España

De Lastra y Simancas a la foto con Pedro Sánchez: así ha blanqueado el PSOE a Bildu

Ferraz se ha despojado del miedo escénico a las imágenes con la izquierda abertzale al tiempo que ha descubierto que no le penalizan en las urnas

  • (I-D) Oskar Matute, Gorka Elejabarrieta, Alta, Mertxe Aizpurua, Adriana Lastra y Rafael Simancas en el Congreso. -

Parece que hace una eternidad, pero no hace tanto. El 17 de diciembre de 2019, el PSOE posó con Bildu en el Congreso por primera vez. Por aquel entonces, en Ferraz aún causaba pánico cualquier acercamiento a la izquierda abertzale tras décadas de terrorismo etarra. La banda asesinó a 12 miembros del partido. Y la imagen de Adriana Lastra, entonces portavoz en el Congreso, y Rafael Simancas con Oskar Matute y Mertxe Aizpurua era incómoda. Pero la investidura de Pedro Sánchez era causa de fuerza mayor. La cara del hoy secretario de Estado de Relaciones con las Cortes lo decía todo. Era un poema. Casi cuatro años después, será Pedro Sánchez quien se siente este viernes con Bildu en el Congreso para atar su elección como presidente del Gobierno.

El viaje del PSOE con Bildu ha sido largo. Pero ha sido. Si para el hoy repudiado Alfonso Guerra el PP lleva años viajando al centro ("imagínense de dónde vendrían", apostillaba), Ferraz no se queda atrás con los herederos políticos de la banda terrorista. Pero a la fuerza, ahorcan. Sánchez no concibe un acuerdo de gran coalición con el PP para gobernar España y salvarla de los peajes del nacionalismo y el independentismo. El PSOE actual nunca tragará con esa, porque sabe, como dijo el propio presidente en funciones en un diario italiano en 2020, que la socialdemocracia española terminaría entonces igual que el PASOK griego, borrado del mapa tras pactar con Nea Demokratia, el PP heleno.

¿Cuál es la solución, entonces? La alianza con partidos de izquierda, aunque sean beligerantes con el régimen constitucional de 1978 que el PSOE instauró en gran medida. La cúpula socialista ya no teme pactar con Bildu. En Ferraz saben que los abertzales buscan la hegemonía en Euskadi a costa del PNV. Y no les preocupa que la consigan. En verdad, según sintetizan a este diario varias fuentes socialistas de peso, "el PSOE comenzó a restar importancia a las fotos y pactos con Bildu cuando se dio cuenta de que no le penalizaban electoralmente". Es más, el resultado de las elecciones generales del 23 de julio es un punto a favor de esta tesis. Y es que los votos a las fuerzas independentistas se fueron al PSOE no solo en País Vasco, también en Cataluña.

Nosotros sufrimos el terrorismo igual que ellosUn destacado socialista

Los socialistas lograron resultados históricos en ambas comunidades el 23-J. Y eso es lo que convence a la cúpula de Ferraz de que España está preparada para ver a su presidente reunido con Aizpurua y el resto de dirigentes de Bildu en el Congreso. No se descartó, incluso, que Sánchez tuviera algún gesto con Arnaldo Otegi, como lo tuvo este miércoles con Oriol Junqueras por teléfono. Aunque los abertzales no lo tienen previsto. En cualquier caso, por mucho que se hayan producido desencuentros con Bildu, como la inclusión de decenas de etarras en las listas electorales de las elecciones municipales y autonómicas del pasado 28 de mayo, en Moncloa no van a hacer un 'cordón sanitario'. El líder abertzale se ve lehendakari dentro de poco. Y el PSOE, cuando se le pregunta sobre el tema, no sabe o no contesta.

Un destacado socialista que tuvo un peso importante en el primer gobierno de Sánchez se explaya sobre el asunto en conversación con este diario: "¿Qué es lo que les jode? A este partido nadie, absolutamente nadie, puede darle lecciones de democracia. Nosotros sufrimos el terrorismo igual que ellos [en referencia al PP]. Pero sabemos pasar página y perdonar. Es más, reconocemos la grandeza de nuestra Constitución, que les permite existir políticamente. ¿No les pedimos es, que dejaran las armas y usaran la palabra? Pues en esas estamos. Y creo que eso nos honra a ellos, a nosotros y a España".

El PSOE tiene un reloj de arena encima de la mesa. Dentro de poco, Sánchez se someterá a su investidura. Lo más probable es que sea ya en noviembre. Y Bildu será, una vez más, un actor fundamental de la investidura y de la mayoría que apoyará al Gobierno en el Congreso. En verdad, apenas quedan en el Partido Socialista voces críticas contra la dirección de Ferraz. Salvo Emiliano García-Page en Castilla-La Mancha y Javier Lambán en Aragón, no queda autoridad en el partido que levante la voz y recuerde a Sánchez que España no debe entregarse a los brazos del separatismo por una cuestión de poder.

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