Tres horas ha durado la declaración de Luis Bárcenas ante el titular del Juzgado Central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz. Durante estos 180 minutos, el extesorero del PP sólo ha respondido a las preguntas del propio magistrado, de la Fiscalía y de sus abogados defensores. La otras veintena de letrados personados en la causa no han podido interrogarle porque el exsenador por Cantabria se ha negado a contestar a sus cuestiones, como ya había hecho en las anteriores ocasiones que ha tenido que presentarse ante la Justicia por el 'caso Gürtel'.
Durante su declaración, Bárcenas ha intentado justificar el origen de su abultado patrimonio, que le permitió acumular sólo en una cuenta en el país helvético más de 22 millones de euros, según señalaron fuentes jurídicas durante un receso. El político 'popular' ha negado cualquier irregularidad en el origen de la misma pese a que el último informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía echaba por tierra su argumentación de los elevados saldos bancarios eran fruto de operaciones inmobiliarias y la compraventa de obras de arte. De hecho, ha vuelto a hablar de estos negocios y de inversiones en bolsa. Incluso, aportó documentos que supuestamente avalarían estas afirmaciones. También ha hecho especial hincapié en desvincular la fortuna que atesoraba en el paraíso fiscal centroeuropeo de las cuentas del PP, al frente de las cuales estuvo hasta que fue imputado tras el estallido del 'caso Gúrtel'.
Tras la declaración, aún queda por celebrar dos comparecencias ante el juez. En la primera, varias acusaciones y la Fiscalía solicitan al juez Ruz que adopte medidas cautelares contra el extesorero del PP, entre ellas la retirada del pasaporte y la imposición de que comparezca en el juzgado cada quince días. Una vez celebrada esta vistilla, se celebrará una segunda. En esta ocasión, el Ministerio Público pretende interrogarle por otras cuentas en Suiza diferentes de la del Dresdner Bank y sobre las que las autoridades de Berna aún no han facilitado la documentación.
Llegada antes de tiempo
Poco antes de las doce y media, cuarenta minutos antes de la hora fijada para su declaración, el extesorero del PP, Luis Bárcenas llegaba a la Audiencia Nacional. A la puerta, décenas de cámaras de televisión y fotógrafos esperaban su entrada en el tribunal. Pocos segundos les dio para inmortalizarle. A bordo de un aparatoso Citröen C5 de color negro, en cuyas ventanillas traseras había puesto parasoles que impedían ver quién viajaba en el interior, el exsenador por Cantabria llegó y se introdujo rápidamente en el edificio.
Traje azul, camisa clara, corbata granate, esta vez Bárcenas no llevaba el abrigo 'Al Capone' que vestía cuando acudió a la sede de la Fiscalía Anticorrupción. Le acompañaban sus dos abogados, Miguel Bajo y Alfonso Trallero. Dentro le esperaban el titular del Juzgado Central de Instrucción número 5, Pablo Ruz, las fiscales del caso y 21 letrados en representación de las seis acusaciones y de los 101 imputados que ya acumula la causa. Ante ellos, deberá explicar el origen de los más de 22 millones de euros que llegó a acumular en una cuenta en Suiza de Dresdner Bank. Los argumentos que hasta ahora había esgrimido de que su importante fortuna venía de negocios inmobliario y de la venta de obras de arte han quedado desmontado tras el último informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía, que considera que los mismos no justifican tal volumen de dinero.
Vistilla al final de la declaración
El elevado número de letrados personados en el 'caso Gürtel' que han decidido participar en el interrogatorio hace preveer que éste se prolongue durante varias horas. En sus anteriores comparecencias ante la Justicia por esta causa, el extesorero del PP se ha limitado a responder a las preguntas que le realizaban el magistrado, los fiscales y su defensa. Siempre ha rechazado contestar a las cuestiones que planteaban otras partes. Fuentes jurídicas apuntan que hoy mantendrá esta estrategia.
Cuando termine el interrogatorio y, si como se prevee, alguna de las partes pide la adopción de medidas contra él, como la retirada del pasaporte y que acuda a firmar a la Audiencia Nacional cada quince días, el juez celebrará una vistilla. Al término de la misma, el magistrado tomará una decisión al respecto.