La Audiencia Nacional ha dado la razón a un recurso presentado por el coronel de la Guardia Civil Manuel Sánchez Corbí, que estuvo al frente de la UCO de donde fue cesado, para que el Ministerio del Interior le conceda la cruz de plata al mérito del cuerpo por la obra que él junto con otros compañeros escribieron sobre la lucha contra ETA.
Según la sentencia a la que ha tenido acceso EFE, el juzgado central de lo Contencioso-Administrativo número cinco de la Audiencia Nacional considera "no ajustada a derecho" la decisión de Interior de conceder a Corbí la cruz blanca, de menor reconocimiento, en lugar de la cruz de plata que otorgó a otros cinco agentes que también participaron en la elaboración del libro "Historia de un desafío".
La magistrada reconoce en su sentencia que, pese a que las condecoraciones son una facultad discrecional de la Administración, existe una infracción del principio de igualdad del artículo 14 de la Constitución, por el trato distinto que se da a situaciones iguales.
Es más, sostiene que los agentes galardonados con la cruz de plata tuvieron "una menor implicación y participación" que el coronel que fue "el más meritorio" de dicho reconocimiento, tal y como evidenció también la agente coautora del libro Manuela Simón.
Así, la Audiencia Nacional estima el recurso interpuesto por el coronel, anula la resolución del Ministerio del Interior y le obliga a otorgarle la Cruz de Plata de la orden al mérito de la Guardia Civil.
Corbí fue cesado el 1 de agosto de 2018 por el secretario del Estado de Seguridad y número dos de Interior, Rafael Pérez, por pérdida de confianza al trascender un correo electrónico que envió a las distintas unidades en el que informaba de que se había agotado la caja de fondos reservados de la UCO, por lo que se suspendían las actividades vinculadas con esa partida.
Tras ello, el coronel recurrió en casación al Supremo que rechazó su recurso y confirmó en 2022 la resolución de la Audiencia Nacional, que avaló la legalidad de su cese.
Sánchez Corbí abandonó la Guardia Civil en febrero del pasado año tras 35 años de servicio en el instituto armado que, en los peores años de la actividad terrorista, le llevó a dirigir la lucha contra ETA en cooperación con las fuerzas de seguridad francesas, un país que le condecoró con la máxima distinción, la Legión de Honor.
