España

Zapatero y Bono crean una ‘joint venture’ para controlar al nuevo PSOE

Quienes dentro del PSOE pensaban que José Luis Rodríguez Zapatero iba a convertirse en un ‘jarrón chino’, que diría Felipe González, estaban equivocados. El expresidente conserva despacho en la sede socialista de la calle Ferraz, lo frecuenta y, además, se ha transformado en uno de los principales asesores del nuevo secretario general, Pedro Sánchez. Y José Bono no le va a la zaga.

Nada más ser elegido secretario general del PSOE el pasado julio, Pedro Sánchez  dijo que sus dos principales referencias políticas eran Felipe González y el italiano Matteo Renzi. El primero está en cuestión por haber atravesado en numerosas ocasiones la ‘puerta giratoria’ y el segundo por haberse enfrentado a toda la izquierda del país vecino con su defensa del despido libre. Lo que Sánchez no confesó es que iba a tomar como bastón blanco para sus primeros pasos como líder del partido a José Luis Rodríguez Zapatero, el presidente peor considerado de la historia reciente de España, y que iba a dejarse aconsejar por él en muchos asuntos del día a día que se gestionan desde la calle Ferraz.

Zapatero se ofreció a Sánchez para convencer a Madina de que tirara la toalla

Zapatero no solo conserva despacho en la sede federal del partido sino que lo frecuenta a menudo. Su trabajo en el Consejo de Estado le deja mucho tiempo libre y lo ocupa en dar conferencias en algunos países latinoamericanos, a 40.000 euros la hora, y en mantener constante el hilo con la actualidad política para seguir influyendo en su partido. Esta colaboración con Sánchez viene desde antes de la elección de éste como secretario general. De hecho, se ofreció para convencer a Eduardo Madina, su apuesta original, de que se retirara de la carrera hacia la poltrona de Ferraz, algo que el ahora diputado raso estuvo a punto de hacer, y también para persuadir a la presidenta andaluza, Susana Díaz, de que no era el momento de dar el salto a la política nacional. Ahí sí tuvo parte de éxito.

Bono tiene su antena al lado de Susana Díaz

En esto último colaboró Zapatero, aunque no fue decisivo en la opción tomada por la andaluza de recluirse temporalmente en su feudo. Según fuentes socialistas, quien sí influyó de forma determinante en aquella decisión de Díaz de no luchar por el liderazgo del partido fue el exministro José Bono, quien conserva también una antena potente adosada a la lideresa del sur en el exconsejero castellano manchego Máximo Díaz Cano.

Quienes dentro del PSOE observan los movimientos desde el aire, incluso desde los aviones privados que utiliza Zapatero para vender su sabiduría en el extranjero, han llegado a la conclusión de que él y Bono, enemigos en la lucha por el control del partido hace 14 años, han llegado a una especie de ‘joint venture’ que no solo deja excelentes retratos en la Guinea del dictador Obiang, sino que también opera en el manejo de las fibras internas de Ferraz y de sus filiales regionales.

Un equipo más atento a las redes sociales

Las fuentes atribuyen a los manejos de Zapatero la inclusión de la exministra Carmen Chacón en la ejecutiva federal. Como responsable del área de Internacional, puesto que en su día le sirvió de promoción a Trinidad Jiménez, Chacón se ha convertido en la sombra de Pedro Sánchez cada vez que éste viaja fuera de España. Su marketing político lo ha confiado también, en parte, a las mismas personas que en su día trabajaron en diferentes épocas para Zapatero y para José Bono.

Pedro Sánchez ha confiado su marketing a parte del equipo que trabajó para Zapatero

El exjefe de comunicación de toda la vida del expresidente castellano manchego, José Luis Fernández, Chunda, fue uno de los que contribuyó a catapultarle a la secretaría general. Miguel Barroso, marido de Chacón, y su exayudante Luis Arroyo, colaboran también con Sánchez como asesores externos. La vieja guardia del partido relacionada con la estrategia de comunicación, algunos de cuyos integrantes estuvieron muy vinculados a Prisa, ha sido marginada por consultores más atentos al cuidado de la imagen y de las redes sociales, a los golpes de efecto, que a las clásicas entrevistas en los medios tradicionales. Todo ello en un país donde más de medio millón de personas participó, vía twitter, en la polémica originada por el reciente sacrificio de Excalibur, mientras que solo 80.000 se cruzaron ese mismo día mensajes relacionados con el estado de salud de su dueña, la auxiliar de enfermería Teresa Romero, víctima del ébola.

La mecánica para llegar a La Moncloa ha cambiado mucho en España y Rajoy no se ha dado cuenta de ello”, aseguran los nuevos ‘sabios’ del PSOE en la cera de la derecha de la calle Ferraz. 

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