por este hecho buscó consejo en su director del Gabinete técnico, el citado general Villarroya.
El asunto de la permuta de las viviendas se discutió a mediados de 2017 en una reunión del Consejo Superior del Ejército de Aire a la que asistieron los tenientes generales en activo. Allí se pactó entre todos que el próximo Jemad, que le tocaba al Aire por la ley no escrita de la rotación entre los Ejércitos, revirtiese la decisión de Alejandre.
Es decir, que uno de ellos volviese a ocupar la vivienda del EMAD y que el director del Ceseden disfrutase del pabellón oficial que está a 15 metros de su despacho y del que sólo le separa una puerta. Las citadas fuentes subrayan que fue precisamente Villarroya quien "promovió" aquel pacto con sus conmilitones para tranquilidad de Cospedal.
Villarroya cambia de criterio
Cuando Margarita Robles eligió de Jemad a Villarroya en enero de este año, este último actuó al principio según lo convenido. Nada más ocupar el cargo, avisó al nuevo director del Ceseden, el teniente general de Infantería de Marina Francisco de Paula Bisbal, de que podría ocupar los aposentos de Alejandre, así que le permitió a este último visitar la vivienda junto a su mujer.
Sin embargo, a los pocos días se desdijo de su palabra y comunicó al subordinado que se quedaba con el pabellón del Ceseden, donde sigue a día de hoy. La principal diferencia con respecto a la decisión de Alejandre que afectó, en última instancia, a Sánchez Ortega es que Villarroya no ha hecho en esta ocasión una permuta de viviendas con Bisbal.
La consecuencia de ello es que este último se ha tenido que instalar en un piso cercano que correspondería a un general de una o dos estrellas, inferior por tanto a su categoría. De esta forma, Bisbal es posiblemente el único teniente general de las Fuerzas Armadas que en estos momentos no tiene asignado un pabellón de cargo por su condición de general de tres estrellas.
La ocupación de la vivienda del Ceseden por parte de Villarroya, así como la negativa a intercambiar el pabellón del EMAD con el general agraviado, han provocado gran enfado entre los tenientes generales del Ejército del Aire, según ha sabido este periódico, ya que oficializa una situación que será difícil de revertir en el futuro.
Precisamente, en el EMAD se agarran a ello ya que justifican la presencia de Villarroya en el elegante centro de estudios al hecho de que "la vivienda del Ceseden es la vivienda oficial del Jefe del Estado Mayor de la Defensa desde el anterior Jemad, el general Alejandre", según una respuesta remitida a este periódico.
Convertir dos viviendas en cinco
Además, existe un proyecto del Instituto para la Vivienda de las Fuerzas Armadas (Invifas) para convertir las dos viviendas oficiales existentes en el edificio del EMAD -la que ha dejado ahora vacía el Jemad y la del jefe del Estado Mayor Conjunto (Jemacon)- en cinco de menor tamaño y que se asignarán, en principio, al director del Ceseden, al comandante del Mando de Operaciones (Cmops), al citado Jemacon, al suboficial mayor y al director del gabinete del Jemad.
"Mientras se concreta el proyecto, Bisbal podría ocupar esa vivienda" en lo alto del edificio de Vitrubio, hacen hincapié las citadas fuentes, sobre todo teniendo en cuenta que Villarroya ha dejado en los últimos meses que edecanes suyos utilicen en momentos puntuales alguna de las cinco habitaciones que tiene la citada vivienda oficial.
Desde el EMAD se subraya que está previsto que las obras planeadas por Invifas "comiencen en 2021", lo que sugiere que no se le ha dado esta oportunidad al director del Ceseden para evitarle una nueva mudanza en un plazo no muy lejano. Pero las fuentes militares ponen en duda ese calendario.