España

El Príncipe Felipe abre una línea caliente de contactos políticos que excluye a PNV, ERC e IU

El Príncipe Felipe se está labrando su propio camino para familiarizarse con las principales fuerzas políticas, en unos casos siguiendo los consejos del Rey Juan Carlos y en otros su propio criterio. El heredero de la Corona mantiene buenas relaciones, al margen del marco institucional, con el PP, el PSOE, CiU y UPyD, línea caliente de la que momento han quedado fuera los nacionalistas vascos, Esquerra Republicana e Izquierda Unida.

La crisis que afecta a la Monarquía desde el estallido, sobre todo, del ‘caso Urdangarin’ ha multiplicado los contactos de la Casa Real con los principales partidos políticos, más allá del marco estrictamente institucional. Al margen de las audiencias semanales con el Rey Juan Carlos en las que interviene el presidente Mariano Rajoy y de la comunicación directa que el monarca mantiene también con el jefe de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, el Príncipe Felipe ha comenzado a establecer una especie de línea caliente de contactos propios en la que ha incluido no solo al jefe del Ejecutivo y al propio Rubalcaba, sino también a Josep Antoni Durán i Lleida (CiU) y también a la presidenta de UPyD, Rosa Díez. Según fuentes parlamentarias, de momento ha excluido de este círculo de familiaridad a los nacionalistas vascos, a Esquerra Republicana y a Izquierda Unida, pues las comunicaciones de estas tres fuerzas políticas con Zarzuela no han sobrepasado el contorno puramente protocolario, bien cuando sus representantes han asistido a alguna recepción oficial, bien cuando han pisado Palacio por obligación.

En el caso del PNV, su presidente, Iñigo Urkullu, fue recibido personalmente por el Rey en calidad de lendakari, al poco de ser investido. Alfred Bosh, portavoz de ERC, pisó por primera y última vez la misma alfombra que don Juan Carlos cuando el Rey celebró a finales de 2011 la ronda de consultas para proponer un candidato a la Presidencia del Gobierno. El coordinador de IU, Cayo Lara, ha estado en Zarzuela solo en dos ocasiones, una cuando fue elegido para el cargo y otra después de las pasadas elecciones generales. Solo en la primera tuvo tiempo de charlar en profundidad con el monarca, algo que no ha vuelvo a repetir ni con don Juan Carlos ni tampoco con el Príncipe. “No es algo que me preocupe en absoluto”, confiesa el diputado.

El lendakari Iñigo Urkullu, el coordinador de IU, Cayo Lara, y el portavoz de ERC, Alfred Bosh, solo han pisado Zarzuela en actos institucionales

Algunos de los que sí han sido sus interlocutores confirman que a don Felipe se le ve muy interesado, desde hace tiempo mucho más que a su padre, en estrechar lazos y conocer a fondo sus opiniones sobre la actualidad política y económica. El Príncipe suele reunirse a menudo por separado con los ministros para conocer el asiento de algunas reformas y de vez en cuando pide opinión también a los principales grupos de la oposición. Se trata de una especie de línea caliente que, a juicio de algunos observadores cercanos, encuentra ventajas e inconvenientes. “La ventaja principal es que ya no necesita utilizar al Rey como intermediario porque es él mismo quien levanta el teléfono de una forma muy familiar, garantizándose así una cercanía de la que va a poder  beneficiarse también cuando acceda al Trono. La desventaja es que puede ocurrir que alguno de nosotros, con tanta proximidad, le pierda un poco la consideración, aunque es verdad que tanto él como la Princesa Leticia pertenecen a otra generación y se van a ver obligados a trabajar de forma distinta al Rey, con mucha menos ceremonia”, comentan estas fuentes.

El Príncipe Felipe se reúne por separado con algunos ministros y ya ha visto en privado a Rubalcaba, Durán i Lleida y Rosa Díez

Curiosamente, una de las que ha visitado al Príncipe fuera de la moldura estrictamente institucional ha sido la presidenta de UPyD, Rosa Díez, protagonista de la iniciativa presentada ayer en el Congreso para regular el funcionamiento de la Corona. “Hay que suponer que don Juan Carlos es más que alguien que está ahí de mala manera solo para firmar papeles, no hay que tenerle miedo al debate y hay que regular todos los aspectos que afectan a la Casa Real, desde la posible inhabilitación, hasta la regencia, pasando por el refrendo de los actos del Rey y el principio de la inviolabilidad”, apunta.

Rosa Díez quiere dejar claro que su iniciativa “no va contra la Corona”, sino que persigue, muy al contrario, desarrollar el título II de la Constitución para fortalecer la institución. Su proposición no de ley va a encontrar escaso seguimiento, pues los partidos mayoritarios no ven en ella “oportunidad política” y los más pequeños, como es el caso de IU o ERC, la perciben “oportunista” y solo admiten la celebración de un referéndum “en clave de Monarquía o República”.

Izquierda Unida y los republicanos solo están interesados en entrar en el debate sobre la oportunidad de un referéndum para elegir "entre Monarquía y República"

Uno de los aspectos más delicados que la mayoría de los grupos apuntan en la propuesta de UPyD afecta al refrendo de los actos del Rey y al privilegio de la inviolabilidad. “Resultaría conveniente clarificar el significado y alcance de la inviolabilidad, pues entre los constitucionalistas no existe unanimidad respecto a si la misma afecta tan solo a aquellas responsabilidades contraídas en el ejercicio de sus funciones de jefe de Estado o a todas, incluidas las de carácter exclusivamente personal y privado, y si dichas prerrogativas serían o no renunciables. También se especula sobre si dicha responsabilidad sería o no exigible en el caso de perder la condición de Rey por alguna causa”, reza la exposición de motivos del texto que se someterá a debate. Fuentes del PP y del PSOE compartían ayer por separado el mismo criterio: “No nos vamos a meter en este jardín”.

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli