La polémica en torno a la beca que la Universidad de Málaga (UMA) asignó a Íñigo Errejón, secretario de Política de Podemos, ha ido más allá y, una vez sancionado y suspendido de empleo y sueldo, el foco ahora se centra en el dinero que gestiona la Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Fomento y Vivienda, para financiar estudios similares. La sospecha también se extiende a los contenidos de esas becas y su aplicación práctica a la vida real. ¿Qué materias decide la Junta elevar a proyectos de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i) para apoyarlos económicamente?
La vivienda en Andalucía. Diagnóstico, análisis y propuestas de políticas públicas para la desmercantilización de la vivienda. Así se titula el estudio en el que colaboraba Errejón, dotado de 284.604,10 euros, que forma, junto a otros 50 proyectos, la convocatoria 2013-2014, subvencionada por la Consejería de Fomento y Vivienda, en manos de la militante de Izquierda Unida Elena Cortés. En total, las ayudas han ascendido a 11,8 millones de euros, cofinanciadas en un 80% a través del programa del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) para Andalucía, que intenta promover la economía de las regiones más deprimidas de la UE.
La Consejería de Fomento y Vivienda destina dos millones de euros a estudiar la bicicleta y las vías ciclistas andaluzas
Al estar gestionados por la Consejería de Fomento y Vivienda, no sorprende que uno de los grandes temas que abordan estos proyectos académicos estén vinculados con la vivienda, como en el que trabajaba el miembro de Podemos. Resulta lógico que la consejería se interese por ese ámbito. En esta categoría se encuentran títulos tan sugerentes como Vivienda eficiente de bajo coste con energías renovables, De la vivienda accesible a la vivienda sostenible; o El urbanismo de la no ciudad, cuyo autor se embolsará 298.657,51 euros.
Algo más curioso resulta el apartado de la bicicleta. La consejería destina dos millones de euros a estudiar este vehículo a pedales. De hecho, son siete los proyectos sobre “movilidad no motorizada”: la Universidad de Sevilla lleva a cabo tres, la Pablo de Olavide dos y tanto la Universidad de Cádiz como la de Córdoba desarrollan uno cada una.
La Junta justifica su utilidad práctica
Todos estos estudios no tienen como objetivo crear vías ciclistas o mejorar el acceso a la vivienda de los andaluces, sino tan sólo teorizar sobre ello desde un punto de vista meramente académico. Y aunque Europa financie la mayor parte de estas becas, desde la UE sólo fijan los criterios de adjudicación y no tienen poder sobre la elección de los temas a estudiar. Ello corresponde al equipo de la consejera Elena Cortés, que decide qué es conveniente investigar en cada una de las convocatorias. La intervención comunitaria se centra más bien “en justificar los gastos y en el cumplimiento de los plazos de entrega”, tal y como indican desde la Junta, si bien después deben “mostrar el resultado de los trabajos dándolo ellos (la UE) por ejecutado”.
Desde la consejería defienden a ‘capa y espada’ el I+D+i y la selección de los contenidos a investigar: sobre la bicicleta, Elena Cortés se mostraba orgullosa presumiendo cómo con recursos públicos se promociona con algo más de dos millones de euros “la movilidad sostenible y no motorizada en los ámbitos urbano y metropolitano”. “El carácter prioritario que el I+D+i tiene para la Consejería de Fomento y Vivienda no se queda en palabras. Se concreta en hechos, en inversiones y en una alianza con las universidades públicas andaluzas para el desarrollo de proyectos que repercutan en el empleo”, señalaba en junio Cortés.
Desde la UE sólo fijan los criterios de adjudicación, pero no tienen poder sobre la elección de los temas que se van a investigar
Aunque reconocen que los nombres de las iniciativas pueden resultar a veces “llamativos”, justifican la ayuda porque persiguen utilizar esos conocimientos previos para después mejorar en salud pública y ahorrar así gastos. “Hace años existían inversiones muy potentes sobre las carreteras, y ahora es el turno de abordar áreas de investigación tan desiertas como las redes ciclistas en la ciudad, para poder optimizar su construcción y abaratar costes cuando se realicen”, aclaran, en este caso sobre el Plan Andaluz de la Bicilceta, y añaden: “Merece la pena una investigación sobre las vías ciclistas”.
Hasta 400.000 por cada trabajo
A pesar de que Errejón encendiera la chispa sobre estas becas, la suya no está dentro de las mejores pagadas. Dentro de las condiciones fijadas por Europa, se especifica que la cuantía máxima destinada a apoyar cada iniciativa en esta convocatoria no podrá superar los 400.000 euros, sin IVA. Así, en el top 3 de los I+D+i mejor remunerados se encuentra un estudio de la Universidad de Cádiz sobre el ruido de las infraestructuras en Andalucía (413.683,27 euros), un análisis sobre el soporte tecnológico en las vías verdes, becado con 436.568 euros y, liderando el ranking, un proyecto sobre el reciclaje, dotado con 439.061,08 euros. Estos dos últimos corresponden a la Universidad de Sevilla. A todas estas cifras ya se les ha aplicado el IVA, de ahí que superen el límite de los 400.000.
Otros proyectos, en cambio, tan sólo reciben 49.000 euros, como el llamado Guadalquibici, que trata del transporte público fluvial sobre el Guadalquivir. La diferencia entre unos y otros tiene que ver con “la mayor exigencia de trabajo” que requieren algunos estudios, según explican desde la propia consejería. “Algunos no tienen complicación desde el punto de vista material y otros juegan fuera del despacho”, indican estas fuentes.
Esta convocatoria se enmarca dentro de otras dos: la primera corresponde a los años 2011-2013 (8,9 millones de euros), la segunda es la que se está ejecutando en estos momentos y la que contiene la famosa beca de Íñigo Errejón (en total, 11,8 millones) y en la última las ayudas se desinflan y la suma no alcanza los 2,5 millones, muy lejos de las cifras tan altas de otros años. El monto supone una inversión total de 22,75 millones de euros.