La pugna entre el Ministerio del Interior y la Fiscalía, por un lado, y la Audiencia Nacional, por otro, continúa a cuenta de la concesión de permisos a los presos de ETA acogidos a la 'Vía Nanclares'. La Sala Primera de lo Penal de este órgano judicial ha dictado un nuevo auto con el que da de nuevo luz verde para que un recluso arrepentido pueda disfrutar de una salida de prisión. En este caso, el beneficiado es José Luis Urrusolo Sistiaga, condenado a 449 años de prisión por 16 asesinatos y dos secuestros, y a quien Instituciones Penitenciarias sancionó el pasado verano por participar en un programa de radio para condenar la violencia terrorista precisamente durante uno de estos permisos. La decisión se conoce después de que Urrusolo se escudara este pasado viernes en la falta de memoria para no incriminar a un compañero de 'comando' en el juicio por el asesinato de dos policías en Barcelona en 1991.
La Audiencia Nacional ya fijó en mayo de 2013 los criterios para autorizar los permisos penitenciarios a los presos de la 'Vía Nanclares'. Los tres magistrados consideran que Urrusolo los cumple
El auto del tribunal conocido ahora tiene fecha del pasado 5 de febrero y desestima el recurso interpuesto por Fiscalía contra la decisión del titular del Juzgado de Vigilancia Penitencias, José Luis de Castro, de autorizar para el etarra un permiso ordinario de seis días. Este había sido concedido el pasado 27 de mayo, pero quedó en suspenso después de que Instituciones Penitenciarias abriera al terrorista un expediente por intervenir en directo en un programa de la Cadena Ser sobre el fin de la violencia terrorista. La decisión de Interior se produjo pese a que el terrorista aprovechó su participación para dar nuevas muestras de su arrepentimiento. "Me siento responsable de todas las víctimas, no sólo de las que he causado", afirmó en aquel espacio radiofónico.
Según fuentes jurídicas, el nuevo auto, cuya literalidad no se conoce, incide en los argumentos que la misma Sala de la Audiencia Nacional ha reiterado desde que en mayo 2013 los fijara en el escrito por el que entonces autorizó una salida de seis días a otro etarra, Valentín Lasarte. Entonces, los magistrados determinaron claramente los criterios legales que debían regir a partir de aquel momento para que aquellos presos que hubieran abandonado la violencia y reconocido el daño causado pudieran acceder a dichos beneficios penitenciarios. Unos requisitos que, desde entonces, ha recalcado en casos similares. También con Urrusolo, a quien este mismo tribunal ya autorizó en julio de 2013 un permiso en contra del criterio de la Fiscalía e Interior.
"Evolución muy positiva"
Entonces, los magistrados valoraron que el etarra había roto todos sus vínculos con la organización terrorista. Además, también recalcaban que comenzó a criticar públicamente la violencia etarra tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco, que abandonó la disciplina de la banda en 2002 y que llegó a reunirse personalmente con una de sus víctimas, el empresario Emiliano Revilla, al que mantuvo secuestrado durante 249 días en 1988. El tribunal consideró entonces que “la evolución del interno es muy positiva” y apreciaba “elementos de suma relevancia” para permitir su salida.
Urrusolo se escudó en el tiempo transcurrido para no incriminar recientemente a un antiguo compañero de 'comando'. La Fiscalía siempre alega supuesta falta de colaboración con la Justicia para oponerse a los permisos
Siempre según las fuentes jurídicas consultadas, ahora los jueces han vuelta a valorar positivamente "la actitud del condenado" y, sobre todo, que ha admitido sus delitos y el daño causado por los mismos, ha asumido su responsabilidad y solicitado perdón a las víctimas por ello. En el caso de Urrusolo, este rechazo a la violencia ha sido público. Así, el pasado 13 de julio en el programa de radio 'A Vivir que son dos días' de la Cadena Ser, en el que también intervino el hijo de una víctima de ETA, confesó ante los micrófocnos que "eramos conscientes de que causábamos víctimas pero entonces pensábamos que había que hacerlo y no queríamos pensar mucho en la víctima en concreto". En la entrevista, el histórico etarra afirmó que en un momento determinado comenzó a cuestionarse lo que estaba haciendo pero que no sabía como dejarlo. "Hablé con varios compañeros y dijimos que teníamos que hablar con las víctimas, es una parte importante", añadió. Aquellas declaraciones fueron las que le terminaron costando la apertura de un expediente por parte de Instituciones Penitenciarias y la posterior suspensión de los permisos que el nuevo auto de la Audiencia Nacional acaba de dejar sin efecto.
Sin embargo, la decisión del los tres magistrados se ha producido sólo una semana antes de que la polémica haya rodeado de nuevo a este etarra, en esta ocasión por ampararse en el tiempo transcurrido y la falta de memoria para no declarar contra un antiguo compañero de 'comando' durante un juicio por un atentado cometido en 1991 por el que él ya había sido condenado hace años. De hecho, uno de los argumentos esgrimidos por la Fiscalía en sus recursos contra la concesión de este beneficio penitenciario a presos de ETA arrepentidos ha sido la supuesta falta de colaboración de los mismos para esclarecer completamente los atentados en los que participaron y por los que ya han sido condenados. El pasado viernes, Urrusolo aseguró que cuando perpetró aquel crimen, él ya mantenia discrepancias con la dirección de la banda por la ruptura en 1988 de la llamada 'tregua de Argel'. Sin embargo, ello no le impidió formar parte del comando que cometió el atentado: "Recuerdo el atentado en sí, pero han pasado 25 años y hay muchas cosas de las que no me acuerdo bien", aseguró para no incriminar a su antiguo compañero Jesús Narváez Goñi, que se sentaba en el banquillo de los acusados por primera vez desde que fuera extraditado desde México hace ahora un año.
