España

La Policía registró dos veces el piso de Lanjarón en busca de pistas sobre el cerebro del caso Vidal-Quadras

La Policía estrecha el cerco en el caso. Alejo Vidal-Quadras ya ha recibido el alta hospitalaria. El presunto organizador del crimen fue multado al volver a Lanjarón

  • Imagen de archivo.

Maletas, cajas y diversos objetos: esos son los efectos intervenidos por los agentes de Información de la Policía Nacional en el apartamento de Lanjarón (Granada) donde se alojaba la pareja detenida por el atentado contra Alejo Vidal-Quadras. Los investigadores han registrado la vivienda hasta en dos ocasiones, según ha podido saber Vozpópuli, en busca de nuevos indicios que conduzcan hasta el verdadero cerebro de la trama, sin obtener hasta el momento pistas definitivas. Los arrestados -hay que sumar el joven de Málaga por su vinculación con la moto empleada en el ataque- pasarán a disposición judicial, a mucho tardar, este sábado.

Como contó este diario, la Policía considera que el detenido en Lanjarón no encaja con el perfil del organizador absoluto del complot, sino un intermediario en la trama. Él se habría encargado de contactar con el sicario y de trasladarlo hasta Madrid, participando incluso en las labores de seguimiento a Vidal-Quadras.

Faltaría entonces saber quién es el principal organizador del atentado, quién contactó con el chií de Lanjarón para que asumiera las labores de coordinación en el plan material contra el expolítico español. Por el momento no se han encontrado indicios sólidos en este sentido. Tampoco en la documentación o en los efectos intervenidos en el apartamento de este municipio granadino.

El primer registro de la vivienda arrojó resultados infructuosos. De ahí que los agentes especializados -en las pesquisas participan la Comisaría General de Información (CGI) y la Brigada Provincial de Información de Madrid- accedieran por segunda vez al apartamento en busca de nuevos indicios. Fuentes consultadas por Vozpópuli destacan que las investigaciones siguen abiertas a pesar de las operaciones policiales.

¿Quién ordenó matar a Vidal-Quadras?

Las pesquisas se orientan en un doble sentido: por un lado, en localizar al sicario que descerrajó el disparo contra Vidal-Quadras en la madrileña calle Núñez de Balboa, un individuo de origen franco-tunecino; por otro, en determinar quién dio la orden de asesinar al expolítico español.

Los agentes consideran que el detenido de Lanjarón cometió varios fallos en su plan y que no tendría los recursos necesarios para contratar al sicario. Extremos que no encajan en el perfil de alguien que articula un asesinato de esta envergadura.

La moto calcinada en Fuenlabrada que podría estar implicada en el intento de asesinato a Alejo Vidal-Quadras
La moto calcinada en Fuenlabrada que podría estar implicada en el intento de asesinato a Alejo Vidal-Quadras

Entre los errores en los que incurrió el detenido destaca su presencia en días previos al atentado en el lugar donde se perpetraría el intento de asesinato, permitiendo que las cámaras de seguridad grabasen su rostro y el vehículo en el que se desplazaba, un coche de alquiler. Y es aquí donde se esboza el segundo error: porque el coche, que dejó aparcado en Lanjarón, fue intervenido por la Policía Local al tratar de despejar un área donde iba a desarrollar una feria de alimentación.

Las alarmas saltaron entre los investigadores al detectar la presencia de este vehículo, sin tardar en localizar el apartamento donde se alojaba la pareja. Por el momento, los agentes al frente de las pesquisas consideran que ella, pareja del chií, tendría una relación circunstancial con el caso.

Una multa de tráfico

Otro de los múltiples errores que cometió el joven detenido en Lanjarón por planificar el atentado fue la ruta de escape después del disparo en la calle Núñez de Balboa. El chico, que conducía el coche que fue detectado por permanecer tres días mal aparcado, se saltó uno de los controles de seguridad en el trayecto de vuelta a Andalucía.

Fue detectado conduciendo a 180 kilómetros por hora en un tramo de 120 km/h. En este tipo de casos, la sanción asciende a 400 euros y la pérdida de cuatro puntos. Una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico siguió unos kilómetros al vehículo pero no pudieron darle alcance. Todo ello se produjo pocas horas después del intento de asesinato.

Los agentes sospechan que tras ayudar a calcinar la moto en Fuenlabrada, el joven decidió volver al piso de Lanjarón. Las prisas provocaron que dejara el coche mal aparcado y diez días después fuera interceptado por la Policía Local. La Policía Nacional buscaba ese vehículo desde hace días. Ese fue el comienzo del final o el final del principio para los investigadores que siguen la ruta del dinero. La gran interrogante que se esconde detrás del intento de asesinato de Vidal-Quadras.

Por su parte, Alejo Vidal-Quadras avanza en su recuperación después de que la bala atravesara su mandíbula. Este jueves fue dado de alta en el Hospital Gregorio Marañón, donde fue ingresado el pasado 9 de noviembre e intervenido de la doble fractura mandibular que sufrió en el atentado.

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