Pasados cerca de tres meses de los comicios catalanes del pasado 27S, el proceso de desbloqueo en el Govern puede llegar a su fin. Los grupos de Junts pel Sí y la CUP en el Parlament han pactado un preacuerdo que puede desembocar en la investidura de un nuevo president y en la formación de Gobierno, según han informado a Europa Press fuentes conocedoras de la negociación. Este preacuerdo tendrá que votarse en la Asamblea General que celebra la CUP este domingo en Gerona.
Aunque no se sabe aún en qué consiste el preacuerdo, buena parte de las negociaciones incluyen un plan de choque social, y en el fondo de todo está el dilema de que la CUP acabe apoyando o no a Artur Mas para volver a ser presidente de la Generalitat. Así, la CUP planteará en la asamblea a los militantes y simpatizantes cuatro opciones: sí al acuerdo político y sí a Artur Mas, no al acuerdo y sí a Mas, no al acuerdo y no a Mas pero alargar el plazo a la búsqueda de un candidato alternativo de consenso, y no a todo pero instando a JxSí a buscar la abstención de otro grupo, según avanza el Periódico de Cataluña.
"Un Govern de transición" con una presidencia coral
Este preacuerdo tendrá que votarse en la asamblea de la CUP este domingo
En una conferencia de prensa en el Parlament, el diputado de Junts pel Sí, Raül Romeva, ha presentado "la propuesta de acuerdo" que incluye "un Govern de transición" con una presidencia coral -poderes repartidos entre cuatro personas- y un proceso soberanista con "seguridad jurídica". Así, ha recalcado que no hay cambio en cuanto al candidato a la presidencia de la Generalitat, que sigue siendo Mas, y ha indicado que el documento también incluye un "proceso constituyente hacia una república catalana" que se debe hacer, ha dicho, con "seguridad jurídica", además de un plan de choque social contra pobreza y los desahucios.
El diputado de JxSí, que ha comparecido acompañado de los principales negociadores de la coalición, ha subrayado que políticamente lo que se investiría "no sería un presidente, sino una presidencia", aunque ha admitido que desde el punto de vista legal no habría cambios y el Parlament elegiría un único presidente. Así, según el Estatut, que fija que sólo puede haber un presidente de la Generalitat con sus correspondientes prerrogativas no se alterarían, aunque sin perjuicio de que todo esto se pueda cambiar en un eventual Estado catalán, que tendría su constitución.
Sin embargo, Romeva ha incidido en que Mas no sería un presidente de un gobierno "autonómico", sino que lideraría junto con tres personas más -con toda probabilidad el mismo Romeva, Oriol Junqueras y Neus Munté- "una presidencia para la transición entre el estatus actual" y una "república catalana".
Intensas negociaciones
Ambas formaciones se habían dado como fecha límite este martes 22 de diciembre. En ellas han participado Marta Rovira, Raül Romeva y Josep Rull por parte de JxSí, y Antonio Baños, Anna Gabriel,Benet Salellas y Eulàlia Reguant por parte de la CUP. Este lunes y martes se han intensificado las reuniones de los dos grupos parlamentarios en la cámara catalana para avanzar en la negociación, teniendo en cuenta que el 10 de enero expira el plazo para un acuerdo; de no ser así, habrá que convocar otras elecciones.
La noche de las elecciones generales, la CUP reiteró su rechazo a Mas, mientras que tanto CDC como ERC -integrantes de JxSí- reiteraron el lunes su apoyo a Mas.
