Las joyas intervenidas en la 'Operación Púnica' ya tienen quien las subaste. El titular del Juzgado Central de Instrucción número 6, Eloy Velasco, ha decidido que sea Subastas Segre, la empresa que preside María Lourdes Cavero Mestre, esposa de Ignacio González, la que se encargue de la venta judicial de los valiosos relojes de lujo y estilográficas de colección intervenidos durante los registros efectuados en las oficinas de uno de los principales implicados en la trama, David Marjaliza. La propuesta de que fuera esta casa la encargada surgió precisamente del constructor, quien este miércoles ha remitido a la Audiencia Nacional un escrito en el que da su conformidad a la designación hecha por el magistrado.
Subastas Segre había sido propuesta por Marjaliza, que considera que "su prestigio en el sector" permitiría obtener "un valor justo" por sus relojes y estilográficas
El juez Velasco tomó la decisión de iniciar la "venta anticipada" de dichos objetos justo un mes después de los arrestos de octubre del año pasado. El 27 de noviembre de 2014 dictó una providencia desconocida hasta que el pasado agosto este diario destapó su existencia por la que ordenaba abrir una pieza separada en la causa para buscar una salida a "los relojes y plumas estilográficas intervenidos en las entradas y registros". Muchos de ellos, destacaba dicho escrito, fueron encontrados en sus "envoltorios" originales y sin abrir ya que "estaban destinados a regalo". El motivo esgrimido por el magistrado era que el Juzgado que dirige no disponía "de lugar adecuado para depositar los relojes, plumas, joyas y efectos intervenidos".
El pasado mes de septiembre, Eloy Velasco propuso que la subasta fuera realizada por la Sala Retiro, una conocida empresa madrileña, pero Marjaliza remitió un escrito en el que sugería que fuera Subastas Segre la que realizara dicha venta judicial "por su prestigio en el sector". El constructor y socio de Francisco Granados aseguraba entonces que su único objetivo con dicha propuesta era que la liquidación de "los bienes intervenidos sean efectivamente realizados (sic) por un valor justo". Finalmente, el pasado 16 de noviembre el magistrado aceptaba en una diligencia de ordenación que fuera la empresa de Lourdes Cavero la que se encargara de vender las joyas de la Púnica. Marjaliza ha mostrado este miércoles su conformidad en un escrito al que ha tenido acceso Vozpópuli.
Las hermanas Cavero
Subastas Segre tiene como objeto social la venta de arte y antigüedades y recibe dicho nombre de la calle de Madrid donde tiene su sede. Fundada en enero del 2000, desde febrero del año siguiente tiene a la esposa del Ignacio González como su presidenta, según recoge el perfil en la red social 'Linkedin' de la propia María Lourdes Cavero. En sus órganos de dirección también figura su hermana Pilar, como consejera, cargo que también ejerció hasta su muerte en 2013 otra de sus hermanas, Carmen. En la compañía también aparece como socia Carmen Cafranga Cavestany, quiera fuera presidenta de la Fundación Caja Madrid y que se encuentra imputada en el caso de las 'tarjetas black' por haberse gastado más de 175.000 euros con la polémica 'visa opaca'.
En Subastas Segre también figura como consejera una hermana de Lourdes Cavero y es socia Carmen Cafranga, imputada en el caso de las 'tarjetas black'
María Lourdes Cavero llegó a estar imputada en la investigación que sigue un juzgado de Estepona por la compra del polémico ático en Marbella que ella y su marido poseían en esta localidad malacitana, aunque posteriormente se le levantó dicha situación judicial. Desde 2011 a 2014 fue vicepresidenta de la Confederación de Empresarios Madrileños (CEIM) y mano derecha de Arturo Fernández, imputado también en el caso de las 'black'. Actualmente aún figura como miembro de la Junta Directiva de la patronal madrileña y de la CEOE. En su perfil profesional, la mujer de Ignacio González también destaca su condición de consultora de LC & AG Global. Todo ello sin dejar de presidir desde hace 14 años Subastas Segre, la firma que se encargará de vender los relojes de lujo y las estilográficas de colección de la trama Púnica.
CAJAS Y CAJAS DE RELOJES Y ESTILOGRÁFICAS
La mayor parte de los objetos de lujo que el juez Eloy Velasco quiere subastar para hacer sitio en su juzgado fueron encontrados en las oficinas de la localidad madrileña de Pinto que David Marjaliza utilizaba como 'cuartel general' para dirigir su entramado empresarial. Según detalla el acta que en su día levantó el secretario judicial durante el registro de estas dependencias, los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil llenaron seis cajas con este tipo de objetos. La mayoría se localizó en una caja fuerte situada en el pasillo que unía el despacho de Marjaliza y el que ocupaba su secretaria, Ana María Ramírez, también imputada. Allí, se hallaron veinte plumas y bolígrafos de la marca Mont Blanc de exclusivos modelos para coleccionista y 38 relojes, entre los que había Tag Heuer, Bulgari, Hublot, Audemars Piguet y Versace, muchos de ellos de ediciones limitadas. Incluso, encontraron "una lupa de marca Cartier". Una elevada cifra de objetos de lujo a los que se añadió otra docena de estilográficas y un reloj localizados en otras dependencias de las oficinas. Todos ellos en sus cajas y, aparentemente, sin estrenar.
También numerosos relojes, plumas y joyas halló la Guardia Civil en las dos cajas de seguridad abiertas en la sucursal del Banco de Santander de la calle Conde de Peñalver de Madrid a nombre de Inversiones Watches Gold and Diamond, la empresa a la que David Marjaliza compró durante años este tipo de objetos de lujo. En total, localizaron más de medio centenar de relojes y tres plumas de un alto valor económico, además de diversas joyas y 300.000 euros en billetes de 500 euros. En este caso, se volvían a repetir las marcas de lujo que aparecieron en el despacho del socio de Granados: Tag Hauer, Bulgari, Hublot, Mont Blanc... El titular de las mismas, Juan José Sánchez Barceló, aseguró entonces a los agentes que una parte de las mismas pertenecían a clientes suyos que se los habían entregado "para reparaciones y custodia de los mismos". De hecho, cuando el pasado 6 de febrero el Juzgado comunicó telefónicamente al abogado defensor de este joyero que el magistrado había dado orden de vender los relojes y plumas intervenidos, entre ellos los que se encontraron en las cajas de seguridad de su cliente, éste se apresuró a presentar un escrito para oponerse a dicha decisión.