España

El juez propone juzgar a Luis Rubiales por el beso no consentido a Jenni Hermoso

El magistrado da el prime paso paso para enviar al banquillo al expresidente de la RFEF al concluir que el beso a la jugadora "no fue consentido". También actúa contra los otros tres imputados por las presuntas presiones posteriores

  • El expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, tras ser interrogado por estos hechos en la Audiencia Nacional -

El magistrado Francisco de Jorge ha dado el primer paso para enviar al banquillo a Luis Rubiales por el beso no consentido a Jennifer Hermoso tras la final del pasado mundial celebrado el 20 de agosto en Australia. El instructor zanja las diligencias y propone juzgar al expresidente de la RFEF además del exentrenador de la selección femenina Jorge Vilda, Albert Luque y Rubén Rivera por las presiones posteriores.

En el auto el juez concluye que el beso a la jugadora "no fue consentido y fue una iniciativa unilateral y sorpresiva" del expresidente de la Real Federación Española de Fútbol. Asimismo, considera que existen indicios para procesar a los otros tres investigados por las presiones posteriores a las que se sometió a la jugadora para que accediese a realizar una manifestación pública afirmando que el beso había sido consentido.

En el escrito, el titular del Juzgado Central de Instrucción Número 1 añade que existen indicios de la existencia de una acción concertada de Vilda, Luque y Rivera, acordada con el principal investigado, "para doblegar la voluntad de Jennifer Hermoso Fuentes y conseguir que accediera a grabar un vídeo en el que dijese que el beso había sido consentido".

Estos hechos, detalla el magistrado, podrían ser constitutivos de infracción penal conexa con el delito principal" indiciariamente atribuido a Rubiales, "incluso con independencia de que pudiera eventualmente tener naturaleza de delito leve, cosa que no se prejuzga en este auto".

Indicios contra Rubiales

El magistrado detalla que en este momento procesal su función se limita a apreciar que existen indicios suficientes de la comisión de los hechos narrados en su auto y "que esos hechos son relevantes penalmente, siendo por ello perfectamente sostenible una acusación".

Según el auto, la intencionalidad con la que Rubiales le dio el beso a la capitana de la selección, si hubo o no una finalidad erótica o "el estado de euforia y agitación experimentado como consecuencia del - extraordinario triunfo deportivo", son elementos cuya consecuencia y consecuencias jurídicas deberá valorarse en el juicio oral ante el órgano encargado del enjuiciamiento.

El instructor no ve preciso hacer una calificación detallada ni precisar los concretos tipos penales, puesto que basta con la apreciación de que en la más severa de las calificaciones posibles no excederían del ámbito de penas que se encuadran dentro del procedimiento abreviado.

De Jorge concluye que "el beso en los labios afecta, a la esfera de la intimidad reservada a las relaciones sexuales, en particular en el contexto de dos personas adultas".

Declaración de Hermoso en la Audiencia Nacional

El pasado 2 de enero, Jennifer Hermoso acudió a los juzgados para ratificar ante el juez la declaración que prestó ante la Fiscalía. La jugadora volvió a asegurar que el beso que le dio el expresidente de la RFEF fue "inesperado" y en ningún momento consentido.

A las preguntas realizadas por el juez, Hermoso revalidó que después de este episodio, tanto el vuelo de vuelta a España como en su estancia en Ibiza, sufrió un atosigamiento constante por parte de los investigados. Este hecho alteró su vida normal, produciéndole una situación de desasosiego y tristeza.

La Audiencia Nacional abrió una investigación el pasado mes de septiembre, después de que Hermoso formalizase ante la Fiscalía su denuncia contra Rubiales. La centrocampista declaró entonces ante la teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durántez, que no se había sentido respetada y que estaba siendo sometida a una situación que ella no había buscado.

En su declaración, revelada por Telencico, Hermoso aseguró que no esperaba el gesto de Rubiales: "Me vi con el beso en la boca y ya directamente me bajé a la tarima con mis compañeras(...)En ningún momento me podía esperar que pasara al final algo así".

Por su parte, Luis Rubiales defendió que el beso fue una "muestra de afecto", que se produjo frente a "millones de ojos" de forma "natural". El expresidente de la RFEF mantiene que le preguntó a la jugadora antes de darle el beso y que, por tanto, fue "consentimiento".

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