Nunca un eslogan hizo tanto daño. Cuando Renfe tituló un reportaje dedicado a León por la llegada de la alta velocidad con el enunciado "En el corazón de Castilla", no imaginaba la que se les vendría encima. El sector independentista leonés montó en cólera y se apresuró a remitir a la compañía una amarga queja históricamente justificada: "León no es Castilla. Nuestra comunidad es la de la Región Leonesa". "No sabemos si esta equivocación es ignorancia o simplemente estulticia", dijo entonces el secretario general de la Unión del Pueblo Leonés (UPL), Eduardo López Sendino. Tal fue el revuelo, inundaron León con un millar de pegatinas en las que se podía leer "León no es Castilla, ¿te enteras?", que la compañía rectificó en un tiempo récord. "No ha existido ningún ánimo de ofender", manifestaron en marzo.
Un mes y medio después del polémico equívoco, el leonesismo ha vuelto a reivindicarse. En esta ocasión lo ha hecho aprovechando las negociaciones sobre la cuarta reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla y León, aprobado en febrero de 1983. La UPL ha planteado como exigencia que la nueva ley contemple "de forma explícita y clara" la birregionalidad de la Comunidad, que "está compuesta por las regiones leonesa y castellana". "Por primera vez debe expresar que no la forman los antiguos reinos de León y Castilla, sino las regiones históricas leonesa [definida tras la división territorial de España en 1833] y castellana", aseguró Luis Mariano Santos, el único procurador regionalista leonés de los 84 que componen las Cortes de Castilla y León.
En concreto, y dentro de las competencias del artículo 11.5, que establece el derecho a promover consultas y referéndums populares, la UPL ha propuesto, una vez más, convocar una consulta "con la intención de que los ciudadanos de la Región Leonesa puedan, en un futuro, decidir su pertenencia o no a Castilla y León". Es la reivindicación histórica de un partido que aspira a conseguir que León, Zamora y Salamanca formen una Comunidad Autónoma propia. "Llevamos demandándolo 30 años y seguimos esperando a que alguna vez se nos oiga", asegura López Sendino, que reclama que se permita a los leoneses decidir si quieren continuar en una autonomía "hecha dictatorialmente" y "para la que nadie nos pidió el voto".
"Pondríamos el ejecutivo en Zamora, el legislativo en León y el judicial en Salamanca", dice Salgado
Aunque necesiten prácticamente un milagro para que su petición prospere, se requiere que un tercio de la Cámara inicie la convocatoria y que después la aprueben dos tercios de los representantes, ya tienen la pregunta que formularían: "¿Quiere constituirse en Comunidad Autónoma con su propio sistema de autogobierno formando parte de la Comunidad de la Región Leonesa?". Votarían leoneses, zamoranos y salmantinos. El resto, es decir, Palencia, Burgos, Valladolid, Segovia, Ávila y Soria, descartados por completo. "Somos dos partes, es un matrimonio sin amor. Si los castellanos quieren irse, que se vayan. Entonces ahí no votaríamos los leoneses", subraya Carlos Salgado, miembro de la Plataforma Futuro Región Leonesa. Algo que también comparte López Sendino: "Las otras cinco provincias nos importan un bledo, así de claro. Nosotros defendemos lo nuestro, nuestra región".
Apelan tanto al factor histórico e identitario como al económico y en su búsqueda de culpables denuncian que han sufrido "agravios continuados". "Desde la descentralización de las consejerías, que nunca ha existido, han estado siempre en Valladolid, a los capítulos de inversiones", agregan desde la UPL, cuya fundación se produjo en 1986. "En Valladolid se gastaron 70 millones de euros para hacer un conservatorio y un auditorio y en León se niegan a construir un conservatorio que costaría 5 millones", lamenta. Pese a que la pérdida de población es uno de los males endémicos que afectan a toda la Comunidad Autónoma, se quejan de que León ha sido "la provincia que más habitantes ha perdido" y de que en los últimos años ha aumentado la diferencia de renta per cápita. "Hubiésemos recibido más de 1.000 millones de ayudas europeas pero por estar con Castilla y al tener el PIB más alto no lo percibimos. Si potencias una zona más que otra, eso se nota. Tampoco están ellos para tirar muchos cohetes pero el problema es que nosotros estamos peor", zanja Salgado.
