La carrera judicial no tiene una opinión uniforme en relación a los cuatro nuevos miembros del Tribunal Constitucional. Magistrados, juristas y fiscales de alto rango consultados por Vozpópuli opinan sobre la renovación del tribunal de garantías que ha visto la luz tras cerca de 1.000 días de mandato caducado para cuatro de sus integrantes. Así, mientras algunos aseguran que el perfil de los nuevos cargos es muy político, otros destacan el bagaje que tienen (también por su pasado en calidad de vocales del CGPJ).
La renovación de los cuatros miembros del tribunal de garantías cuyo mandato caducó en noviembre de 2019 ha sido bien acogida por la carrera judicial. No obstante, los nombramientos de los conservadores Concepción Espejel y Enrique Arnaldo, así como de los progresistas Inmaculada Montalbán y Juan Ramón Sáez Valcárcel, genera fricciones. Un sector importante consultado por este diario entiende que los perfiles, tras tanto tiempo de negociación entre el Gobierno y PP, tendrían que haber sido más técnicos y no tan políticos.
Otros, por contra, alegan que su cercanía al PSOE o a los populares no tiene por qué traducirse en una falta de independencia. Entre los que valoran de manera más positiva el nombramiento de estos cuatro cargos explican que aumenta el perfil judicial en el Tribunal Constitucional. Hay que tener en cuenta que, de los cuatro nuevos miembros, tres son magistrados. "Esto puede traducirse en un mejor conocimiento de los temas judiciales", explican las fuentes consultadas, que recuerdan que la gran parte de los recursos que estudian en el tribunal de garantías procede de vulneraciones de tribunales.
Además, los cuatro nuevos miembros (que ocuparán las plazas, entre otros, del actual presidente Juan José González-Rivas y la vicepresidenta Encarnación Roca) son expertos en derecho penal, lo que implica una mayor implantación de este orden en el tribunal de garantías. Al respecto destacan Espejel y Sáez Valcárcel, ambos magistrados de lo Penal en la Audiencia Nacional. En relación a la primera de ellos, fuentes de la Audiencia Nacional resaltan a este diario su conocimiento en este terreno. "En los años que lleva como presidenta de la Sala de lo Penal ha demostrado un alto nivel jurídico", dicen.
En estos años, Espejel ha sido una de las magistradas que ha enarbolado la lucha contra ETA. Entre las últimas vistas en las que ha participado destacan la celebrada contra el mayor de los Mossos D'Esquadra Josep Lluis Trapero y los ocho condenados de Alsasua, aunque sus vínculos con la Guardia Civil provocaron su recusación en este última juicio. No fue el único caso. En 2015 la Sala de lo Penal también le apartó del tribunal que integraba para juzgar una de las piezas de la trama Gürtel.
"Es del Renacimiento. Sabe de todo"
También aplaudido es el nombramiento de Sáez Valcárcel. El magistrado, que paradójicamente compartió tribunal con Espejel en el juicio contra Trapero está en una línea ideológica opuesta a la de la todavía presidenta de la Sala de lo Penal. Sáez Valcárcel -a quien definen como un hombre "muy inteligente"- redactó la ponencia de la sentencia por la que fue absuelto y es conocido por su lucha a favor de la memoria histórica y contra el franquismo. Miembros del Tribunal Supremo consultados por este diario muestran cierto asombro al ser preguntados por que el PP facilite su elección al verle más cercano a la esfera de Podemos que del partido del Gobierno.
Son perfiles preparados. Los cuatro. Tienen una raíz judicial excepto Arnaldo, que es catedrático pero tiene un vinculación judicial enorme porque ha sido vocal del CGPJ
En cierto modo se atisba una "incoherencia" por parte del partido que lidera Pablo Casado al dar luz verde a esta elección, teniendo en cuenta que siempre han negado la presencia en el CGPJ de Ricardo de Prada, magistrado igualmente de corte progresista que defendió la existencia de la caja B del PP en una sentencia de la trama Gürtel, provocando la moción de censura que precipitó la caída del Gobierno de Mariano Rajoy. Con todo, las fuentes consultadas explican que Espejel y Sáez Valcárcel tienen una muy buena imagen y consideración el uno del otro.
Sobre Enrique Arnaldo, quizá el más desconocido de todos, otras fuentes apuntan: "Estaba llamado a terminar su carrera en el Tribunal Constitucional". Este letrado de las Cortes Generales que acaba de publicar el libro 'Las razones del aforamiento' es descrito por sus más allegados como un "hombre del Renacimiento". "Sabe de todo, es un hombre muy polifacético". El catedrático, muy cercano al consejero de Justicia y Presidencia de Madrid, Enrique López, era una de las apuestas claras del Partido Popular en estas negociaciones que se materializaron esta semana.
"Cambiar todo para que todo siga igual"
Finalmente se encuentra Inmaculada Montalbán. La magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía es conocida y reconocida por su labor en los tribunales contra la violencia de género. Su inclusión junto con la de Espejel en las listas se entiende como un tímido avance hacia la paridad en un tribunal dominado mayoritariamente por hombres (de sus 11 integrantes, solo dos son mujeres). "La entrada de mujeres en órganos de dirección va a humanizar más la Justicia porque somos una sociedad paritaria", dicen otras voces consultadas.
Los nombramientos son muy políticos y lampedusianos. Cambiar todo para que todo siga igual.
Frente a los que consideran que se tratan de cargos adecuados debido a su vasto conocimiento y también a su edad, los hay que insisten que son muy políticos y que están muy significados. "Son nombramientos lampedusianos. Cambiar todo para que todo siga igual. Podrían haber escogido un perfil más neutro", reprochan. También llama la atención que no haya elecciones del Tribunal Supremo, ya que normalmente muchos de los candidatos al tribunal de garantías provienen del Supremo. Con todo, la pertenencia de todos ellos a distintos consejos del CGPJ también genera fricciones.
Mientras algunos lo entienden como una mayor vinculación a los partidos que los han designado, otros lo consideran como un atributo porque también dominan cometidos de naturaleza administrativa-gubernativa característicos del Consejo General del Poder Judicial. Se da la circunstancia de que Espejel y Montalbán coincidieron en el mismo consejo que presidió Carlos Dívar. Fue el anterior al que todavía permanece en el cargo pese a estar caducado desde 2018. De hecho, las negociaciones entre PP y PSOE siguen a la espera de desbloquear este último acuerdo, que sigue sin ver la luz.
Pese a los cambios producidos en el Constitucional, el órgano mantiene su Pleno de la próxima semana con los todavía miembros actuales. Entre otro orden de cosas tendrán que seguir deliberando en relación al recurso interpuesto por Vox contra el segundo estado de alarma decretado por el Gobierno de Pedro Sánchez en plena pandemia. Con todo, las renovaciones no terminan aquí. A mediados del próximo año se tendrán que designar a otros cuatro miembros más. Dos de ellos los elige el Ejecutivo, lo que implicará que el Constitucional perderá su mayoría conservadora a favor un perfil más progresista.