España

Bárcenas regularizó su fortuna suiza a través de un matrimonio uruguayo implicado en venta de armas

Los propietarios de Tesedul SA, la empresa utilizada por el extesorero del PP para acogerse a la amnistía fiscal, se vieron salpicados en Argentina por el escándalo de contrabando de armamento que sentó en el banquillo al expresidente Carlos Menem. La pareja de testaferros fue señalada por crear tres empresas fantasmas para canalizar las millonarias comisiones.

Testaferros polémicos para una regularización fiscal también polémica. Tesedul SA, la empresa utilizada por el extesorero del PP Luis Bárcenas para acogerse a la amnistía fiscal, es propiedad de Daniel Ángel Pérez Blanco y Cristina González Silvestri, un matrimonio de ciudadanos uruguayos con domicilio en Montevideo que ya se ha visto implicado en varias investigaciones judiciales en Sudamérica por su presunta relación con la creación de mercantiles 'fantasmas' para ocultar dinero negro y cobrar comisiones irregulares. Entre estos escándalos se encuentra el que sacudió Argentina a principios de este siglo y que llevó al expresidente Carlos Menem al banquillo de los acusados por un oscuro asunto de tráfico ilegal de armas en la década de los 90 desde su país a Ecuador y Croacia, dos países entonces en guerra.

La justicia argentina señaló a tres empresas 'fantasmas' creadas por la pareja como piezas claves en el contrabando de armamento a dos países en guerra en los 90

El nombre de ambos testaferros aparece ahora en el 'caso Bárcenas' en la declaración complementaria del Impuesto de Sociedades presentada hace cuatro meses por Tesedul SA ante Hacienda para regularizar las millonarias cuentas suizas del exsenador popular. Dicho impreso fiscal fue adjuntado el pasado lunes por el abogado del dirigente del PP al escrito con el que el antiguo tesorero intenta justiificar ante la Audiencia Nacional sus elevados saldos en el paraíso fiscal. En este documento presentado ante la Agencia Tributaria, ambos ciudadanos uruguayos aparecen en el partado B.2 de "participaciones de personas o entidades en la declarante" como propietarios a partes iguales del 100 % de las acciones de la compañía, cuyo valor nominal es de poco más de 93.000 euros.

Sus nombres, desconocidos para la Hacienda española, no lo son tanto para la Justicia de Argentina y Brasil, países donde se han visto envueltos en varias investigaciones. En el primero, en concreto, aparecieron ligados al gran escándalo que sacudió la sociedad de aquel país en la década de los 90, cuando se descubrió que miembros del Gobierno estaban supuestamente implicados en la millonaria venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia. El expresidente Carlos Menem fue encarcelado, juzgado y, finalmente, absuelto en un proceso que se prolongó durante 16 años, hasta septiembre de 2011. Durante las pesquisas de la justicia argentina, aparecieron tres empresas domiciliadas en la vecina Uruguay supuestamente utilizadas por los responsables de la trama para canalizar el dinero del contrabando de armas: Debrol SA, Hayton Trade SA y Daforel SA.

Empresas en Panamá

En las tres aparecía como socio fundador Daniel Ángel Pérez Blanco. Su mujer Cristina había participado en la creación de una de ellas, y en las otras dos fue la personas encargada de incribirlas en el registro de sociedades de Uruguay. Según reflejó en 2001 uno de los jueces que investigó la red, una de está empresas cobró una comisión del 10% por el dinero que pasó por una de sus cuentas en EEUU para pagar supuestos sobornos millonarios a altos cargos del Gobierno argentino. Otra aparecía como intermediaria en la venta del armamento, que en teoría iba destinado a Panamá y Venezuela y que, sin embargo, acababa finalmente en los arsenales de Ecuador y Croacia, países en aquellos años involucrados en sendos conflictos bélicos.

Ambos son considerados por las autoridades de Buenos Aires como empleados del también uruguayo Roberto Blankleder, experto en crear mercantiles 'pantalla'

Los informes de la Fiscalía de Buenos Aires calificaban a las tres mercantiles de los ahora testaferros de Bárcenas como "empresas fantasmas" y calificaba a los dos ciudadanos uruguayos como 'prestanombres' de su compatriota y supuesto cabecilla de la trama, el contable Roberto Blankleder, para la creación de este tipo de compañías. De hecho, los nombres de la pareja siguen apariciendo detrás de un sinfin de compañías en sudamérica y también en Panamá, país donde figuraba registrada la Fundación Sinequanon, con la que el extesorero del PP abrió en 2005 la cuenta en Suiza donde llegó a acumular más de 22 millones de euros. En ese país centroamericano, el matrimonio uruguayo aparece como propietario de Linaje del Sur SA y Altos del Golf Company SA, según el registro mercantil panameño.

La aparición de Tesedul SA

La existencia de esta pareja de testaferros es conocida por las autoridades españolas sólo desde el pasado 25 de septiembre. Ese día, Bárcenas, a través de su amigo el bróker Iván Yáñez, entregó el impreso de la declaración complementaria ante Hacienda en el que aparecían los nombres del matrimonio como propietarios de Tesedul SA. El 28 diciembre, la misma empresa se acogía a la polémica amnistía fiscal del gobierno para regularizar una parte importante del dinero que el exsenador ocultaba en las cuentas suizas a nombre de la mismamercantil. En ambos procesos, el ex tesorero pagó 1,4 millones de euros para blanquear más de 19 millones.

La empresa 'fantasma' del matrimonio uruguayo le ha permitido a Bárcenas regularizar ante Hacienda 19 millones de euros con el pago de sólo 1,4 millones

Entre medias de ambas fechas, las autoridades del país helvético habían enviado a la Audiencia Nacional la documentación sobre la cuenta que poseía Bárcenas en el Dresdner Bank y sus movimientos. Entre estos últimos aparecían las transferencias que realizó en 2009, una vez que ya había estallado el caso Gürtel y él se había visto obligado a prestar declaración en el Tribunal Supremo, para vaciar la que tenía a nombre de Sinequanon y llevar todos sus fondos a otros dos depósitos. Uno estaba en el mismo Dresdner Bank y el segundo, en el Lombard Odier, ambos a nombre de Tesedul SA. En los seis tomos de documentación que remitió la justicia suiza no aparecía, sin embargo, el nombre de los testaferros uruguayos.

Los que sí aparecían eran los nombres de otros 14 que había utilizado para crear la fundación panameña con la que abrió en 2005 la cuenta de ls 22 millones de euros. Todos ellos aparecían como directivos de la empresa Impala Limited, una compañía domiciliada en el paraíso fiscal de Islas Bermudas que figuraba, a su vez, como propietaria de Sinequanon. Había un ugandés, cinco bermudeños, dos canadiense, una mujer natural de Barbados y cinco británicos, uno de ellos nacido en la localidad gaditana de La Linea de la Concepción, fronteriza con Gibraltar. Un exótico elenco de testaferros reforzado ahora con el matrimonio uruguayo.

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