"La confianza es escasa"
El también doctor en Ciencias Políticas va incluso un paso más allá y habla del diseño de poderes en la improbable nueva Comunidad Autónoma. "Pondríamos el ejecutivo en Zamora, el legislativo en León y el judicial en Salamanca". La fecha del referéndum es algo que, sin embargo, no barajan. "No tenemos porque, evidentemente, desde el punto de vista legal no sería posible hacer la consulta salvo que lo autoricen las Cortes de Castilla y León", dice López Sendino, admitiendo que su confianza al respecto es "escasa".
"A nosotros Burgos, Palencia, Valladolid, Segovia, Ávila y Soria nos importan un bledo, así de claro", aseguran desde la UPL
No obstante, el secretario general de la UPL insiste en que "con que se reconozcan nuestros derechos como región histórica, no haría falta ningún referéndum". En este sentido, defienden que la leonesa es la única región histórica de España que no es autonomía y no dudan en compararse con el resto: "¿Por qué el reino de León no puede ser Comunidad Autónoma y sí lo es La Rioja?". Salgado, por su parte, apunta al Partido Popular como principal causante del bloqueo. "No vale con que toda la oposición esté de acuerdo. El PP es la fuerza que bloquea el proceso, aprovecha el statu quo, también hay muchas redes clientelares creadas y muchos intereses en juego", dice, al tiempo que asegura que "hay gente dentro del partido a favor de la consulta". "Están completamente obcecados en que la CCAA es algo cerrado", agrega López Sendino.
Desde las filas 'populares', el portavoz del grupo parlamentario en las Cortes castellano-leonesas, Carlos Fernández Carriedo, manifiesta que "no es cosa del PP sino del Estatuto de Autonomía". Y recuerda que éste se aprobó con un respaldo del 97% tanto en la Cámara autonómica como en el Congreso y el Senado. "Es su posición histórica y tienen derecho a hacerlo pero hoy representan a un parlamentario de 84. De los seis partidos con representación, es el más pequeño", apunta el procurador, que tampoco se olvida de recalcar que UPL "tiene cero parlamentarios en el Congreso y cero en el Senado". El partido regionalista obtuvo además uno de sus peores resultados en las pasadas elecciones del 24 de mayo, en las que obtuvo 19.067 votos frente a los más de 40.000 de 2007 o a los 60.000 de 2003.
Aun así, dice Fernández Carriedo, la UPL "no debe desanimarse en su trabajo". "Pese a ser el partido más pequeño, su trabajo no es secundario. De hecho, defienden otras muchas cosas en las que nos podemos poner de acuerdo". Asimismo, afirma que el "compromiso de la Comunidad en términos de inversión con León es evidente y ha quedado puesto de manifiesto presupuesto tras presupuesto". Desde Podemos, con 10 procuradores, aseguran que dar la voz a la ciudadanía "es la mejor forma de solucionar tensiones sea en el tema que sea". El secretario general de la formación morada en Castilla y León, Pablo Fernández, señala que habría que ver si la consulta es viable jurídicamente y subraya que aunque actualmente "no hay un clamor incontrovertible", en un futuro sería "bueno que la sociedad tome decisiones de calado.
"¿Por qué el reino de León no puede ser Comunidad Autónoma y sí lo es La Rioja?", cuestiona López Sendino
Por otra parte, la UPL descarta que su petición tenga algo que ver con el desafío soberanista catalán. "Absolutamente nada", dice López Sendino. "La consulta catalana es secesionista del Estado español y la nuestra es simplemente que se respeten los derechos históricos de la Región Leonesa dentro de la Constitución y dentro de España", concluye.
Rechazo al 23 de abril
Al margen de la consulta, el leonesismo tampoco dejó escapar el 23 de abril, fiesta de Castilla y León, para reivindicar su postura. "No es más que la fiesta de Castilla y nada tiene que ver con León". "Los leoneses estamos en contra de estas celebraciones que cuestan una pasta gansa a todos", criticaron como muestra de su rechazo a Villalar. Un día que desde la UPL han bautizado como San Ikea, ya que aseguran que los leoneses aprovechan que es festivo para desplazarse a Asturias, donde los comercios sí están abiertos.
La próxima cita para expresar su malestar será el 4 de mayo, fecha en la que la Colegiata de San Isidoro (León) acogerá por primera vez un Pleno de las Cortes, en el que se incluirá un reconocimiento a la capital leonesa como cuna del parlamentarismo. Ya adelantan que aprovecharán el acto para decir "a esa gente" lo que piensan de esta comunidad "absolutamente artificial y artificiosa". "Esta región, la leonesa, ni se cierra ni se rinde a pesar de los constantes ataques que estamos padeciendo hasta que se reconozca la realidad, que León no es Castilla".