Ángel Hernández, el hombre que ha ayudado a morir a María José Carrasco, aquejada de esclerosis múltiple en fase terminal, ha quedado en libertad sin medidas cautelares. Así lo ha decidido la magistrada titular del Juzgado de Instrucción nº 36 de Madrid, en función de guardia de detenidos.
Durante la comparecencia judicial, el hombre ha reconocido todos los hechos que son objeto de la investigación. Así, sobre él pesa pesa una imputación inicial de la supuesta comisión de un delito de cooperación al suicidio.
Tras esa comparecencia, la magistrada no ha acordado media cautelar alguna para Hernández, si bien tiene la obligación de acudir al Juzgado tantas veces cuanto sea requerido en el transcurso de la investigación judicial.
La magistrada del Juzgado de Instrucción nº 36 se ha inhibido sobre el Juzgado de Instrucción nº 25 de Madrid, que es el órgano que conoce del procedimiento, dado que es el que se encontraba de guardia de diligencias cuando se conocieron los hechos y, por tanto, el que ha procedido al levantamiento del cadáver.